Estados Unidos e Irán: cómo se reavivó el conflicto entre los dos países
- Recientemente, Estados Unidos mató al general iraní Qassem Soleimani e Irán respondió con ataques con bases estadounidenses en Irak.
- Compartimos una nota del sitio de fact-checking Politifact que describe los hechos previos a la escalada de los últimos días.
En una conferencia de prensa, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció nuevas sanciones económicas contra Irán, después del último ataque iraní contra bases estadounidenses en Irak. Esta embestida fue llevada adelante en represalia contra el ataque con drones de los Estados Unidos que mató al general iraní Qassem Soleimani en Irak el 2 de enero último.
Para entender mejor cómo se llegó a esta escalada entre los dos países, traducimos esta nota de Politifact, un sitio pionero de fact-checking con base en Washington, que describe los pasos previos al endurecimiento del conflicto de los últimos días.
Rara vez Estados Unidos e Irán participan de acciones militares directas como la de los últimos días. Las dos naciones están enfrentadas desde que la revolución islámica de 1979 derrocó a un gobierno instalado y apoyado por Washington, pero en diciembre de 2019 las tensiones levantaron temperatura.
En el último año y medio, el aumento de las sanciones económicas de los Estados Unidos a Irán fue un factor importante, pero además Irán se encontró liberada para enfocarse en otros frentes cuando el Estado Islámico fue vencido y Siria ganó ventaja en su guerra civil.
Esta es la sucesión de eventos que desembocó en esta crisis.
Mayo de 2018: Trump se retira del acuerdo nuclear
El Presidente estadounidense prometió en campaña que sacaría al país del acuerdo multinacional firmado en 2015 (por el gobierno de Barack Obama) para limitar el programa nuclear iraní. Irán cumplió con el acuerdo pero, en mayo de 2018, Trump canceló la participación estadounidense y volvió a imponer las sanciones económicas que estaban en pie antes del acuerdo.
Mayo de 2019: apretando los tornillos económicos; pequeños ataques
Bajo una política titulada de máxima presión, la administración Trump bloqueó totalmente la venta de petróleo iraní, y la economía de este país se derrumbó.
El mismo mes, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, anunció la venta de armas a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, enemigos de Irán en el Medio Oriente.
En Irak, un misil cayó sobre la zona verde de Bagdad [N. de la R.: la capital de Irak], la zona más segura de la ciudad en donde se ubica la embajada de los Estados Unidos.
Cuatro buques petroleros -2 de origen saudí, 1 emiratí y otro noruego- sufrieron daños menores por explosivos ubicados por debajo de la línea de flotación. El cuidadoso ataque (ninguna nave estuvo en riesgo de hundirse) sugirió un “actor estatal”. Investigadores estadounidenses señalaron a Irán.
Junio de 2019: drone derribado
Irán derribó un drone estadounidense alegando que había ingresado a espacio aéreo iraní. Trump dijo en ese momento que había cancelado un ataque en represalia porque habría causado la muerte de iraníes, lo que habría sido “desproporcionado”.
Milicias iraquíes realizaron más ataques contra instalaciones petroleras, incluyendo un ataque con un misil contra un proyecto de la empresa Exxon-Mobil en el sur de Irak, y la embestida de 2 buques petroleros saudíes.
Julio de 2019: incautación de buques
A comienzos de julio último, militares británicos confiscaron un buque iraní en la costa de Gibraltar (ubicado en la unión del Océano Atlántico y el mar Mediterráneo), y alegaron que estaba distribuyendo petróleo de manera ilegal a Siria.
El 19 de julio, Irán incautó un buque de bandera británica cerca del estrecho de Ormuz (ubicado en el Golfo Pérsico). Finalmente, tanto los buques iraníes como los británicos fueron liberados.
Alrededor de ese periodo, Trump anunció que las fuerzas estadounidenses en el golfo Pérsico habían derribado un drone iraní usando interferencia electrónica, aunque Irán desmintió esta pérdida.
Septiembre de 2019: noqueando el petróleo saudí
El 14 de septiembre de 2019, una serie de misiles atacaron casi 20 instalaciones saudíes de petróleo y gas en las localidades de Khurais y Abqaiq. Fuerzas en Yemen se declararon responsables, pero todos los indicadores señalaban a Irán. El secretario de Estado Pompeo dijo: “En el medio de todos estos pedidos por disminuir la escalada del conflicto, Irán ahora lanzó un ataque sin precedentes contra el suministro de energía del mundo”.
Dina Esfandiary, especialista del Centro de Estudios de Ciencia y Seguridad en la King’s College de Londres, ve este ataque como un momento crucial.
“Fue muy importante para Irán y la región”, dijo Esfandiary. “Demostró que Irán no temía atacar infraestructura, y Teherán [N. de la R: capital de Irán] logró enviar un mensaje: si nos bloquean las ventas de petróleo, nosotros vamos a meternos con sus ventas de petróleo. Fue un ataque dirigido y efectivo”.
Un cambio rápido en diciembre
El ataque de septiembre fue seguido por un periodo de calma. Hubo reportes que indicaban que Irán estaba enviando más misiles de corta distancia a sus milicias aliadas en Irak.
Iraquíes que protestaban contra la corrupción de su gobierno y la interferencia de Irán y los Estados Unidos en temas internos llevaron adelante movilizaciones que dejaron muertos y provocaron la destitución del primer ministro iraquí.
Sin embargo, los enfrentamientos militares en este periodo fueron limitados.
“Estuvo relativamente tranquilo desde finales de diciembre”, dijo Suzanne Maloney, investigadora superior del Centro de Políticas para Medio Oriente del Instituto Brookings, con base en Washington, y agregó: “Mientras tanto, Pompeo y otros funcionarios estadounidenses parecieron fijar cuál sería la línea que, de cruzarse, provocaría una respuesta de los Estados Unidos: la muerte de personal estadounidense”.
Eso ocurrió el 27 de diciembre último, cuando un ataque con un misil en una base en la ciudad de Kirkuk (Irak) provocó la muerte de un contratista estadounidense. Al día siguiente, misiles norteamericanos atacaron a milicias iraquíes apoyadas por Irán, causando muchas muertes. [N. de la R: La Deutsche Welle, la cadena pública alemana, informó que “al menos 25 combatientes iraquíes perdieron la vida”]
El 31 de diciembre, milicias iraquíes tomaron por asalto la embajada de los Estados Unidos en Bagdad, incendiando los edificios perimetrales. Con la intervención del gobierno iraquí, abandonaron el lugar al día siguiente.
El 2 de enero, un drone estadounidense mató a Soleimani y muchos otros, incluyendo a un comandante de una milicia iraquí e iraníes que viajaban con Soleimani.
Trump y Pompeo dijeron que la muerte de Soleimani desbarató ataques inminentes que ponían en riesgo cientos de vidas estadounidenses.
Esfandiary dijo que por el momento el patrón de comportamiento sugiere lo contrario. “Teherán sabe que sería una locura hacer algo a gran escala porque conduciría a una guerra convencional con los Estados Unidos, que inevitablemente perdería”, dijo y agregó: “Más bien, el modus operandi de Irán es seguir siendo una molestia a través de ataques de menor escala por derecha e izquierda, que periódicamente escalan y se intensifican”.
Pero el especialista en Medio Oriente Anthony Cordesman, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, señaló que las confrontaciones más activas que empezaron en mayo último marcaron un cambio táctico de Irán.
“Una vez que Isis fue vencido, y Siria fue mayormente asegurada, el ritmo de los eventos en general estaba empujando a Irán a enfrentarse con los Estados Unidos por Irak”, dijo Cordesman.
La influencia iraní en Irak
A inicios de diciembre, un funcionario del Departamento de Estado identificó a Soleimani como una amenaza política. Después de las protestas políticas, el primer ministro iraquí renunció y se iniciaron negociaciones para reemplazarlo.
El subsecretario del Departamento de Estado para Asuntos del Cercano Oriente, David Schenker, emitió una importante objeción por parte de los Estados Unidos.
“Soleimani está en Bagdad trabajando sobre este tema”, dijo Schenker en una conferencia de prensa el 6 de diciembre último, y agregó: “Nos parece que líderes terroristas extranjeros, o líderes militares, no deberían reunirse con líderes políticos iraquíes para determinar quién será el próximo primer ministro de Irak”.
Schenker dijo que los ataques realizados por milicias iraquíes apoyadas por Irán a bases iraquíes eran una señal de que las sanciones económicas estaban funcionando.
“Claramente tienen miedo y están bajo presión, y por eso están atacando”, dijo.Cuando se le consultó cómo esos ataques significaban un progreso, Schenker dijo: “A veces las cosas tienen que empeorar antes de mejorar”.
Traducción: Lucía Martínez
Fecha de publicación original: 10/01/2020
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