El de juez de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal no es el único cargo que ocupa Jorge Ballestero. Desde 1998 es miembro del Tribunal de Disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Ahí no sólo se codea con referentes de la dirigencia de fútbol. Este tribunal deportivo, además, lo integran: Sergio Fernández, juez de la Sala III de la Cámara Federal en lo Contencioso Administrativo y hermano de Javier Fernández, auditor de la Nación señalado por los medios por su influencia en Comodoro Py; Darío Florián Richarte, ex subsecretario de la SIDE y titular del Estudio Richarte; y Fernando Mitjans, escribano casado con la ex secretaria de Justicia de la Nación entre 2005 y 2009, Marcela Losardo. Ballestero integra la Sala I de la Cámara Federal desde 2008. Nació el 13 de enero de 1956 en la Ciudad de Buenos Aires y, según su declaración jurada, ingresó al Poder Judicial en septiembre de 1976. Su currículum, sin embargo, señala que obtuvo su título de abogado en abril de 1988, tras cumplir 32 años. A poco tiempo de recibirse, comenzó a trabajar como secretario en el Juzgado Federal en lo Criminal N° 2 de la Capital Federal, el mismo que años más tarde quedaría a su cargo. Primero hizo su paso por la Procuración General de la Nación: en 1992 fue designado fiscal federal de primera instancia. Tan sólo un año después, volvió al Juzgado Federal N° 2, pero esta vez en calidad de juez. Tuvo, entre otros casos de relevancia, el conocido como “la mafia del oro”, que elevó a juicio oral en 2007; absolvió al empresario Carlos Spadone en la causa de la leche adulterada; y en una causa iniciada iniciada por Alejandro Olmos declaró la ilegitimidad de la deuda externa argentina. Por esos años, familiares suyos transitaban habitualmente los pasillos de Comodoro Py. Su hermana, María Esther Ballestero, fue secretaria del ex juez federal Carlos Liporaci. Su hermano, Julio César (más conocido como “Coco”), fue socio del estudio jurídico de la familia Cúneo Libarona, pese a no tener título de abogado. En el caso de su hija, Josefina, su lugar no era Tribunales, sino la Auditoría General de la Nación (AGN), donde consiguió trabajo junto al auditor Javier Fernández. En 2007 se abrieron dos vacantes en la Sala I de la Cámara Federal por las renuncias de Horacio Vigliani y Gabriel Cavallo. Ballestero se inscribió en el Concurso 173 y quedó en segundo lugar en la terna elegida por el Consejo de la Magistratura. Tras el envío del pliego por parte del Poder Ejecutivo, el Senado aprobó su designación y en octubre de 2008 asumió como camarista de la Sala I, que desde ese momento comparte con Eduardo Freiler y el subrogante Eduardo Farah.