Presentación Cátedra Donna
La cátedra de Elementos de Derecho Penal, los cursos de CPO y los de Post grado están estructurados de manera tal que conforman una unidad. La idea esencial es enseñar Derecho Penal como un sistema, basado en el respecto a los Derechos Humanos, sin los cuales, el derecho se convierte en violencia. Todo punto de partida es, en este sentido, la máxima kantiana de que el hombre no debe ser utilizado como medio para los fines de terceros, ya sea una persona o el Estado.
En otros términos, la base del sistema que se enseña en esta Cátedra está basada en la Ilustración. Se parte de un sistema de imputación, basado, en principio, en Hans Welzel. La idea de una imputación de primer y segundo grado que contemple el injusto personal, la culpabilidad, entendida como reproche jurídico y la pena con fundamento retributivo, -con base en el principio de proporcionalidad y la posibilidad de reinserción en la sociedad de la persona condenada-, para evitar su instrumentación, son la base de la enseñanza en la teoría del delito.
Desde esta perspectiva, y como una consecuencia necesaria, debe analizarse la llamada parte especial, que es una lesión a los bienes jurídicos esenciales de una sociedad que deben ser protegidos por el Derecho penal.
Esta idea del sistema penal exige un proceso penal que no es otra cosa que la aplicación de la Constitución en base a los derechos y las garantías básicas del imputado, inocente, hasta la sentencia firme.
Para ello, se cuenta, además de las clases, tanto magistrales, como de casos, con dos elementos fundamentales: el seminario que funciona de manera permanente y la Revista de derecho Penal, que sirve a los efectos que las discusiones del seminario se materialicen en trabajos de investigación.
Junto con el trabajo de los docentes, se exige a los que quieran participar en ella, ya sea como alumno, ya como colaborador estudio y esfuerzo. Se ha elegido el camino más largo, pero más seguro, para poder llegar a los fines: el del estudio diario, el esfuerzo y la constancia. La Universidad del Estado democrático así lo impone por un deber de fidelidad al pueblo que la financia.