Cuáles son los principales factores que influyen en los incendios forestales

Son 10 las provincias argentinas afectadas por incendios, de acuerdo con el último reporte diario del Servicio Nacional del Manejo del Fuego. En Corrientes, La Rioja, y Salta hay incendios activos; mientras que en la Provincia de Buenos Aires, Catamarca, Córdoba, Entre Ríos, Misiones, Santa Fe y Tucumán están contenidos.

En los humedales del Delta del río Paraná, la superficie afectada por el fuego supera las 198 mil hectáreas; mientras que en Córdoba, otra de las zonas más impactadas por estos incendios, las llamas alcanzaron a 40 mil hectáreas aproximadamente, según detalla el organismo que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación. La zona afectada en estos dos casos representa más de 10 veces la superficie de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

El impacto de la sequía

El último informe nacional de peligro de incendios de vegetación, realizado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, a cargo de Juan Cabandié, advirtió sobre la sequía y la existencia de material combustible disponible.

Para la zona centro, compuesta por Córdoba, La Rioja, San Juan, San Luis, detalla que “las condiciones de déficit hídrico sumado a la aceleración del secado del pasto por efecto de las heladas, aumentan la probabilidad de ignición en el área”.    

Además, para el NEA (Misiones, Corrientes y Entre Ríos) señala que hay un ascenso generalizado de disponibilidad de combustible medio y grueso; y en Corrientes y Entre Ríos “una marcada anomalía positiva en la cantidad de focos de calor con respecto a los últimos 5 años (4.228 y 6.582 vs. 2110 y 401 respectivamente)”.

La Dirección de Evaluación de Impacto Ambiental y Análisis del Riesgo Ambiental, que dirige la misma cartera, registró 241 incendios forestales y rurales en julio último, que afectaron a más de 79 mil hectáreas, la mayoría de ellas en Entre Ríos. 

Se trata de una cantidad de incidentes y de superficie afectada mayor a la registrada en el mismo período de los años anteriores. En julio de 2019, los incendios registrados fueron 163 en 18.861 hectáreas; y en 2018; 90 incendios en más de 6 mil hectáreas.

El factor humano

“La mayoría abrumadora de los incendios son de origen humano”, indicó a Chequeado Sergio Federovisky, secretario de Control y Monitoreo Ambiental, que depende del Ministerio de Ambiente nacional.

El funcionario agregó: “En el Delta, creemos que la mayoría o la totalidad fueron provocados, no casuales ni accidentales. Inferimos que la motivación fue la limpieza de terrenos para la producción ganadera o agrícola, por eso el ministro Juan Cabandié se presentó como querellante ante la Justicia”. 

La investigación sobre las causas de los incendios en el Delta se tramita en el Juzgado Federal N° 1 de Paraná. Por su parte, en Córdoba, la fiscal de Instrucción de Cosquín Paula Kelm y la fiscal de Deán Funes, Fabiana Pochettino, consideran que los incendios fueron intencionales, como refleja esta nota de La Voz.

El cambio climático y el impacto ambiental

Desde la cartera nacional también advierten que hay factores naturales que influyen en esta situación. “Vemos una situación parecida a la de 2008, un año seco posterior a un año muy húmedo con inundaciones, que dejan mucho material orgánico que prende más fácil”, indicó Federovisky y agregó: “Además, el nivel de los ríos es muy bajo”.

Consultado por este medio, Manuel Jaramillo, director de la ONG Vida Silvestre, consideró que “el cambio climático contribuye a generar situaciones extremas, como temperaturas altas y sequías, que permiten que cualquier foco ígneo se transforme en un incendio”.

En relación al riesgo ambiental de los incendios, Jaramillo ejemplificó con el caso de Australia. “Después de los incendios tuvieron lluvias torrenciales; al no tener el suelo la protección de los bosques nativos se produjeron aludes, que hasta impactaron en viviendas, y también se registró una gran mortandad de peces, que se alimentaron de de todo el material combustible quemado que llegó a los ríos”, detalló.

También existe la amenaza de que los bosques después de los incendios no vuelvan a la situación previa y sean utilizados con otros fines. “Esto está prohibido por el artículo 40 de la ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos”, indicó Jaramillo .

Efectivamente, la ley indica que si un bosque nativo es afectado por un incendio, “corresponde a la autoridad de aplicación de la jurisdicción respectiva la realización de tareas para su recuperación y restauración, manteniendo la categoría de clasificación que se hubiere definido en el ordenamiento territorial”.

Por último, el titular de la ONG ambientalista hizo foco en la importancia de la prevención. “Además de campañas de concientización de uso responsable del fuego, también se debe estar atentos ante las cargas de combustible y manejarlas responsablemente; la quema controlada, con personal capacitado de ese material podría evitar incendios de estas dimensiones”.