Enfrentar la desinformación: desde las aulas y los libros escolares
En Chequeado trabajamos desde hace 15 años para promover habilidades de alfabetización mediática e informacional (AMI) en estudiantes, docentes, periodistas y comunidades educativas. Parte de ese esfuerzo consiste en que cada vez más estudiantes de todo el país, desde las aulas y como parte de sus didácticas, incorporen contenidos que fortalezcan su pensamiento crítico, el análisis de la información y el uso responsable de los medios digitales. Por eso hoy, desde el Programa de Educación de Chequeado, nos entusiasma mucho contarte que como parte de este camino durante 2024 colaboramos con la Editorial Santillana en la producción de materiales para los libros de primer año de Ciencias Sociales y Ciencias Naturales. El resultado es una nueva sección en sus manuales llamada Desinformados, que se incluyó en algunos capítulos de la última edición de ambos y que ya empieza a estar presente en escuelas de todo el país.
En un contexto donde la información circula a gran velocidad y las fronteras entre lo verdadero y lo falso se vuelven cada vez más difusas, fortalecer las habilidades críticas de niños, niñas y adolescentes es fundamental. Según el informe Kids Online Argentina 2025 de UNICEF y UNESCO, sólo el 60% de los estudiantes de 9 a 17 años puede distinguir si un sitio web es confiable o si la información que encuentra en Internet es verdadera. Además, solo el 38% de este universo tuvo actividades o charlas en la escuela sobre cómo usar Internet de manera segura
Frente a este escenario, la integración de contenidos de alfabetización mediática e informacional directamente en los libros escolares representa una oportunidad para que estos saberes lleguen de manera sistemática y transversal a miles de estudiantes en todo el país. El equipo de Educación de Chequeado trabajó para vincular los temas específicos de cada disciplina con conceptos clave de AMI, como la importancia de sacar conclusiones basadas en evidencia, reconocer falacias lógicas, distinguir entre datos y opiniones, o identificar los mecanismos detrás de las teorías conspirativas. También se abordó el fenómeno de la desinformación y su circulación en redes sociales.
Las actividades de la sección Desinformados, que se incluyó en 9 capítulos de cada libro, propone a las y los estudiantes poner en práctica estas habilidades a partir de los contenidos disciplinares. Por ejemplo, en el libro de Ciencias Sociales se trabajó sobre desinformaciones vinculadas al cambio climático en el capítulo sobre el clima en el mundo y sobre falacias lógicas, en el capítulo sobre la Antigua Grecia, ya que muchas de ellas se conocen desde ese momento.
La propuesta funciona como un puente entre los saberes escolares y el desarrollo de capacidades críticas necesarias para participar plenamente de la vida democrática, habilitando nuevas conversaciones entre docentes y estudiantes sobre el papel de la información, el pensamiento crítico y la confianza en la evidencia.
En Chequeado impulsamos la alfabetización mediática e informacional como respuesta clave a la crisis de desinformación y que sea parte integral de la formación escolar. Por eso, la invitación que nos acercó Santillana es de enorme valor para nuestra misión, ya que nos permite llegar a miles de estudiantes con propuestas que fortalecen su capacidad para navegar el mundo digital y tomar decisiones informadas.
Seguiremos colaborando para que cada vez más estudiantes desarrollen las capacidades críticas necesarias para participar del mundo digital con autonomía y responsabilidad.
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