En octubre de 2004 Ariel Lijo asumió como titular del Juzgado Federal N° 4 en lo Criminal y Correccional y cubrió la vacante que había dejado su entonces cuñado, Gabriel Cavallo, quien había sido ascendido a la Cámara Federal. Diez años más tarde, procesó al vicepresidente Amado Boudou en la llamada causa Ciccone. Lijo nació el 19 de octubre de 1968 y se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Ingresó a los tribunales como meritorio y al poco tiempo se incorporó al equipo de trabajo de María “Piru” Riva Aramayo, que en ese entonces estaba al frente de la Fiscalía ante la Cámara del Crimen. Cuando en 1993 Riva Aramayo pasó a la Cámara Federal, Lijo continuó trabajando bajo su órbita y llegó hasta el cargo de secretario de Cámara. En la Cámara Federal conoció a Cavallo, y tiempo después se casó con su hermana, Silvia Cavallo, hoy fiscal federal de Quilmes. Lijo tiene dos hermanos: Hernán y Alfredo. Este último es abogado y trabajó en la Auditoría General de la Nación (AGN) junto a Javier Fernández, señalado habitualmente por los medios por su influencia en Comodoro Py. Tras divorciarse, se casó en 2010 con Magalí Mazzuca, ex prosecretaria de su juzgado y actual prosecretaria de la Secretaría de Juicios Ambientales de la Corte Suprema. Ejerció la docencia en la UBA, en el Instituto Superior de Seguridad Pública de la Policía Metropolitana y en la Universidad Nacional de Lanús. Socio de Boca, Lijo conformó en 2007 una Comisión Asesora en seguridad deportiva en la que participaron otros socios célebres del club: el ministro de Seguridad porteño Guillermo Montenegro, los fiscales federales Gerardo Pollicita, Carlos Stornelli y Raúl Pleé, y el abogado Carlos Beraldi. En 2004, cuando aún se desempeñaba como secretario de la Sala I de la Cámara Federal, se inscribió en el Concurso 59, destinado a cubrir cuatro vacantes en los Juzgados Federales Criminales y Correccionales de primera instancia. Quedó en quinto lugar en la terna del Consejo de la Magistratura, pero por las bajas de Eduardo Freiler y Luis Salas, el nombre de Lijo fue uno de los cuatro enviados por el Poder Ejecutivo al Senado, que en octubre aprobó su pliego. Además de su actuación como juez de la causa Ciccone, Lijo llevó adelante la investigación del encubrimiento en la causa AMIA, en la que mandó a juicio oral a Carlos Menem, al ex jefe de la SIDE Hugo Anzorreguy, al ex juez Juan José Galeano y a los fiscales Eamon Mullen y José Carlos Barbaccia, entre otros.