Cuatro claves para entender la marcha #ParaQueNoTePase

Bajo el lema #ParaQueNoTePase, ayer se concentró frente al Congreso la marcha convocada por familiares y víctimas del delito, de la inseguridad vial y de la corrupción. Entre los organizadores estaban Matías Bagnato, cuya familia fue asesinada en lo que se conoció como la “Masacre de Flores”; Jimena Aduriz, madre de Ángeles Rawson; y María Luján Rey, mamá de Lucas Menghini, que murió en la tragedia de Once. También participaron familiares y víctimas de Cromañón.

¿Cuáles son las claves del reclamo?

1. Por la vida. Según un relevamiento de medios, en lo que va del año hubo al menos 126 homicidios en la provincia de Buenos Aires, la mayoría de ellos en ocasión de robo. De ese total, 99 ocurrieron en el conurbano, la zona más “caliente” del delito. Cabe destacar que esta cifra sólo incluye los casos que tomaron trascendencia pública en los medios, por lo cual el número oficial seguramente será mucho más alto.

Ante esta situación, el pedido de “prevención” del delito fue una de las consignas de la movilización. Los organizadores son familiares de víctimas, por lo que su objetivo, como lo plantearon en el lema de la marcha, es que nadie más tenga que sufrir una pérdida a causa del delito. En ese sentido se manifestó Matías Bagnato, uno de los organizadores de la marcha, que pidió que “no haya más familias destruidas” por la delincuencia. En 1994, Fructuoso Álvarez González incendió su casa y mató a sus padres, sus hermanos y un amigo. Matías fue el único sobreviviente, y desde entonces sufrió varias amenazas por parte del atacante, que está en prisión.

2. Por las víctimas. El reclamo principal de esta convocatoria fue exigir la protección de las víctimas y el acceso al proceso penal, para ser escuchadas. “Un registro de víctimas y asistencia integral” fueron los pedidos más importantes. María Luján Rey, mamá de Lucas Menghini, y una de las organizadoras de la marcha, reclamó “estadísticas verdaderas” que permitan saber con certeza cuántas víctimas del delito existen en el país.

Es que en la Argentina durante ocho años no se difundieron las cifras oficiales sobre delitos. Recién en abril de este año, con el cambio de Gobierno, se dieron a conocer las estadísticas criminales tras el apagón estadístico de 2008. Según esta información, la tasa de homicidios en la Argentina fue de 6,6 cada 100 mil habitantes en 2015: 2.837 personas fueron asesinadas en el país. En tanto, los datos sostienen que el año pasado hubo 7,4 homicidios cada 100 mil habitantes en la provincia de Buenos Aires y 5,4 en la Capital. A su vez, revelaron un dato que inquieta: la tasa de homicidios en Santa Fe fue de 12,2, el doble del promedio nacional. En lo que va de este año, la ciudad de Santa Fe ronda los 100 homicidios, mientras que en Rosario ya hubo 151 asesinatos, según un relevamiento de medios realizado por el diario La Nación.

3. Contra la impunidad. Otro de los ejes destacados de la movilización fue la protesta contra lo que algunos consideran la llamada “puerta giratoria”. Carolina Píparo, que fue víctima de una violenta salidera bancaria cuando estaba embarazada, a raíz de lo cual perdió a su bebé, señaló que hay jueces que “protegen a los delincuentes y los liberan” rápidamente. “Nosotros queremos justicia justa”, sostuvo. El ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, que respaldó la marcha, se sumó a este reclamo. Tanto él como su par nacional, Patricia Bullrich, han cuestionado públicamente a los jueces que califican como “garantistas”.

Según un relevamiento realizado por el Ministerio de Seguridad bonaerense, en 31 asaltos que terminaron con víctimas mortales en la provincia, los 41 asesinos que protagonizaron los hechos tenían que estar detenidos cumpliendo condenas o con prisión preventiva.

Más allá de estos datos, difundidos por la cartera bonaerense, según el informe de 2015 del Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena, el 53% de los presos en cárceles bonaerenses están procesados, mientras que sólo el 45% tiene condena. El 2% restante incluye a los inimputables y a una categoría denominada “otra” en el informe, sin mayores precisiones.

Los reclamos se dan en el contexto de una situación carcelaria crítica: en los últimos 15 años, la población penitenciaria se duplicó y hoy alcanza los 72.000. La provincia de Buenos Aires aloja a 33.000 de esos detenidos, según cifras oficiales. El sistema bonaerense recibe por año unos 2.200 presos, mientras que la tasa de recambio es de 600. En total cuenta con unas 26 mil plazas, lo que resulta en una sobrepoblación de 7.000 internos, que asciende a 9.000 contando los alojados en comisarías.

4 . No pidieron “mano dura”. La convocatoria hizo recordar a la movilización organizada en 2004 por Juan Carlos Blumberg, padre de Axel, el joven secuestrado y asesinado, que reunió a 135 mil personas frente al Congreso. Ambas marchas tuvieron como disparador una seguidilla de hechos violentos y un contexto en el que la inseguridad se postuló como la principal preocupación de la gente. En ambos casos, los protagonistas principales fueron ciudadanos comunes con reclamos de medidas concretas contra la delincuencia a los tres poderes del Estado. Sin embargo, en el caso de Blumberg, la movilización derivó en una serie de leyes que endurecieron penas y limitaron las excarcelaciones. La diferencia con la marcha de ayer es que los organizadores resaltaron que no pedían “mano dura”, sino que la Justicia “piense más en las víctimas”, y que los delincuentes cumplan con la totalidad de la pena a la que son condenados.