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Empleo público: ¿cuánto avanzó la gestión de Macri en la designación de directivos por concurso?

La gestión de Cambiemos prometió al asumir jerarquizar y profesionalizar el empleo público. Los datos, sin embargo, no muestran una mejora en la proporción de cargos nombrados por confianza y afinidad política, y no por las aptitudes técnicas, en puestos en los que los especialistas señalan que esto es relevante. En casi dos años de gestión se han hecho muy pocos concursos para seleccionar a candidatos; el Gobierno nacional mantiene su promesa de un mayor número en los próximos años.

Hay muchas maneras de entrar a trabajar en el Estado. Existen los puestos políticos, que exigen cierto nivel de confianza con las autoridades electas. En general, se trata del caso de los ministros, los secretarios y los subsecretarios, a cargo de definir las grandes líneas de las políticas públicas. Pero también existen cargos de dirección, que los especialistas señalan está previsto sean ocupados por perfiles más bien técnicos.

Estos cargos normalmente deben ganar su lugar por concurso y pueden permanecer entre una administración a otra, dándole continuidad al sistema burocrático más allá de los cambios en los colores partidarios. En general, se habla de “cargos técnicos” a partir de los directores nacionales, y se incluye entre estos también a los directores generales y a los coordinadores de áreas, quienes conforman lo que se denomina la “Alta Dirección Pública”.

Sin embargo, la mayoría de estos cargos son hoy designados directamente, es decir, sin concurso, de manera transitoria, en general por seis meses que luego se renuevan, y en muchos casos se hacen excepciones para quienes no cumplen con los requisitos previstos en las normas vigentes.

Del total de funcionarios públicos que hoy ocupan estos puestos, el nuevo gobierno designó al 97% de manera transitoria “por criterios de confianza”, señala el GPS del Estado, un relevamiento del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) y la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP). Además, en muchos casos las designaciones se hicieron de manera transitoria. Es común, además, exceptuar a los funcionarios de algunos de los requisitos previstos para el cargo: ocurre en el 73% de los casos, según la fuente citada.

Esto puede implicar, de acuerdo a lo señalado por Cippec, que “las necesidades directivas se determinan exclusivamente en función de las prioridades de gestión de la autoridad política de turno, en muchos casos influenciadas principalmente por la coyuntura y objetivos de corto plazo”.

Un caso emblemático fue el de Juan Mocoroa, quien como director General de Asuntos Jurídicos del entonces Ministerio de Comunicaciones, firmó el acuerdo sobre la deuda del Correo Argentino con el Estado, algo que la fiscal Gabriela Boquín cuestionó luego en su dictamen: “No debió actuar un funcionario con designación transitoria en representación del Estado nacional por las implicancias institucionales que de ellos se derivan”.

Otro caso fue el de Inés Zorreguieta, la hermana de la reina Máxima de Holanda, que fue designada como directora de Despacho y Mesa de Entradas dentro del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, que depende de Presidencia de la Nación, con un decreto que la exceptúa de los requisitos necesarios para ocupar ese cargo, como la antigüedad. Según el Ministerio de Desarrollo Social, Zorraguieta no cumple con la antigüedad necesaria para ocupar el cargo. La experiencia requerida incluye al menos tres años en la especialidad de la función a desempeñar y al menos dos en la dirección de equipos de trabajo.

No se trata de algo nuevo. Al finalizar el gobierno anterior, en diciembre de 2015, el mismo relevamiento encontró que el 93% de la Alta Dirección Pública se encontraba designada de esta manera. Esto, sin embargo, no siempre fue así. En 2003 la proporción era la inversa: el 75% de los funcionarios “técnicos” estaba designado por concurso.

El Gobierno nacional señaló su intención de modificar esta situación. De acuerdo con lo que informaron a Chequeado desde el Ministerio de Modernización, se nombró a personas de manera transitoria mientras se hacían los llamados a concurso, pero esperan realizar 100 concursos este año, 300 el próximo y finalizar en 2019 con entre un 40 y 50% de los cargos directivos ocupados por funcionarios concursados. Los primeros concursos convocados fueron para directores de museos nacionales.

“Los puestos directivos son clave para diseñar e institucionalizar las políticas públicas, y ayudan a que se mantengan, más allá de los cambios de gobierno. Son el vaso comunicante entre el ala política y la burocracia estatal”, destacó Gonzalo Diéguez, director del programa de Gestión Pública del Cippec.

Guillermo Shweinheim, director de la Maestría en Auditoría Gubernamental de la Universidad Nacional de General San Martín, agregó: “Hay directores que manejan políticas públicas, pero también hay directores que están a cargo de sistemas transversales de la administración, como quienes están a cargo de la administración financiera, de las compras y contrataciones o del acceso a la información. En estos casos, además del conocimiento necesario, es importante que los cargos estén concursados porque son menos vulnerables a las presiones políticas”.

La idea detrás de este sistema es generar una carrera en el sistema público, en la que haya profesionales de la gestión que avanzan en la jerarquía a través de los concursos. Estos permiten evaluar los conocimientos a través de pruebas escritas y los antecedentes profesionales de la persona para ocupar el cargo, para asegurar así que tengan las competencias necesarias para llevar adelante su trabajo.

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Comentarios

  • fabian28 de septiembre de 2017 a las 1:05 pmseria interesante que este mismo seguimiento se realice sobre el GCABA, los concursos para cargos gerenciales se hicieron solamente para pasar a un cargo efectivo a amigos de confianza de los politicos de turnos. Por ejemplo seria super interesante fijarse como se nombraron por concurso personal que estaba transitoriamente ocupando un puesto de directivo durante el gobierno de Mauricio Macri, al pasar este a Nación...se abrieron concursos para afectivizarlos antes posibles ingresos de nuevos personales de confianza del gobierno entrante de Rodriguez Larreta.
  • mariangeles29 de septiembre de 2017 a las 7:03 pmtal vez sean mens corruptos, pero sino se cambia de base a metodologia de eleccion de cargosa. no hay un cambio verdadero.
    • luis vergara31 de octubre de 2017 a las 11:57 amno son menos orruptos son peores .. por que razon ?? por que ellos tiene otro metodo mas " LEGAL" DE robar.... con que?? compran acciones te aumentan la luz compran acciones y aumentan el gas venden accones y le dan beneficios a alguna empresa donde su precio s va por la nubes por poiticas realizadas.... compran deuda del estado para garatizarse un juicio millonario a futuro al estado .. y asi ufffff infinidades de cosas y ni hablar de las supuesta licicaciones qeu solo la ganan 2 o 3 empreas amigas del presidente...... solo ver el boletin oficial y dan ASCO
  • Norberto17 de octubre de 2017 a las 6:08 pmLo que hay que definir es cual es el nivel político y cual es el nivel técnico o burocrático, porque la forma de selección no es transparente en cuanto a que la máxima autoridad del organismo define el perfil del puesto a ocupar y es ella en definitiva quien elige entre una terna sin orden de mérito. Esta situación hace que se pueda direccionar parcialmente a que el candidato del funcionario político de turno esté normalmente en la terna y que quede durante próximos mandatos...
  • Julian M20 de octubre de 2017 a las 3:30 pm"Los primeros concursos convocados fueron para directores de museos nacionales." Es broma verdad? porque es lo mas estúpido que he leído...
  • Alejandro27 de julio de 2018 a las 5:41 pmHay una modalidad de contratación oculta va contra la profesionalización de la carrera administrativa, más allá de los concursos, de las formas de designación más o menos precarias o no. y son los regímenes salariales de medio tiempo. Así se maneja gran parte de la administración pública. ¿Qué tipo de carrera administrativa de calidad se puede desarrollar con gente que además del puestito, tiene 3 trabajos mas? En 1948 un manual de la ONU orientado a la administración pública de las naciones que salían de procesos de colonización, especialmente en Africa, comenzaba aclarando eso: NO A LOS EMPLEADOS DE MEDIO TIEMPO. ¿Saben porqué? Porque los regímenes de medio tiempo, rinden un cuarto o menos. Es tan obvio, y sigue igual o peor. Salvo para la multitud de ineptos con sueldos diferenciales que aparecen como expertos, y ni siquiera tienen experiencia laboral mínima en nada.

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