¿8 de cada 10 libros editados en la Argentina se imprimen en el país?
“Hoy, 8 de cada 10 libros editados en la Argentina se imprimen aquí”, expresó el director nacional de Industrias Culturales, Rodolfo Hamawi, en la apertura de la Feria del Libro. “En 2011, la industria gráfica nacional representaba el 38,5% del mercado interno y un año después, producto de una política de sustitución de importaciones, trepó al 82%”, agregó.
Los datos oficiales y del sector coinciden con las afirmaciones. En el resultado tuvieron relevancia los controles a las importaciones y los acuerdos para equilibrar la balanza comercial del sector, que aún así es deficitaria.
La afirmación de Hamawi refiere a los libros editados -registrados- en la Argentina, o sea, los que ostentan un número de identificación (denominado ISBN -International Standard Book Number-) local. Luego, la impresión puede realizarse en el país o en el extranjero.
El año pasado circularon 97 millones de libros editados en el país, de los cuales 75,5 millones de ejemplares -un 82%- fueron producto de la industria gráfica nacional. En 2011 había sido de menos del 40%, con 41 de 106 millones de libros impresos en el país.
Participación de la industria gráfica nacional en el mercado interno del libro (En cantidad de ejemplares). Periodo 2009-2012.
Fuente: Elaboración de Chequeado.com en base al “Informe sobre comercio exterior de libros y sustitución de importaciones de servicios gráficos” de la Secretaría de Cultura de la Nación, sobre datos de la Federación Argentina de la Industria Gráfica y Afines (FAIGA).
En el mismo lapso, la balanza comercial de libros redujo su déficit en más del 70%, aunque, como sostiene un documento del Centro de Estudios para el Desarrollo Económico Metropolitano (CEDEM) del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, es estructuralmente deficitaria. Desde el 2000, el resultado sólo fue positivo en los años 2002 y 2003, debido a la reducción en las importaciones por la crisis.
En 2011, a su vez, se había alcanzado el récord de la serie, con más de US$75 millones negativos. Pero el resultado 2012 ubicó el déficit comercial en 20 millones de dólares, como muestra un informe de la Cámara Argentina del Libro (CAL). Para el CEDEM, el descenso se puede explicar “por las políticas que intentan reemplazar parte de las importaciones editoriales por fabricación nacional, o bien, que las empresas compensen sus importaciones”.
En diciembre de 2010, la Secretaría de Comercio Interior emitió una resolución por la cual se determinaban límites a la cantidad de plomo en las tintas, lacas y barnices de la industria gráfica. Los fabricantes nacionales, importadores, distribuidores y comercializadores debían certificar que se ajustaban a las cantidades establecidas.
La instrumentación y puesta en marcha comenzó recién en febrero de 2012, a través de la Disposición 26/2012. Así, tanto el fabricante nacional como el importador deben presentar una declaración jurada manifestando que el producto se adapta a la resolución.
A esto se suma un acuerdo de fines de 2011 entre el Gobierno y el sector editorial, cuyo núcleo implicaba equilibrar las importaciones y las exportaciones. El convenio fue “renovado por las partes hasta el 30 de septiembre de 2013”, aseguró en enero a la agencia Télam el presidente de la CAL, Isaac Rubinzal.
Esta entidad también firmó a fines del año pasado un convenio con las papeleras para ajustar el papel local a la cotización internacional para los libros con destino de exportación.
Hay que destacar que el 40% de las importaciones corresponden a libros registrados en el país, según el informe de la Secretaría de Cultura nacional. Esto significa que son editados en la Argentina, pero impresos en otro lugar donde los costos son menores. El principal origen de estas importaciones es China, con un 38%, seguido por España, con un 36 por ciento.
Fecha de publicación original: 03/05/2013
Comentarios
Por otro lado la medida se tomó (como se hace en general) de un día para el otrom sin aviso y sin excepción. Quienes ya habían impreso libros en el exterior y estaban en camino, tuvieron que dejarlos (Ya pagados) en la aduana.
La medida es positiva y el resultado también, pero, como siempre, faltó pensar cómo se implementa y si el beneficiado termina siendo el público o sólo los industriales (Porque convengamos que tampoco es que sus empleados ganan más...)
Fuente: http://www.federaciongrafica.com.ar/
Repito que la medida me parece correcta, por el aumento en puestos de trabajo que mencionás y porque se mejora el parque de máquinas, etc.
Critico la falta de controles, la torpeza en la aplicación y la improvisación. Durante mucho tiempo hubo importantes faltantes de papel porque su ingreso estaba bloqueado y la producción no daba abasto, y esto se debía prever antes de cerrar la entrada de libros.
Valoramos mucho la opinión de nuestra comunidad de lectores y siempre estamos a favor del debate y del intercambio. Por eso es importante para nosotros generar un espacio de respeto y cuidado, por lo que por favor tené en cuenta que no publicaremos comentarios con insultos, agresiones o mensajes de odio, desinformaciones que pudieran resultar peligrosas para otros, información personal, o promoción o venta de productos.
Muchas gracias