ABC para entender qué es el escrutinio provisorio
Los resultados de las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo último generaron controversia. Desde Unidad Ciudadana, que llevó como primera precandidata a senadora por la Provincia de Buenos Aires a Cristina Fernández de Kirchner, acusaron al Gobierno nacional de manipular los datos de la elección para simular una victoria de la ex presidenta en ese distrito. La información publicada este domingo, sin embargo, no es la definitiva, sino un resultado provisorio. A continuación, las claves de este escrutinio:
¿Qué es el “escrutinio provisorio”?
El recuento provisional de votos, llamado habitualmente “escrutinio provisorio”, es una instancia del proceso electoral que sólo tienes fines informativos.
¿Qué quiere decir que sólo tiene fines informativos?
Que este escrutinio se realiza para informar a la sociedad cuáles fueron los resultados el mismo día de la elección o al día siguiente. La razón que da origen al escrutinio provisorio es que el escrutinio definitivo, que es el que tiene valor legal y lo realiza la Justicia federal con competencia electoral, demora 10 días. Si no se realizara el escrutinio provisorio, la sociedad recién conocería los resultados de una elección casi dos semanas después de los comicios.
¿Quién realiza el escrutinio provisorio?
La realización de este recuento está a cargo de la Dirección Nacional Electoral (DINE), un organismo que está bajo la órbita del Ministerio de Interior y Obras Públicas de la Nación. Si bien este recuento lo realiza un organismo oficial del Poder Ejecutivo Nacional (PEN), sus resultados no tienen valor legal y no oficializan candidaturas ni ganadores o perdedores. El escrutinio que sí tiene valor legal es el que realiza la Justicia Electoral de cada provincia. El Código Nacional Electoral habilita a publicar los primeros resultados provisorios luego de tres horas de finalizada la elección, es decir, desde las 21 horas del domingo.
¿Cómo se cuentan los votos?
A las 18 horas del día de la elección se cierran los comicios y comienza el recuento de votos. Las urnas se abren y el presidente de mesa con los fiscales partidarios cuentan voto por voto. Del recuento surgen tres documentos que deben ser firmados por el presidente y los fiscales: el acta de escrutinio, el telegrama y el certificado de escrutinio, en los que se vuelcan los datos de los votos de esa mesa.
El acta de escrutinio y el certificado de escrutinio son documentos que se utilizan para el escrutinio definitivo, a cargo de la Justicia. El telegrama, por otra parte, es el registro con el que se alimentan los datos del escrutinio provisorio. Ese telegrama es enviado por un agente del Correo Argentino desde el lugar de votación hacia uno de los 397 centros de digitalización dispuestos en distintos puntos del país por la DINE para la elección. Ahí los telegramas se escanean y la imagen es transmitida a una sede del Correo situado en el barrio de Barracas, donde está ubicado el centro de cómputos.
Es en ese momento y lugar donde se hace la carga de los datos en el sistema. Estos datos son los que finalmente se publican en el sitio web de la DINE a partir de las 21 horas del día de la elección. La carga de los datos que figuran en los telegramas escaneados estuvo en esta elección a cargo de la empresa INDRA SA.
¿Por qué no se llega a contabilizar todos los votos?
En todas las elecciones el recuento provisorio llega a un porcentaje cercano al 95% del total de las mesas. En las PASO de este domingo, por ejemplo, en la Provincia de Buenos Aires se llegó a un escrutinio del 95,68% de las mesas. Se habían alcanzado porcentajes similares en las PASO de 2013 y 2015. “Esto ocurre porque siempre hay telegramas mal confeccionados (incompletos o son inconsistentes) que no se pueden leer o que no llegaron a transmitirse”, sostienen en un trabajo Maria Page y Soledad Zárate, investigadoras del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la equidad y el Crecimiento (Cippec).
¿Hay sesgo en la carga de datos?
La principal polémica que despertó la elección de la Provincia de Buenos Aires del domingo último fue la progresión que tuvieron los resultados. A las 21 horas, cuando la DINE dio los primeros resultados, la lista de Cambiemos superaba por cerca de seis puntos a la de Unidad Ciudadana. Esa tendencia comenzó a revertirse cerca de las 23 horas, y cuando finalizó el escrutinio provisorio, a las 6.55 de la mañana, la diferencia era de sólo 0,08% a favor de Cambiemos. Esto dio origen a denuncias públicas (aunque no judiciales) por parte de referentes de Unidad Ciudadana, que acusaron al Gobierno nacional de manipular los datos.
Ernesto Calvo, profesor asociado de Ciencia Política de la Universidad de Maryland, explicó en una nota en El Estadista que la tendencia registrada el domingo no surge de una manipulación. Se corresponde, según el especialista, con la idiosincrasia del voto bonaerense ya que “una toma aleatoria de mesas de la Provincia encontraría una mayor frecuencia de mesas en las cuales gana Bullrich por poco margen y, a su vez, un número limitado de mesas donde Cristina Fernández de Kirchner arrasa”. Esto se debe a que el voto de Cambiemos se encuentra distruibuido en los municipios del interior de la Provincia, mientras que el de Unidad Ciudadana se centra en el Conurbano.
Aclara Calvo que “si tomáramos mesas al azar en toda la Provincia, el sesgo de carga no existiría”, pero “en cualquier situación en la cual existen diferencias territoriales en la carga de las distintas secciones, Fernández de Kirchner comenzaría perdiendo por paliza o ganando por afano”. Y concluye que “en el conteo final hay que agregar otras características socio-demográficas que explican que la carga en circuitos de menores ingresos y con menor nivel educativo sea más lenta”.
Fecha de publicación original: 16/08/2017
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