La mayoría de las personas se informa sobre avances en ciencia y medicina a través de los medios de comunicación. Por eso es muy importante que las y los periodistas no solo puedan comunicar sino también entender y explicar la ciencia con claridad.
La desinformación puede perjudicar la salud física y mental de las personas, incrementar la estigmatización, amenazar los valiosos logros conseguidos en materia de salud y estimular el incumplimiento de las medidas de salud pública.
Es importante que la información sobre ciencia y salud sea clara, concisa y basada en evidencia. Como periodistas debemos consultar siempre fuentes calificadas y especializadas.
Cuidado con el “falso equilibrio” o la “falsa equivalencia”, que consiste en la trampa de presentar creencias y perspectivas opuestas como igualmente válidas, desde el punto de vista científico o médico, que realmente no lo son.