Informar sobre el cambio climático con honestidad, transparencia, rigor y sin generar un alarmismo innecesario o desinformar con conceptos errados es uno de los retos a abordar por parte de las y los periodistas, sean especializados o no.
Las evidencias científicas son abrumadoras e indican que el cambio climático está ocurriendo y es producto de la actividad humana, según un análisis publicado en 2021 con base en más de 90.000 estudios climáticos a nivel global.
América Latina es una de las regiones más vulnerables al cambio climático: el incremento de la temperatura ha sido hasta ahora más alto que el promedio mundial y se espera que así continúe.
Las narrativas falsas son particularmente frecuentes y potentes: campañas coordinadas de desinformación han difundido mensajes que ponen en duda la existencia del cambio climático causado por el ser humano y alientan la inacción.