Alicia Vence fue durante seis años secretaria del juez federal de la Capital Federal Claudio Bonadio, con quien, además, coescribió artículos en publicaciones jurídicas. Desde 2011, es titular del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 2 de San Martín. Vence nació en 1967 en Morón y se recibió de abogada en la Universidad de Buenos Aires en 1991. Accedió a su primer cargo en la función pública en septiembre de 1989, cuando ingresó como empleada a la Secretaría General de la Presidencia de la Nación, por ese entonces a cargo de Alberto Kohan. Trabajó en esta dependencia hasta 1993, cuando el secretario era Eduardo Bauzá. Ingresó al poco tiempo a trabajar en la Justicia. Ocupó distintos cargos en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 6 de la Capital Federal hasta que tres años más tarde se mudó al Juzgado Federal a cargo de Bonadio, donde llegó hasta el cargo de secretaria. En el año 2003 asumió como secretaria letrada de la Procuración General de la Nación, donde trabajó durante ocho años. Fue, además, docente en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y en el Colegio Público de Abogados de la misma ciudad. Para ser designada jueza, participó del Concurso 236 del Consejo de la Magistratura, en el que quedó tercera en la terna detrás del juez federal subrogante de Morón Juan Pablo Salas y el defensor oficial Néstor Pablo Barral. Uno de los jurados del concurso fue el juez federal de la Capital Federal Ariel Lijo. En noviembre de 2011 fue nombrada titular del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 2 de San Martín. En 2013 Vence decidió cerrar la investigación contra el dirigente ferroviario Rubén Sobrero, acusado de instigar la quema de vagones en la estación de Haedo en mayo de 2011. El Gobierno nacional había acusado públicamente al sindicalista de ocasionar y organizar el incendio. Dos años más tarde, la jueza imputó al ex segundo Jefe del Batallón de Aviación Militar 601 de Campo de Mayo y al ex Oficial de Personal de esa unidad, quienes se encuentran detenidos por “haber arbitrado los medios necesarios para terminar con la vida” de tres prisioneros en el marco de los llamados “vuelos de la muerte”.