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Taxis porteños: el 3% de los conductores son mujeres

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • En las aplicaciones como Cabify y Uber la participación es similar.
  • De acuerdo con diferentes estudios, las mujeres de todos los niveles socioeconómicos reemplazan el transporte público por este servicio en búsqueda de mayor seguridad.
  • Testimonios en primera persona de mujeres al volante.

Las mujeres tienen distintas dificultades para acceder de manera igualitaria al mercado laboral. Tanto en el sector privado como en el público, son menos las que llegan a los puestos jerárquicos más altos. Además, también hay algunos sectores y disciplinas que cuentan con una participación de mujeres muy inferior a sus contrapartes masculinas. Uno de estos trabajos es el de los conductores de taxis en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En la Ciudad hay más de mil conductoras habilitadas para manejar taxis y más de 3.900 “dueñas”, es decir titulares de licencias de taxis a nombre de mujeres, de acuerdo con información oficial a la que accedió Chequeado a través de un pedido de acceso a la información pública. Las titulares de la licencia representan un 12% del total de dueños de licencias de taxis; y las mujeres al volante un 3% de todos los que conductores de taxis en la Ciudad. 

La participación de las mujeres también es minoritaria en las principales aplicaciones de transporte, como Cabify y Uber. Según indicaron desde el área de Comunicación de la primera app, entre el 2 y el 3% de sus “socios conductores” son mujeres. En tanto, desde Uber indicaron que en la Argentina 3200 mujeres manejan con su app; lo que representa más de un 5% del total.   

“No hay impedimentos legales y comerciales para la incorporación de las mujeres en este sector; las barreras son principalmente culturales”, explicó a este medio Dhan Zunino Singh, sociólogo, doctor en Historia e investigador de temas relacionados con el transporte y el género.

El especialista agregó que en la experiencia con otros medios de transporte como el subte y el tren, en la Argentina y en el exterior, fue muy importante el trabajo de los sindicatos para la incorporación de mujeres en cargos de conductoras o de guarda.

Luis Fernández, presidente de la Asociación Taxistas de Capital (ATC), consideró que “en el último tiempo la gran desocupación hizo que se sumaran mujeres a esta actividad, pero que en otros momentos ellas preferían otros sectores”. 

Valeria Herrera lidera una comisión de mujeres dentro de ATC. En diálogo con Chequeado consideró que son pocas las acciones de promoción para incorporar mujeres a la conducción de taxis. “Además, para poder vivir de esto son necesarias muchas horas de trabajo y es difícil de equilibrar con las tareas de cuidado de niños y adultos”, añadió.

Herrera señaló que la seguridad es una de las principales preocupaciones de las trabajadoras, que se enfrentan a casos de violencia, acoso, robos y otro tipo de ataques.

En primera persona

Jesica Calzone tiene 33 años y desde noviembre de 2018 es taxista en la Ciudad de Buenos Aires, después de sumarse a una convocatoria del Gobierno porteño, que promovió la incorporación de mujeres al rubro como parte de una iniciativa para reducir la brecha laboral de género. Antes era acompañante terapéutica, pero decidió cambiar después de que nació su segundo hijo. “Trabajar con el taxi tiene otra energía y puedo organizar mejor mis tiempos”, describió a Chequeado.

En un primer momento trabajó para una empresa, pero al mes decidió cambiar: “Tenían poca paciencia para acompañar a las mujeres en la adaptación”, señaló. Ahora con algunos de sus colegas tienen un grupo de WhatsApp en donde se dan apoyo durante el día, se avisan de cambios en el tránsito y se dan consejos.

Con los pasajeros, en cambio, no recuerda muchos casos de discriminación. “Sólo un pasajero que no se quiso subir cuando vio que era mujer, pero el 99% de los pasajeros están contentos. Dicen que se sienten más seguros, y la gente más grande se sorprende, pero se copa”, recordó. 

María Eva Juncos conduce un taxi en Rosario desde 2009 y es la creadora de She Taxi, una aplicación exclusiva para conductoras mujeres y para usuarios de todos los géneros. Además de esa ciudad, con la app trabajan otras mujeres en Córdoba y Santa Fe. 

El emprendimiento demanda de un gran esfuerzo personal. “Pedí un par de créditos allá por 2016 para poder desarrollarla, fue lo más complicado y aún los estoy pagando”, recordó y añadió que su hermana trabaja como administradora de manera ad honorem. 

“Las conductoras, al sentirla suya, son de gran ayuda. Son las encargadas de comunicarse de forma directa con los usuarios”, destacó.

Sobre los motivos que la impulsaron a lanzarse en este emprendimiento, Juncos recordó el caso de una pasajera que le contó conmovida que se sentía acosada por el conductor de una agencia que la llevaba frecuentemente. “Que fuese una mujer de mi edad, no una adolescente, me impactó más; y cuando vio que yo también era una mujer le permitió a ella expresarse a modo de reclamo, se desahogó. Me enfurecí y aún sigo enojada”.

La seguridad

Desde el punto de vista de las usuarias de este servicio, distintos estudios indicaron que las mujeres dejan de usar el transporte público, como el colectivo y el subte, cuando no se sienten seguras, principalmente de noche. 

El informe “Ella se mueve segura” realizado en Buenos Aires, Quito y Santiago de Chile por la Corporación Andina de Fomento y la Fundación FIA estudió casos de acoso en el transporte público de estas ciudades. Identificó también “instancias en las que las mujeres (especialmente de bajos y medianos ingresos) planean y utilizan opciones más costosas de transporte, como taxis o servicios similares (por ejemplo, Uber) para evitar el transporte público”.

Por su parte, una encuesta del Observatorio Nacional Mumalá -vinculado con Libres del Sur- señaló que el 36% de las mujeres consultadas usan comúnmente taxis o remis, y la mayoría de ellas lo eligen a la noche, “momento del día donde la percepción de inseguridad aumenta exponencialmente”. Entre los motivos de su elección se destaca la búsqueda de seguridad por sobre la comodidad o el ahorro de tiempo. 

Además, la mayoría de las encuestadas que usan taxis indicaron que se mantienen comunicadas con otras personas durante el viaje y/o identifican la patente del auto, para sentirse más seguras.

Desde el Gobierno porteño lanzaron un “filtro de preferencia” que permite a las usuarias mujeres elegir a una conductora cuando se pide un taxi en la aplicación “BA Taxi”. Según indicaron, el objetivo es “acompañar esta incorporación de mujeres al sector y otorgar una herramienta a de seguridad para las pasajeras”. 

De acuerdo con los últimos datos a los que tuvo acceso esta redacción, 10 mil conductores están registrados en BA Taxi, y de ellos solo 512 son mujeres.

Fecha de publicación original: 02/12/2019

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