Es falso que colocar media cebolla en la mesa de luz mientras dormimos previene la gripe y otras enfermedades
- Circula en Facebook un posteo que asegura que la cebolla absorbe los virus y las bacterias evitando así enfermarse y que los restos de esta hortaliza son venenosos, incluso si se los deja en la heladera.
- Sin embargo, estas afirmaciones son falsas. No hay evidencia científica de que las cebollas absorban bacterias o virus y hasta es biológicamente imposible.
- El consumo de cebolla es beneficioso para la salud. Se pueden cortar o picar y guardar en la heladera durante 2 o 3 días y luego ser utilizadas sin ningún problema.
Circula en Facebook un posteo que asegura, entre otras cosas, que las cebollas “absorben los virus y bacterias”. Por esta razón, recomiendan cortar una cebolla y colocarla en la mesa de luz para no enfermarse. A su vez, debido a esta misma causa o porque “crean bacterias tóxicas”, la publicación indica que “los restos de cebolla son venenosos, incluso si se los deja en la heladera”.
Sin embargo, estas afirmaciones son falsas. Contrariamente a lo expuesto, la cebolla es considerada un alimento funcional por los numerosos y probados beneficios que su consumo tiene para la salud.
Además, tiene propiedades antimicrobianas que implican que en su superficie no se desarrollen bacterias con facilidad y dure mucho tiempo en la heladera, incluso después de cortada, pero esto nada tiene que ver con la supuesta capacidad de absorber virus o bacterias.
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Virus y bacterias en alimentos
El posteo desinformante comienza con un relato en el que cuentan que la cebolla salvó a un granjero de la gripe porque “absorbió” el virus causante de la enfermedad. Esto es falso y biológicamente imposible.
Los virus (como el virus de la influenza causante de la gripe, o el tan famoso SARS CoV-2 que provoca la COVID-19) son simplemente material genético. Solitos no tienen la capacidad de reproducirse, necesitan la “maquinaria” celular de un ser vivo. Una cebolla cortada no califica como ser vivo.
“Los virus no pueden desarrollarse ni en plantas ni en animales muertos”, explicó a Chequeado la doctora en Bromatología Carolina Busso Casati, docente de Microbiología de Alimentos en Ingeniería de Alimentos en la Universidad Católica Argentina. Y agregó: “Además los virus de plantas atacan solo a las plantas y los de animales a los animales. La gripe nunca podría existir en la cebolla”.
Así no tiene sentido decir que “cuando colocó la cebolla bajo el microscopio, encontró el virus de la gripe en la cebolla” como afirma el posteo viral. “Solo los virus que tengan como target a las cebollas sí ingresarán (a través de lesiones, cortes o aprovechando el ataque de hongos filamentosos) al bulbo en la planta viva”, sostuvo el investigador independiente del Conicet Patricio Santagapita , profesor de microbiología de alimentos en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires.
A diferencia de lo que asegura el posteo viral, son los virus y no las bacterias los causantes de los resfriados y las gripes en los seres humanos. Por otra parte, las bacterias son otros tipos de organismos que sí pueden desarrollarse de manera autónoma en diferentes lugares, siempre y cuando tengan las condiciones que cada una necesita para vivir.
Preservación de cebollas (y vegetales)
El mencionado posteo de Facebook indicaba también: “nunca guarde una porción de cebolla en rodajas para luego usarla en la preparación de los alimentos. Ni siquiera es seguro si guarda la cebolla en una bolsa con cierre hermético y la coloca en su refrigerador”.
Al respecto, María Claudia Degrossi, doctora en química, miembro del equipo de Cazabacterias explicó a este medio que “las cebollas se pueden cortar o picar y guardar en la heladera durante 2 o 3 días (en un recipiente cerrado o envueltas en film) y luego ser utilizadas, tanto crudas como cocidas, sin ningún problema”.
Las cebollas también pueden almacenarse limpias y cortadas en el freezer, donde no desarrollarán microorganismos. De hecho, si luego se pica la cebolla cuando aún está congelada es probable que sea menos irritante, evitando el llanto.
Como con todo vegetal, es importante al momento de la compra estar atentos a que la piel esté íntegra y crujiente y que no tengan brotes. Porque muchas de las bacterias y hongos que podrían desarrollarse luego en la cebolla ya vienen en el cultivo, no provienen del aire.
“En la cebolla entera el deterioro se da de adentro hacia afuera, como resultado de ser cosechadas con alta humedad o ser almacenadas en ambientes húmedos que favorecen el desarrollo de hongos”, dijo Busso Casati, quien además es investigadora en preservación de alimentos en la Universidad Católica Argentina.
Luego de ser cortada, la cebolla no debería permanecer mucho tiempo afuera de la heladera porque, más allá de tener un pH levemente ácido (entre 5.3 y 5.8 dependiendo de la variedad ) igual pueden desarrollar ciertos mohos y bacterias al igual que en la mayoría de las frutas y los vegetales.
Pero la cebolla presenta una ventaja extra: “Por su composición no es un alimento ideal para que desarrollen microorganismos, ya que de hecho tienen compuestos con actividad antimicrobiana”, comentó Degrossi, autora del libro “Cómo cocinar sin intoxicar a la familia”.
Un alimento funcional
La evidencia científica muestra que la cebolla está lejos de ser venenosa y se trata, en realidad, de un alimento funcional (ver algunos trabajos científicos acá, acá y acá).
Se considera a un alimento dentro de esta categoría cuando, por sus características nutricionales, puede brindar un beneficio suplementario para la salud y/o puede disminuir el riesgo de contraer enfermedades. Las cebollas cumplen con estas 2 condiciones gracias a la alta concentración de compuestos bioactivos como fructanos, flavonoides y organoazufrados.
Los fructanos son carbohidratos complejos que, al no ser fácilmente digeridos, representan una excelente fuente de fibra, clave para el correcto funcionamiento del sistema digestivo. Los flavonoides son un conjunto de sustancias con un alto poder antioxidante. La cebolla tiene una alta concentración específicamente de quercetina que, además, tiene poder antiinflamatorio y favorece al sistema inmunológico.
Estudios clínicos muestran que el consumo de extractos de cebolla ricos en quercetina tienen un efecto benéfico también para prevenir enfermedades cardiovasculares y para tratar la resistencia a la insulina en personas diabéticas o con problemas de obesidad.
Toda la evidencia indica que el consumo de cebolla es beneficioso para la salud, muy lejos de ser un veneno como dice el posteo desinformante. “El consumo de cebolla es muy recomendable. Tiene poder anticoagulante, reduce el contenido de colesterol y tiene poder antibacteriano”, explicó a Chequeado el ingeniero agrónomo Claudio Galmarini, investigador principal Conicet especialista en este cultivo y director del Centro Regional Mendoza-San Juan del INTA.
Los compuestos azufrados son los responsables del olor y pungencia característicos de la cebolla y también actúan impidiendo el desarrollo de ciertas bacterias y hongos. “La cebolla, como otras especies del género Allium, tienen actividades antimicrobianas, antivirales y antifúngicas pero eso nada tiene que ver con capturar o encapsular virus, bacterias u hongos”, aseguró Santagapita.
En conclusión, es falso que colocar media cebolla en la mesa de luz mientras dormimos previene la gripe y otras enfermedades. No hay evidencia científica que la cebolla absorba los virus y las bacterias. El consumo de cebolla es beneficioso para la salud. Se pueden cortar o picar y guardar en la heladera durante 2 o 3 días y luego ser utilizadas sin ningún problema.
Cebolla y mascotas
Es importante tener en cuenta que lo que es bueno para nosotros no siempre lo es para nuestras mascotas. Por ejemplo, los perros no pueden digerir un componente del cacao (la teobromina) y pueden intoxicarse si comen chocolate. La cebolla, junto con todos los vegetales del género Allium (ajo, puerro, cebolla de verdeo, etcétera.) se suman a la lista de alimentos que pueden resultar dañinos para perros y también gatos.
“Es nocivo darles cebolla a las mascotas porque en ellos tiene un efecto anticoagulante muy severo y de tener heridas pueden sufrir problemas de coagulación”, concluyó Galmarini.
Fecha de publicación original: 03/08/2022
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