CFK: “En el 2011 el 90% de las personas que necesitaban de un medicamento especial (…) lo recibieron a través de este plan”
Durante el anuncio de la entrega del botiquín número un millón y medio, Cristina Fernández de Kirchner se refirió a los logros alcanzados con el Programa Remediar. “En el año 2011 el 90% de las personas que necesitaban de un medicamento especial para su salud lo recibieron a través de este plan”, afirmó la Presidenta.
El Programa Remediar alcanzó en 2011 una cobertura aproximada a ese nivel en los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS), pero no en los hospitales públicos. Con su vigencia desde 2002 se lograron avances en términos de garantizar el acceso a la población sin cobertura médica, pero es difícil chequear su impacto en el gasto de medicamentos de esta población en los últimos años.
La sanción de la ley N° 25.649 de prescripción de medicamentos por nombre genérico, en 2002, y la implementación del plan a partir de ese año, formaron parte de la política de salud orientada a aliviar la situación social ocasionada por la crisis. Remediar consistía en brindar un botiquín de 51 medicamentos “esenciales” (y no de medicamentos “especiales”, como afirmó CFK) a todos los CAPS del país y así garantizar, de manera gratuita, el acceso a la salud a las 17 millones de personas que en 2001 no tenían cobertura específica.
Al mismo tiempo, el objetivo del Ministerio de Salud de la Nación era fortalecer el primer nivel de atención y disminuir la saturación de los hospitales públicos. La sanción del decreto que obligaba a los médicos a prescribir los medicamentos por el nombre genérico, y la confección de un botiquín que cubría la mayoría de las patologías primarias avanzaban en ese sentido.
Un informe producido durante el 2011 por la Universidad ISALUD para la Comisión Nacional Salud Investiga, en base a una muestra de 2500 casos que incluyó pacientes, farmacéuticos y encargados de la dispensa, analiza el acceso de la población a los medicamentos recetados en el sector privado y en el sector público (CAPS, los hospitales adheridos al programa y aquellos hospitales que no lo están). Los resultados muestran que el 80% obtuvo el medicamento en los CAPS; el 68% en los hospitales con el plan, y sólo el 50% en el último caso. Es decir que el porcentaje de beneficiarios que acceden a los medicamentos del plan sólo es cierto en el caso de los CAPS, pero no en los hospitales públicos.
“Esto puede tener que ver con las dificultades logísticas de los hospitales para mantener un stock actualizado permanentemente. Y, por otro lado, con que posiblemente los médicos sean más propensos en los CAPS que en los hospitales a prescribir las especialidades que saben que la gente puede conseguir en el mismo CAPS”, explicó a Chequeado.com Martín Langsam, secretario de Ciencia y Técnica de ISALUD y uno de los autores del estudio. En el mismo estudio se constata que un alto grado de encuestados declaran que van al CAPS principalmente porque saben que ahí consiguen los medicamentos que les recetan.
En 2011, según datos del Ministerio de Salud, el programa contó con 15 millones de beneficiarios individuales, comparado con los 12,5 millones que se identificaban en 2007.
Respecto de los resultados en cuanto a la política de medicamentos implementada, las investigadores Rosana Abrutzky, Cristina Bramuglia y Cristina Godio, señalan en un informe publicado en 2008 que “el gasto en medicamentos en la población que contaba únicamente con la cobertura del sistema público entre 2003 y 2005 disminuyó un 17%”, y agregan: “Mientras que en 2003 el peso del gasto en medicamentos sobre el total del gasto en salud de los cubiertos sólo por el sistema público era del 62%, para 2005 esta participación habría descendido al 39 por ciento”.
Sin embargo, los efectos en los últimos años son difíciles de cuantificar por la falta de información.
Juan Sanguinetti, consultor sobre políticas de salud y miembro de la consultora Nexos, Economía y Desarrollo, muestra en un estudio de agosto de 2012 que, en base a datos de la Encuesta de Utilización y Gastos en Servicios de Salud (EUGySS) del Ministerio, la incidencia de los gastos en medicamentos aumentó entre 2005 y 2010, al pasar de 39,7% a 44,1 por ciento.
“Este aumento en el gasto de bolsillo en medicamentos no parece consistente con el propósito de garantizar el acceso y un gasto menor en medicamentos. Sin embargo -explica Sanguinetti-, para poder evaluar estos resultados se requiere la evolución en el tiempo de los gastos en medicamentos de la población sin afiliación, que es la principal beneficiaria de la política nacional de medicamentos. Lamentablemente sólo se cuenta con el dato de gasto en medicamentos por condición de afiliación para 2005”.
Por último, según los especialistas consultados, el Programa Remediar fue implementado en el marco de un contexto de emergencia sanitaria del país, y que ya es hora de que se actualice su diseño y objetivos.
Tal es el caso de Federico Tobar, investigador principal del CIPPEC y ex coordinador del Programa Remediar, quien subrayó a este sitio: “Desde su formulación fue concebida una segunda fase del programa en la que se transfiere a las provincias la responsabilidad por garantizar el acceso de la población a los medicamentos y desde el programa lo que se les da es asistencia técnica, dinero (para hacer sus propias compras) y evaluación del cumplimiento de metas de acceso”. Pero, a diez años de esta propuesta, esto nunca se efectivizó.
Fecha de publicación original: 03/12/2012
Comentarios
que tendrá que ver una cosa con la otra?
En varias oportunidades he comentado, junto con otros usuarios, que están aplicando el sistema de calificaciones de manera opinable, sobre todo porque en algunos puntos es ambiguo.
Con profundo respeto a su tarea (que considero muy necesaria) les dejo mi opinión sobre algunos criterios que deberían cumplir los chequeos sobre la base de la definición de la calificación.
No pretendo indicarles cómo deben hacer su trabajo, al cual valor mucho, pero sí hacer algunas observaciones que, al menos yo como lector, contribuirían mucho a mejorar la calidad de los chequeos (entendiendo calidad como el grado de satisfacción del lector).
(continua)
- Verdadero: OK. sin comentarios.
- Verdadero+: OK, sin comentarios.
- Verdadero pero: el chequeo debería indicar muy clara y expresamente la intencionalidad que detectaron. De lo contrario queda sujeto a la interpretación del lector y un chequeo se transforma en una guerra de opiniones sobre lo que cada uno interpreta que chequeado quiso decir.
- Discutible: OK. Aquí sólo tengo para decir que las fuentes deben ser indiscutibles. Si ponemos "discutible" basado en fuentes discutibles estamos en un problema.
- Apresurado: OK+
- Engañoso: debe indicarse en forma clara y explícita en qué consiste la manipulación "para reforzar una afirmación concreta."
- Insostenible: OK. En general está bien aplicado.
- Exagerado: esta calificación es muy confusa porque se parece mucho al verdadero pero. Interpreto que exagerar puede implicar, sin llegar a ser falso, redondear para arriba o para abajo, ser muy optimista o muy pesimista en la consideración de un dato, o generalizar una situación que no es en todo universal (por ejemplo cuando se usa "todos", "ninguno" o cualquier otro cuantificador universal). Lo que no se puede hacer cuando se utiliza esta calificación es partir de una premisa que es falsa en esencia. También hay que indicar cuál es la exageración o "visión sobre un escenario que no es tal."
Espero que esto contribuya a que este sitio sea mejor cada día.
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