Augusto Costa: “Los sistemas centrales de acondicionamiento de aire son elementos demostrados de propagación del virus”

El ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia de Buenos Aires, Augusto Costa, aseguró que no se va a permitir la permanencia o acceso a lugares de gastronomía u hotelería cerrados sin ventilación natural o por ventilador, ya que “los sistemas centrales de acondicionamiento de aire no van a poder funcionar porque son elementos demostrados de propagación del virus”. Esta afirmación fue realizada durante la presentación de los protocolos sanitarios para la temporada de verano 2020-2021.

Por su parte, el viceministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, explicó en una entrevista para Radio La Red que el protocolo busca “reducir el uso del aire para evitar la recirculación de los fluidos que puedan estar en el aire y así evitar los contagios masivos en un solo ambiente”.

Esto es engañoso. Es cierto que un mal uso del aire acondicionado puede generar la propagación del coronavirus. Sin embargo, no hay estudios concluyentes hasta el momento sobre el rol del aire acondicionado en la transmisión virus, y varios organismos internacionales aseguran que puede usarse siempre que no se haga en modo de recirculación de aire y haya ventilación natural en la habitación.

Qué evidencia hay sobre el tema

La investigación más citada durante la discusión sobre la posibilidad de que los aires acondicionados puedan propagar el virus SARS-CoV-2 fue una publicada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos.

Se trata de un estudio de caso de un brote en un restaurante en China, donde los miembros de 2 familias se contagiaron de coronavirus tras sentarse en las mesas contiguas a una familia que acababa de llegar de la ciudad de Wuhan (donde se inició la epidemia que luego se convirtió en pandemia).

Aunque los investigadores señalan que el estudio tiene limitaciones, concluyen que de las posibles rutas de transmisión, “la causa más probable de este brote fue la transmisión por gotitas”, pero que la distancia entre el paciente cero y el resto de las personas infectadas era mayor a un metro por lo que “un fuerte flujo de aire desde el acondicionador de aire podría haber propagado las gotitas”.

“Lo que puede suceder con el uso del aire acondicionado es el efecto turbina, que ocurre si por ejemplo una persona infectada está sentada delante del aire acondicionado, por lo que las gotitas de COVID-19 van a ser transportadas más velozmente que si no hubiera aire acondicionado”, explicó a Chequeado Elena Obieta, médica infectóloga y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).

Sin embargo, Obieta señaló que esto se puede evitar encendiendo el equipo 2 horas antes de que el lugar se llene de personas para dejar refrigerado el sitio y evitar el efecto turbina. “Creo que hay que usar los aires acondicionados como está recomendado usarlos; es decir, tienen que ser los que toman el aire desde afuera, no los que recirculan el aire, además de mantener siempre una ventana abierta para que haya ventilación con aire exterior”, agregó.

En este sentido, otra de las cuestiones señaladas sobre el estudio de caso en China es que se trataba de un espacio sin ventilación exterior. Los investigadores concluyeron que “la transmisión en aerosol del SARS-CoV-2 debido a una ventilación deficiente puede explicar la propagación comunitaria de COVID-19”. Y recomendaron favorecer la vigilancia del control de la temperatura de los comensales al ingresar, aumentar la distancia entre las mesas y mejorar la ventilación.

En una conferencia de prensa para periodistas de la Argentina, el químico José Luis Jiménez, de la Universidad de Colorado (Estados Unidos) y uno de los mayores expertos sobre aerosoles a nivel global, aseguró que el aire acondicionado no tiene mucha influencia en el contagio de COVID-19.

“En una habitación el aire acaba mezclándose en 10 o 15 minutos, por lo que vamos a terminar respirando el mismo aire”, explicó Jiménez y agregó que lo mejor es siempre dejar una ventana abierta para que haya ventilación natural y utilizar un medidor de dióxido de carbono que indique cuánto porcentaje de aire se está respirando por segunda vez.

El experto es uno de los 239 científicos que firmaron una carta que pedía a las organizaciones internacionales que tengan en cuenta la evidencia que muestra que existe un riesgo de transmisión por vía aérea del coronavirus a través microgotas que podrían viajar hasta varios metros.

En esta línea, Jiménez considera que para evitar la transmisión por vía aérea del virus hay que utilizar barbijo, ventilar naturalmente las habitaciones, evitar pasar mucho tiempo en un espacio cerrado e intentar reunirse en lugares abiertos si van a realizar actividades como cantar o hablar fuerte.

Qué recomendaciones hay sobre el uso de los aires acondicionados

La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que “los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado bien mantenidos y operados pueden reducir la propagación de la COVID-19 en espacios interiores al aumentar la tasa de renovación de aire, reducir la cantidad de aire reciclado y aumentar el uso de aire exterior”. Sin embargo, advierte que no se deben utilizar los equipos en modo de recirculación de aire. Y, de forma periódica, es necesario inspeccionar los sistemas, hacer el mantenimiento pertinente y limpiarlos.

En esta línea, la mayoría de las recomendaciones (ver acá, acá y acá) señalan que para reducir la posibilidad de transmisión aérea es clave mantener los espacios bien ventilados y no poner el aire acondicionado en modo de recirculación.

“No coincido con la idea de prohibir el uso del aire, lo que se debería hacer es exigir el cumplimiento de las condiciones en las que tiene que estar el equipo”, dijo a Chequeado Mario Alcoba, presidente de la Cámara Argentina de Calefacción, Aire Acondicionado y Ventilación (CACAAV).

“Hay diferentes tipos de equipos: los equipos domiciliarios únicamente toman aire del interior y lo recirculan, pero otros equipos pueden tomar aire del exterior nuevo y mezclarlo, lo que produce una disminución en la cantidad de virus en el aire”, agregó.

El CACAAV publicó un protocolo para el uso y manejo del aire acondicionado en la pandemia, en la que se recomienda evitar la recirculación del aire, mantener ventilados los ambientes y mejorar los sistemas de filtrado.

Por lo tanto, lo que dijo Costa es engañoso. Es cierto que un mal uso del aire acondicionado puede generar la propagación del nuevo coronavirus. Sin embargo, hasta el momento, no hay estudios científicos concluyentes sobre el rol del aire acondicionado en la transmisión del SAR-CoV-2. Expertos y organismos internacionales coinciden en que no es necesario prohibir su uso sino que hay que utilizarlos correctamente: evitar hacerlo en modo recirculación de aire y que haya ventilación natural en la habitación.

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