¿Qué dicen las leyes sobre donación de plasma en Argentina y en el mundo?
- En nuestro país está prohibida la intermediación comercial y el lucro en la obtención de sangre o cualquiera de sus derivados.
- La Organización Mundial de la Salud (OMS) insta a los Estados miembros a promover el desarrollo de sistemas de donación altruista, voluntaria y no remunerada.
- Algunos de los pocos países donde se le paga al donante son: Estados Unidos, Alemania , Austria, República Checa y en algunas provincias de Canadá.
En la Argentina, la donación de sangre y cualquiera de sus derivados (plasma, plaquetas, glóbulos rojos) es gratuita. Todo lo relativo a la sangre humana está contemplado en la Ley 22.990, la llamada Ley de Sangre. Ya en el año 1983, cuando fue dictada la norma, se consideró a las actividades relacionadas con la sangre -y sus derivados- de interés nacional.
En este sentido, nuestro país sigue la línea de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que insta a que se promueva la donación altruista, voluntaria y no remunerada.
Cada provincia argentina tiene la autonomía para regular la sangre. Sin embargo, no puede ir en contra de la ley nacional 22.990. “En la Argentina el derecho a la salud es una facultad concurrente entre la Nación y las provincias. Por eso hay provincias con legislación propia más la ley nacional de sangre 22.990. Desde el año 95 en la Provincia de Buenos Aires tenemos ley propia”, explicó a Chequeado Yanina Spinelli, abogada y directora de Planificación del Instituto de Hemoterapia de la Provincia de Buenos Aires.
Y advirtió: “En ninguna provincia argentina se puede remunerar al donante. El acto de donación como tal es un acto voluntario, la persona se acerca voluntariamente a donar una parte de su cuerpo. Como la ley nacional establece que la donación es gratuita, ninguna de las provincias puede legislar en contra de ello”.
En los fundamentos de la Ley 11.725 de la Provincia de Buenos Aires se enfatiza su carácter voluntario: “La sangre va del hombre hacia el hombre. Parte del hombre sano para ir hacia el hombre enfermo. Debe reafirmarse que la única fuente de obtención de este recurso vital es el donante voluntario, solidario y altruista”.
En el Código Civil y Comercial de la Nación, vigente desde 2015, la sangre es un componente del cuerpo (como los órganos) y por eso se encuentra fuera del comercio, y no puede haber intermediación comercial: En el artículo 17 se lee: “Derechos sobre el cuerpo humano. Los derechos sobre el cuerpo humano o sus partes no tienen un valor comercial, sino afectivo, terapéutico, científico, humanitario o social y sólo pueden ser disponibles por su titular siempre que se respete alguno de esos valores y según lo dispongan las leyes especiales”.
Recomendaciones de la OMS
En la Resolución WHA63.12 de la Asamblea Mundial de la Salud de 2010, la OMS instó a todos los Estados “a promover el desarrollo de sistemas de donación altruista, voluntaria y no remunerada de células, tejidos y órganos en cuanto tales”. También pidió “aumentar la sensibilización pública y el conocimiento de los beneficios derivados de la provisión voluntaria y no remunerada”.
De acuerdo con los datos de la OMS, entre 2013 y 2018 se ha notificado en 156 países un aumento de 7,8 millones en las unidades recogidas de donantes voluntarios no remunerados. El aumento más pronunciado de las donaciones voluntarias no remuneradas se ha registrado en la Región de las Américas (25%) y África (23%). Mientras sólo 16 países declaran haber recogido donaciones remuneradas en 2018, con un total de cerca de 276.000 donaciones.
En qué países se le paga a los donantes
Hay pocos países donde se recibe dinero por donar sangre o cualquiera de sus derivados. El principal es Estados Unidos. Allí, esto lo maneja la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) y, dependiendo de varios factores, el pago puede ser entre US$ 20 y US$ 50 por donación. El Título 21 del Código Federal de Regulaciones es el que refiere a la donación de sangre y sus derivados.
En Canadá, “las provincias y territorios deciden si se recolecta plasma en sus jurisdicciones y cómo lo hacen. Algunas provincias prohíben que las clínicas y empresas privadas paguen a los donantes de plasma. Ni Canadian Blood Services [Servicio de Sangre Canadiense] ni Héma-Québec pagan a sus donantes ni por sangre ni por plasma”, indican en la web oficial del gobierno.
En Alemania, según la ley que regula el sistema de transfusión (la Ley de Transfusión – TFG), no debe haber dinero para la donación. Sin embargo, a partir de la segunda donación de sangre se prevé una asignación de gastos dependiendo del tipo de donación: si es donación de sangre entera son 20 euros, si es donación de plasma son 20 euros y si se trata de una donación de plaquetas se pagarán 40 euros. En Austria y República Checa también se paga a los donantes.
Sin embargo, la OMS advierte que la sangre más segura es la del donante no remunerado: “Una base estable de donantes voluntarios no remunerados que donan sangre con regularidad permite garantizar un suministro fiable y suficiente de sangre no contaminada. Este es el grupo de donantes más seguro, puesto que son los que tiene la prevalencia más baja de infecciones transmisibles por la sangre”.
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