Política

Jorge Macri (Juntos por el Cambio) fue el candidato más votado: alcanzó el 49,61% de los votos y quedó a menos de medio punto de llegar al 50%, porcentaje necesario para ganar en primera vuelta. Sin embargo, Leandro Santoro (Unión por la Patria), que quedó en segundo lugar con el 32,2% de los votos, anunció su renuncia al balotaje 2 días después de los comicios.

El actual mandatario obtenía el 44,8% de los votos con el 89% de las mesas escrutadas. Como en la Provincia no hay balotaje, se convirtió en el gobernador electo.

El dato supera al de las primarias en 8 puntos porcentuales, pero es la segunda concurrencia más baja en una elección general presidencial desde la recuperación de la democracia. Respecto de las últimas elecciones presidenciales, las de 2019, la participación bajó casi 3 puntos.

Las 3 consultoras que son mencionadas en los mensajes aseguraron que no realizaron encuestas de boca de urna, por lo que desconocieron haber informado los resultados referidos.

En el Senado se renuevan 24 representantes: Juntos por el Cambio pone en juego 10 de sus 27 bancas, mientras que Unión por la Patria deberá renovar 9 sobre un total de 30. En Diputados se deben elegir 130 representantes: a Unión por la Patria se le vencen 68 de sus 118 bancas, mientras que Juntos por el Cambio debe renovar 55 mandatos sobre un total de 117. 

En las elecciones generales del 22 de octubre ninguno de los candidatos consiguió el porcentaje definido por la Constitución nacional para ganar en primer vuelta, por eso se realizará una segunda o un “balotaje” para definir al presidente entre Sergio Massa (Unión por la Patria) y Javier Milei (La Libertad Avanza). Será el próximo 19 de noviembre.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires es uno de los cuatro distritos del país con sistema de segunda vuelta electoral. Si el candidato más votado no supera el 50% de los votos afirmativos, hay balotaje. Desde que la Ciudad es un distrito autónomo sólo no hubo balotaje en las elecciones de 2019, cuando Horacio Rodríguez Larreta se impuso en primera vuelta.

Durante la jornada electoral circularon desinformaciones vinculadas al proceso de votación y al escrutinio. Utilización de boletas no oficializadas, telegramas con errores o tachaduras y urnas con fajas rotas. En esta nota, analizamos las desinformaciones más habituales que circularon durante los comicios.

En las primarias se votó con un sistema mixto: los cargos nacionales se eligieron mediante el tradicional sistema de boleta partidaria y los locales, con la Boleta Única Electrónica (BUE). Pero la Justicia electoral detectó problemas en la implementación del sistema electrónico. Por eso, en las elecciones generales se votarán todos los cargos con el sistema de boleta partidaria de papel, con un sólo sobre y una única urna.

En las generales, se cuentan los “votos afirmativos válidamente emitidos”, es decir, los que eligen a una boleta de candidatos. Por eso, el universo se achica: para calcular los porcentajes sólo se cuentan los afirmativos y se excluyen los votos en blanco. En el balotaje estos votos se cuentan igual.

Durante todo este período o parte del mismo, estarán prohibidas determinadas actividades que podrían entorpecer el normal desarrollo de los comicios, como la venta de bebidas alcohólicas o la realización de espectáculos públicos.

Para saber si una boleta es oficial o no se la puede verificar en la página de la Cámara Nacional Electoral. Si la autoridad de mesa califica de válido o nulo un voto con una boleta no oficializada, un fiscal partidario puede recurrirlo y será la Justicia electoral la que tomará la decisión final de incorporarlo o no al escrutinio definitivo.

La foto es una captura de un video que circula, por lo menos, desde un mes antes del ataque a Israel por parte del grupo terrotista Hamas. En el sitio de noticias Kurdistán 24, de donde se tomó la imagen, no hay vínculo alguno con la noticia del conflicto bélico entre Hamas e Israel.

Un video en el que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner llama a votar por la coalición Unión Ciudadana circula como si hubiese sido grabado previo a las elecciones generales del 22 de octubre. Pero es falso. La grabación original fue difundida dos días antes de las elecciones primarias legislativas de agosto de 2017, en las que Fernández de Kirchner formaba parte de la oposición. 

El texto circula como actual y adjudicado al cantante catalán a partir del ataque de Hamas a Israel y la respuesta de Israel, pero es falso. La carta circula, por lo menos, desde 2009 y el propio Serrat comunicó a la agencia de noticias EFE que esa carta no fue escrita por él.