En 2004, cuando el entonces presidente Néstor Kirchner propuso a Ricardo Lorenzetti para cubrir una vacante en la Corte Suprema, su ministro de Justicia era Horacio Daniel Rosatti, quien hoy ocupa uno de los sillones del máximo tribunal. El ex ministro, además, tiene otros antecedentes que lo vinculan con el actual presidente de la Corte. Lorenzetti le lleva sólo once meses de edad a Rosatti, los dos son santafesinos, estudiaron en la misma universidad y escribieron un libro en coautoría.
Rosatti nació en la capital de Santa Fe en agosto de 1956. Al igual que Lorenzetti, es abogado y doctor en Ciencias Jurídicas por la Universidad Nacional del Litoral. Si bien tiene una importante trayectoria académica, una parte central de la carrera de Rosatti estuvo vinculada con la política.
Se inició en la década del ‘80 como director de Técnica Legislativa de la Provincia de Santa Fe y como fiscal municipal del partido de Santa Fe. A principios de la década del ’90 fue funcionario del Municipio de Santa Fe durante la gestión de Jorge Obeid y en 1993 renunció para asumir un cargo en el gobierno provincial de Carlos Reutemann, ambos peronistas.
En 1994 fue convencional constituyente para la reforma de la Constitución nacional en representación del Partido Justicialista (PJ). Un año más tarde, y también con el sello del peronismo, ganó las elecciones municipales y asumió como intendente de Santa Fe. Volvió a la función pública en junio de 2003, cuando Kirchner lo nombró Procurador del Tesoro de la Nación. Ocupó ese cargo durante un año, hasta que fue nombrado reemplazante de Gustavo Béliz en el Ministerio. Su gestión se caracterizó por sus críticas al Centro Internacional para el Arreglo de Diferendos Relativos e Inversiones (Ciadi) y la defensa del país ante los tribunales internacionales, como él mismo reconoció en su carta de renuncia, en julio de 2005.
Durante esos años, además, fue conjuez de la Corte Suprema, lo que le permitió intervenir en una causa en la que rechazó que los jueces no paguen el Impuesto a las Ganancias.
Está casado con la abogada Ana María Costa y tiene cuatro hijos. Uno de ellos, Emilio, es secretario electoral del Juzgado Federal N° 1 de Santa Fe. En su declaración jurada de 2015 reportó un patrimonio de $ 1,1 millones, con siete propiedades en Santa Fe, una en Capital Federal y otra en Uruguay.
Su candidatura a la Corte recibió 13 impugnaciones. Algunas de ellas fueron del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y la Asociación Civil Justicia Legítima. Una de las críticas que recibió fue el proceso inicial de su designación. Rosatti había escrito un Tratado de Derecho Constitucional en el que criticaba la facultad del Poder Ejecutivo Nacional de designar jueces en comisión y alegaba que debía utilizarse de modo restrictivo.