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Esta nota tiene más de un año
FrasesVerdadero, pero…
La afirmación es consistente con los datos disponibles, pero omite algún elemento del tema o su contexto.

Macri, sobre el déficit fiscal: “[Es] algo que la Argentina no logra [equilibrar] hace más de 70 años”

El presidente de la Nación, Mauricio Macri, sostuvo en una conferencia de prensa en la Quinta de Olivos que “el problema central” que sigue teniendo el país es el déficit fiscal, y pidió “hacer un gran acuerdo alrededor de cómo vamos a equilibrar algo que la Argentina no logra hacerlo hace más de 70 años”. Pero, ¿es así? ¿Qué muestran los datos?

La situación fiscal de un Estado, ya sea nacional, provincial o municipal, se mide comparando sus ingresos (impuestos y multas que pagan ciudadanos y empresas, por ejemplo) con sus gastos (asistencia social y salarios, entre otros). Cuando en un año ese gobierno gasta más de lo que le ingresa se dice que tiene déficit fiscal, mientras que cuando el gasto es menor a los ingresos que obtiene se considera que tiene superávit, como se explica en esta nota.

Este resultado fiscal se mide de dos formas: mediante el resultado financiero o con el resultado primario. El financiero contiene el pago de intereses de deuda, mientras que el primario no los incluye.

Desde el Ministerio de Hacienda de la Nación enviaron a Chequeado un documento donde se ve que, de los últimos 56 años, en el 80% hubo déficit financiero (o sea, si se incluyen los intereses de la deuda) mientras que de los últimos 67 años en el 70% hubo déficit primario.

Rafael Flores, economista de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), explicó a este medio que “la Argentina tiene un problema con el déficit fiscal desde hace décadas”. En este sentido, destacó la dificultad de modificar el gasto debido a que en los últimos años más del 70% del gasto estatal se destinó a inversión social, como jubilaciones o asignaciones familiares.

Oscar Cetrángolo, economista de la Universidad de Buenos Aires (UBA) experto en temas de finanzas públicas, afirmó a Chequeado que hay datos consolidados oficiales de los últimos casi 60 años y que, si se tiene en cuenta el déficit financiero -que es la medición más abarcativa-, “sólo hubo superávit en un par de años” a la salida de la crisis de 2001.

Según los datos oficiales publicados en la página web del Ministerio de Hacienda, que comienzan en 1961, en todos los años de las décadas del ‘60, ‘70 y ‘80 hubo déficit primario y financiero. En la década del ‘90 hubo cinco años con déficit primario, pero en toda la década hubo déficit financiero debido al aumento de la deuda y sus intereses. Luego de la crisis de 2002 volvió el superávit primario y hubo por primera vez superávit financiero.

Esta reacción a la crisis de 2001 no es casual, ya que hubo un efecto rebote. La recaudación se recuperó pero los gastos no subieron de la misma manera y encima hubo una devaluación del 300% que generó las condiciones para un superávit comercial (se importaba menos y se exportaba más)”, explicó Flores.

Esta recuperación post crisis que comenzó en 2003 duró hasta 2009, cuando golpeó la crisis económica internacional y reapareció el déficit fiscal financiero. Desde 2011 hasta 2017 -último año con datos disponibles- hubo tanto déficit primario como financiero.

Mariana González, coordinadora del Centro CIFRA que depende de la CTA Autónoma dirigida por el sindicalista docente Hugo Yasky y subsecretaria del Ministerio de Economía durante la gestión de Axel Kicillof, sostuvo que el déficit actual “no tiene nada que ver con los de hace 60 años”, cuando la economía argentina era muy diferente y, por ejemplo, la deuda externa era insignificante.

Además, González añadió que “tener muchos años de déficit definitivamente es insostenible”, pero que en el otro sentido “tener muchos años de superávit implica que el Estado está realizando menos políticas expansivas de las que podría realizar”.

Si se analiza el último año con datos disponibles (2017), tanto con la nueva metodología implementada por Cambiemos como la que se usaba hasta su asunción, el déficit primario y el déficit financiero subió en relación al Producto Bruto Interno (PBI) versus el último año de gestión de Cristina Fernández de Kirchner (2015).

Los datos enviados para esta nota desde el Ministerio de Hacienda muestran una baja en el déficit en la gestión de Cambiemos, pero esto no condice con los propios datos publicados por el Ministerio en su página web o con la metodología que se usaba hasta 2015, que sigue los estándares internacionales, como se explicó en esta nota. Este medio consultó al Ministerio por esta diferencia, pero hasta la publicación de esta nota no recibió respuesta.

Según el informe de CIFRA, “los niveles actuales de déficit financiero no se verificaban en el país desde los años finales de la década de 1980, signados por la crisis de la deuda externa, la hiperinflación y la insustentabilidad fiscal”. Lo mismo aseguró Cetrángolo en esta nota de opinión y añadió a Chequeado que “el nivel del desequilibrio actual es especialmente preocupante”.

Si el Gobierno cumple la nueva meta fiscal de 2,7% de déficit primario para 2018 medido con la nueva metodología, este indicador bajará por primera vez a un nivel más bajo del de 2015 y será el menor en, por lo menos, cuatro años.

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Comentarios

  • Juan José Herrero10 de junio de 2018 a las 6:38 pmNo entiendo cómo puede ser verdadero decir que algo no se logra hace 70 años cuando se logró en 7 de los últimos 15 años
    • Lucas18 de agosto de 2018 a las 12:28 pmPorque fue por no pagar la deuda mi estimado...
    • Raul21 de agosto de 2018 a las 1:21 pmNo se logró. Fijate que decae, solo en 2003 y 2004 se mejoró pero porque se devaluó 380%, y teníamos la soja por las nunes. Desde 2004 el déficit sigue subiendo
  • maria27 de octubre de 2018 a las 2:45 pmA MI ME PARECE QUE EL OBJETIVO DEL GOBIERNO ES BORRAR EL ESTADO, Y PRIVATIZAR ABSOLUTAMENTE TODO. ESTÁN RECALCANDO TODO EL TIEMPO EL GASTO PUBLICO. LINDA EXCUSA.
  • Eduardo gref8 de julio de 2019 a las 4:37 pmLa economía ES equilibrio, el déficit fiscal es deuda, pero si a este le sumás déficit energético con una balanza comercial levemente positiva como en los últimos años del kirchnerismo lo que tenemos es más deuda. Una deuda fiscal puede financiarse con una balanza comercial positiva, o con una balanza energética positiva ya que los dólares resultantes del saldo positivo en ambos casos evitarían que haya que recurrir al endeudamiento externo o emisión monetaria para financiar la deuda fiscal. Sin embargo en los últimos años del kirchnerismo además de deuda fiscal teníamos déficit energético (por la falta de inversiones) y los dólares generados por el leve balance comercial positivo promedio eran insuficientes. La realidad es que que gran parte de la deuda externa actual se debe a deudas heredadas en las que se incluye la deuda fiscal que fuera en su momento financiada con emisión monetaria.

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