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Esta nota tiene más de un año
FrasesExagerado
La afirmación no es estrictamente cierta pero sí lo es el concepto o tendencia a la que se alude.

“2010, un año marcado por las catástrofes”

Miles de personas al abrir hoy los principales diarios se encontraron con una inquietante noticia. Para Clarín, 2010 fue “un año marcado por desastres naturales”. Para La Nación fue “El año en el que la Tierra reveló su violencia”. Las notas, que son básicamente un mismo artículo, merecieron un lugar en la portada de ambos diarios, y revelan que las casi 250.000 personas muertas durante el año que termina por desastres bíblicos lo convierten en el más mortífero en una generación. También, que el planeta se ha sacudido como pocas veces y que el clima se ha vuelto extremo a niveles “excesivos”. El gran culpable: el hombre y su desdén por el medioambiente. “La Tierra contraatacó”, dice La Nación. “La Tierra tronó”, dice Clarín. ¿De qué se trata todo esto?

El primer punto es que toda esta información proviene de una nota de la agencia de noticias norteamericana Associated Press (AP). Muchos diarios del mundo, como Clarín y Nación, están suscriptos a los servicios noticiosos de esta agencia, y por eso han reproducido el artículo. La nota original es del 20 de diciembre, y se titula “2010’s world gone wild: Quakes, floods, blizzards” (link en inglés).

El segundo punto es que existe una extraña constante en brindar este tipo de información alarmista. No es el primer año que ocurre. Con sólo revisar el archivo de La Nación, por tomar un medio al azar, es posible apreciar los siguientes títulos: El 30 de diciembre de 2003, publicó “Los desastres naturales causaron cinco veces más víctimas en 2003”. El 6 de octubre de 2005 se publicó “La cifra de muertes por desastres en 2004 fue la mayor en 30 años”. Dos meses después, en diciembre de ese año, los lectores seguramente volvieron a inquietarse con “El año de las peores catástrofes naturales”.

La nota de este año tiene como principal fuente un informe de un gigante de seguros suizo, llamado Swiss Re, que incluye en su evaluación los costos que debieron afrontar las aseguradoras, que rondaron los US$ 36.000 millones. Sin embargo, entre los principales puntos confusos del artículo se destacan los siguientes:

  • Es un punto importantísimo discernir entre catástrofes climatológicas y catástrofes geológicas. La Tierra puede haber “devuelto el golpe” (como dice la nota original de AP, expresión traducida como “tronó” por Clarín, y “contraatacó” por La Nación), pero sólo en cuestiones de clima, bajo el supuesto de que la actividad del hombre tiene algo que ver con el actual proceso de calentamiento climático. Sin embargo, en lo que se refiere a terremotos y volcanes, se trata de fenómenos completamente independientes del clima y del impacto de las actividades humanas.
  • De hecho, un único episodio representa casi la totalidad de la estadística y es un terremoto. De los 250.000 muertos de 2010 por catástrofes naturales, 220.000 por lo menos murieron a causa del sismo en Haití (12 de enero) que es, justamente, un tipo de catástrofe inmanejable e impredecible para el hombre. En todo caso, no es la Tierra la que “devuelve el golpe”, sino la impericia del hombre para hacer frente a fenómenos naturales y esperables, que forman parte de la dinámica del planeta. No es ningún secreto que Haití se asienta sobre una zona sísmica.
  • El supuesto récord de 250.000 muertos por catástrofes naturales en 2010 también constituyen un dato dudoso. Basta recordar el tsunami de la navidad de 2004 en Indonesia, en el que se estima que perdieron la vida unas 280.000 personas. A lo largo de la historia de la humanidad hubo otros episodios más costosos en vidas humanas, como el terremoto de Shaanxi (China), en 1556, con más de 800.000 víctimas fatales o, en años más recientes, el de Tangshan, también en China (1976), con no menos de 250.000.
  • La nota destaca que el promedio anual de 16 terremotos de magnitud mayor que 7 en la escala de Richter fue superado en 2010, dado que se registraron 20 movimientos sísmicos de ese tipo (En realidad, el promedio es 15, según el Servicio Nacional de Geología de EE.UU. y este año hubo 21 movimientos por encima de la magnitud 7). Sin embargo, 15 o 16 es un promedio. Vale decir que hay años por encima y por debajo de esa cifra. El geólogo Federico Isla, investigador principal del Conicet, explicó a Chequeado.com que la cifra no tiene nada de excepcional, y que el único fenómeno destacable del año fue el fortísimo terremoto de Chile (magnitud 8,8). Aún así, existe registro de otros 4 terremotos aún más violentos que el de Chile de este año. El primer lugar lo ocupa el de Valdivia (Chile), en 1960, con una magnitud de 9,5.
  • Si bien es cierto que 2010 fue el año de mayores movimientos sísmicos de magnitud por encima de 7 de la década, 2008 es el año de mayor cantidad de movimientos sísmicos, seguido por 2003 y 2005. El año 2010 ocupa el 9º lugar.
  • En cuanto al clima, la nota menciona fenómenos puntuales, como el supertifón Megi, con ráfagas de más 320 km/h, que sacudió el sudeste asiático en octubre pasado. También olas de calor en Rusia, inundaciones, etc. La verdad es que los especialistas en fenómenos meteorológicos admiten que hasta el momento no es posible relacionar eventos puntuales (como un tifón, una ola de calor o una lluvia fuera de lo normal) con el cambio climático. De hecho, el supertifón Megi, si bien ha quedado en la historia como uno de los más intensos registrados, no tiene el record de baja presión atmosférica (lo tiene el Huracán Wilma, en 2005, y hay otros 10 ciclones del pacífico noroccidental que superaron a Megi durante el siglo XX) ni el de intensidad de vientos (fue superado por los supertifones Tip, de 1979, y Bess, de 1982)
  • La nota toma un dato de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que dice que 6300 personas murieron por inundaciones en 2010. Sin embargo, omite grandes inundaciones históricas. En general, ha sido China el país que ha sufrido más este tipo de flagelo, con episodios como las grandes inundaciones de 1931, en las que podrían haber perdido la vida hasta 4 millones de personas.
  • La nota ofrece comparaciones, cuanto menos, extrañas: compara los muertos por catástrofes naturales en 2010 con lo muertos por actos de terrorismo entre 1968 y 2008. Y los muertos “por sistemas de calor y tormentas” con las víctimas de “todos los accidentes aéreos en el mundo en los últimos 15 años”. No queda clara cuál sería la relación entre estos parámetros.

Desde luego, es necesario un replanteo sobre la actitud de los seres humanos hacia el medioambiente. Existe un proceso de calentamiento climático documentado. Cuánto de este calentamiento obedece a causas naturales y cuánto al descuido del hombre por el planeta está en discusión. También es acertada la idea de que a mayor temperatura, mayor recurrencia de fenómenos climáticos extremos. Pero, comenzando por los fenómenos geológicos, no es posible achacarle todo al cambio climático.

Los muertos, como bien señala la nota de AP reproducida por Clarín y La Nación, tienen también mucho que ver con la forma en que la población se distribuye (el actual proceso de urbanización tiene mucho que ver, como bien señala la Cruz Roja Internacional en su reporte anual), sus condiciones de vida y la acción preventiva de los Estados.

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