Ávila no concursó ni es la titular de la Fiscalía Federal de Esquel. Allí actúa en calidad de subrogante. Lleva, sin embargo, casi cuatro años a cargo de esta dependencia. La Fiscalía se creó a fines de 2011 y el Ministerio Público Fiscal habilitó su funcionamiento a fines de 2013. Mientras se hacía el concurso para ocupar esta vacante, la procuradora general Alejandra Gils Carbó nombró transitoriamente a Ávila, que en ese momento se desempeñaba como secretaria interina de la Fiscalía Federal de Caleta Olivia, provincia de Santa Cruz, a más de 600 kilómetros de distancia y a cargo de otro subrogante, el fiscal Lucas Colla. El concurso finalizó y el 3 de junio de 2015, con la firma de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, fue nombrada como titular de la Fiscalía Federal de Esquel María Miguel Carmona, quien se desempeñaba como subrogante ante el Tribunal Oral Federal N° 1 de Córdoba. Sin embargo, el día en que le tomó juramento como fiscal federal, Gils Carbó decidió extender esa subrogancia de Carmona ante el inicio de un juicio en una megacausa por delitos de lesa humanidad en Córdoba. En la misma resolución extendió la subrogancia de Ávila en Esquel. Un año más tarde, la fiscal Carmona fue designada para actuar como fiscal en todas las causas por delitos de lesa humanidad en La Rioja. Desde esta fiscalía instruyó la causa que derivó en la detención del ex jefe del Ejército César Milani por el secuestro de Pedro y Ramón Olivera durante la dictadura. La relevancia de este expediente extendió su permanencia en esta provincia. Hace tres meses fue nombrada interina en la Fiscalía Federal de La Rioja, por lo que la subrogancia de Ávila en Esquel parece no correr peligro. Al momento de ser nombrada fiscal subrogante, Ávila, de 52 años, se desempeñaba en la Fiscalía Federal de Caleta Olivia. Hasta ese momento, había cultivado un bajo perfil y ocupado distintos cargos en la Justicia, la academia y la política, aunque no hay disponible ningún CV suyo. Ya había pasado por el Ministerio Público Fiscal al desempeñarse como secretaria del fiscal federal de Comodoro Rivadavia, Norberto Bellver. Además, es docente desde hace más de una década en la Universidad Nacional de la Patagonia. En esta casa de estudios enseña las materias Derecho Civily Derecho Constitucional y Administrativo. Entre 2003 y 2007, ocupó diversos cargos en la Municipalidad de Comodoro Rivadavia durante la intendencia del peronista Raúl Simoncini. Fue secretaria de Medio Ambiente desde 2003 hasta 2005, y luego se desempeñó como subsecretaria Legal y Técnica. En su fiscalía trabaja como secretaria letrada desde hace tres años Rafaella Riccono, la pareja del juez Otranto. En agosto de 2017 debió intervenir en la causa por la desaparición de Santiago Maldonado en Cushamen. En dicha causa Ávila cambió la carátula a desaparición forzada el 24 de agosto y anunció un avance de las medidas de prueba con dirección en esa hipótesis. Era lo que pedían los familiares de la víctima y los otros querellantes, como los organismos de derechos humanos. Sin embargo, pocos días después la fiscal redactó un informe sobre el estado de la causa que fue elevado a la ONU y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que no fue bien recibido por las querellas. Allí denunció que la comunidad mapuche había impedido los rastrillajes en el río Chubut y en una parte de la estancia en Cushamen por tratarse de un “espacio sagrado”, además de que señaló la falta de testimonios confiables que apunten a la Gendarmería. Desde ese momento, las críticas de la familia de Maldonado -que primero habían tenido como blanco a Otranto, primer Juez interviniente- se posaron sobre la fiscal.