Democratización sindical: qué proponen las centrales opositoras

Tras los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que declararon inconstitucionales varios artículos de la Ley de Asociaciones Sindicales, la CGT moyanista y la CTA opositora plantearon la necesidad de reformar el modelo sindical. Facundo Moyano presentó hace unas semanas un proyecto de ley, y la central que lidera Pablo Micheli prepara un anteproyecto propio.

En 2008, a partir de una controversia entre la Unión del Personal Civil de las Fuerzas Armadas (Pecifa) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), la Corte sostuvo que el artículo 41 de la mencionada ley “viola el derecho a la libertad de asociación sindical” amparado por la Constitución. Dos fallos del mismo tribunal en 2009 y 2013 reafirmaron esta postura, y también apuntaron al artículo 31 de la norma que refiere a los derechos exclusivos de los gremios que cuentan con personería gremial.

Ante estos hechos, surgen varias preguntas: ¿qué proponen las iniciativas de las centrales obreras opositoras? ¿Por qué son diferentes? ¿Cuál es la situación actual que habilitaría una reforma? .

¿Cuáles son los puntos más importantes del proyecto de la CGT moyanista?

El ex diputado nacional del Frente para la Victoria y ahora miembro del bloque Cultura, Educación y Trabajo, Facundo Moyano, presentó en 2013 dos proyectos que anticiparon la iniciativa de reforma que dio a conocer días antes de la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso.

El primero plantea que los sindicatos con simple inscripción gremial (es decir, sin personería) estén exentos de pagar impuestos, y el segundo obliga a los empleadores a retener los importes que los trabajadores deben tributar a las asociaciones sindicales de trabajadores “sin ningún tipo de discriminación”, es decir, tengan o no personería.

Los lineamientos del proyecto nuevo se centran en atender las dos realidades que, según él, actualmente afectan al modelo de sindicalismo peronista: la falta de representatividad y la falta de democracia sindical.

El proyecto sobre el llamado Código Electoral Sindical apunta centralmente a modificar los estatutos de las organizaciones sindicales y a derogar los impedimentos que tienen los opositores a la hora de presentarse a elecciones. Hoy existen sindicatos, como la Unión Ferroviaria, que en sus estatutos definen que la Junta Electoral, o sea el órgano encargado de arbitrar una elección interna, sea elegida por el Congreso interno, donde la primer minoría sólo está representada si obtiene, como mínimo, el 20% de los votos en la elección.

Otro de los problemas que busca cambiar la propuesta es la “carrera sindical”, es decir los requisitos previos para poder presentarse a determinados cargos, que muchas veces son restrictivos. En Atilra, el gremio lechero, por ejemplo, hay que haber sido dirigente del Consejo directivo nacional o secretario de una seccional para integrar la conducción. Otra cláusula muy difícil de cumplir por las minorías, como sucede en la UTA, es la obligación de presentar listas en todas las seccionales del país si se pretende competir por la conducción nacional del gremio.

Si bien se mencionó en un principio que se incluiría la limitación de los mandatos de los secretarios generales sindicales, finalmente esto no forma parte de la propuesta de reforma.

Según un relevamiento realizado por Chequeado en 26 gremios de la Argentina, que incluye a sindicatos de las cinco centrales de trabajadores, sus secretarios generales tienen un promedio de permanencia en el cargo de alrededor de 20 años.

Secretarios generales. Cantidad de años en el cargo.

Este análisis también pone en evidencia que, en los últimos diez años, once gremios renovaron a sus secretarios generales. De ese total, uno fue reemplazado por fallecimiento (Luz y Fuerza), tres por causas judiciales que los llevaron a renunciar (Bancarios, UF y UTA) y tres porque los secretarios generales dejaron la conducción del gremio para asumir otro cargo (Suteba, ATE y SADOP). Los cuatro restantes (UOM, SMATA, Suterh y Textiles) fueron elegidos en comicios sindicales.

¿Y el proyecto de la CTA opositora, qué propone?

El Observatorio del Derecho Social de la CTA liderada por Pablo Micheli elaboró un borrador de un proyecto que propone una reforma integral a la ley de asociaciones sindicales. Esta iniciativa fue realizada por el área de Asesoría Jurídica de la CTA, dirigida por Horacio Meguira, y será presentada en el Congreso por el diputado de Unidad Popular, Víctor De Gennaro, según Luis Campos, miembro del Observatorio.

“La crisis de representación no se resuelve sólo con inyecciones de democratización desvinculadas de la libertad sindical, ni con modificaciones parciales que reconozcan mayores derechos a las entidades simplemente inscriptas, manteniendo el régimen de personería gremial, sino dando más poder a los representados”, dice el boletín que describe el anteproyecto de Organizaciones de Trabajadores y Trabajadoras Sindicalizados.

Entre sus puntos más importantes, la propuesta de la central obrera opositora elimina la “carrera sindical” y el sistema de personerías gremiales, crea un Registro de Organizaciones de los Trabajadores, prohíbe que un dirigente gremial pueda ser patrón y que los empleadores financien a los sindicatos a través de descuentos obligatorios (sí permite los aportes voluntarios) y pasa a la Justicia del Trabajo todas las atribuciones intra e intersindicales que hoy tiene el Ministerio de Trabajo de la Nación.

“Fundamentalmente lo que plantea el proyecto es volver a entregarle a los trabajadores la libertad de organizarse sin autorización previa -explica Campos-. Y eso acompañado de un fuerte incremento de las garantías sindicales para que los delegados y dirigentes no sufran persecuciones y despidos por su tarea gremial”.

Hoy, según la ley de asociaciones sindicales, la tutela jurídica -como la protección por despido- sólo se aplica si el trabajador es representante formal (delegado, miembro de la Comisión directiva) de un sindicato con personería gremial. “Cualquier trabajador que está por fuera de ese paraguas, a menos que se encuentre una actividad estratégica o posea una altísima capacidad de conflicto, se enfrenta a un destino de despido casi con certeza”, grafica.

¿Cuáles son las diferencias y similitudes?

Para la CTA opositora, el proyecto del moyanismo propone un cambio limitado porque no apunta a modificar el corazón del modelo sindical argentino, que es el sistema de personería gremial y de un sindicato único por rama.

En la CGT moyanista, por su lado, afirman que la democracia sindical consiste en respetar la voluntad de la mayoría: quien tiene más representación es quien tiene más atribuciones; y destacan que la proliferación de sindicatos no garantizará mejor representatividad sino una liberalización, que atentará contra el poder que ostentan las organizaciones gremiales frente a las cámaras empresarias, justamente, por estar unidas.

A continuación, una síntesis con las diferencias y similitudes de ambos proyectos:

Fuente: elaboración propia de Chequeado en base a proyectos de cada central.