De Vido: “La Argentina tiene las tarifas y precios de energía ampliamente más competitivos de la región”

“Hoy la Argentina tiene las tarifas y precios de energía ampliamente más competitivos de la región”, aseguró el ministro de Planificación, Julio De Vido, durante la conferencia de prensa en la que el Gobierno anunció la quita de una parte de los subsidios al agua y al gas para uso residencial.

Es verdad que las tarifas eléctricas y de gas son de las más bajas de la región. Sin embargo, existe una fuerte disparidad con los precios en el interior del país. El bajo precio corresponde, en parte, a los subsidios, por los cuales el Estado paga la diferencia entre el costo real y la tarifa de los consumidores. El otro componente es la presencia en el territorio nacional de recursos naturales, especialmente de gas, que permiten que la energía, cuando es de origen doméstico, sea relativamente barata en relación a países que no cuentan con el recurso.

En el caso del gas natural residencial la Argentina tiene la tarifa más baja de Sudamérica, con un precio de US$ 0,10 por metro cúbico, según datos elaborados por la Asociación de Distribuidoras de Gas (Adigas). Este resultado se obtiene a partir de un promedio de las distintas distribuidoras de gas. El país que le sigue en esta lista es Bolivia, donde los consumidores pagan el metro cúbico de gas residencial a 0,14 dólares. En el otro extremo se encuentra Brasil, que paga US$ 1,70 por metro cúbico.

Los datos utilizados por De Vido fueron presentados en la conferencia de prensa. A través de una pantalla, mostró un gráfico con la tarifa argentina comparada con las de Brasil, Uruguay, Chile y el promedio europeo. En todos los casos, la Argentina es la más baja, incluso tomando la tarifa plena, es decir, sin subsidio. En los datos elaborados por Adigas y los presentados por De Vido no están incluidos los aumentos anunciados la semana última.

“Para el caso de recursos naturales como el gas, la comparación relevante es si el país es rico o pobre en el recurso. No se puede comparar un país con recursos con otro que no los tiene y decir que el primero tiene el gas más barato”, explicó Fernando Navajas, economista Jefe de FIEL y profesor titular de la UBA y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

Chile y Uruguay son países que no producen gas e importan la totalidad de su oferta, mientras que Brasil empezó a producir gas hace un tiempo pero tiene una importante dependencia de las importaciones desde Bolivia. En la Argentina, según datos de 2012 de la Secretaría de Energía, el 17% de la oferta de gas natural al mercado interno fue importado. En 2011, las compras al exterior habían representado el 13% del total.

En las tarifas eléctricas sucede algo similar, aunque en este caso la Argentina ocupa el segundo lugar. La electricidad residencial más barata la tiene Venezuela, que a través de la Compañía Anónima de Administración y Fomento Eléctrico tiene la menor tarifa de la región en casi todos los segmentos de consumo, según un informe de la Comisión de Integración Energética Regional (CIER) de 2011. Edenor y Edesur, empresas encargadas de la distribución eléctrica en el Área Metropolitana de Buenos Aires, están en segundo lugar en la mayor parte de los segmentos.

Pese a que siempre depende de cuánto sea el consumo, el informe revela que los resultados son distintos si se compara a las distribuidoras del interior del país. Por ejemplo, las distribuidoras de electricidad de Neuquén, Entre Ríos y Córdoba tienen una tarifa más alta que las principales empresas de Bolivia, Paraguay, Ecuador y Venezuela. En algunos segmentos de consumo ocurre lo mismo con las tarifas de Misiones y Tucumán.

Un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) de 2012 señala que en el caso de la distribución de gas, no existen importantes diferencias tarifarias entre el Área Metropolitana de Buenos Aires y el interior del país. Sin embargo, aclara que aún hay cuatro provincias del NOA (Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones) que no están conectadas a las redes de gas natural y que utilizan garrafas que pueden llegar a tener precios muy superiores.

El precio a boca de pozo que se paga a los productores de gas es establecido por el gobierno nacional y no hay uniformidad en el monto. La cifra depende del destino final de este gas: residencial, industrial, usinas eléctricas, vehicular, etc. El residencial es el que tiene el precio de boca de pozo más bajo. El sector que más gas recibe es el de las centrales eléctricas, con un 34% del total, según un informe de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL). El documento señala que con ese gas se genera más del 55% de la oferta de electricidad.

En 2013, el gobierno nacional destinó $ 134 mil millones a subsidios económicos, de los cuales $ 81 mil millones corresponden al sector energético. Esta última cifra representa un incremento del 46,7% respecto de 2012.