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Energía nuclear: la Argentina y el mundo

Al anunciar la puesta en marcha de la central de Atucha II, Cristina Fernández habló de la Argentina como un país “líder en materia de energía nuclear”. La nueva planta, que empezará a funcionar en un año, es la tercera del país. Se prevé que aportará 700 megavatios al sistema eléctrico, aumentando la participación de lo nuclear en la electricidad consumida.

En la Argentina hoy la energía nuclear produce el 6% de la electricidad que se consume. En el mundo representa el 13 por ciento.
 
Energía nuclear: la Argentina y el mundo
Fuente: Agencia Internacional de Energía Átomica (IEAE). 

La energía nuclear, sin embargo, está en retroceso en otros países. En Alemania se decidió que a partir de 2022 no funcionarán más centrales atómicas, a pesar de que un 28% de su electricidad proviene de fuentes nucleares. El terremoto en Japón, en marzo de 2011, y los incidentes que siguieron en la planta de Fukushima, impactaron a la opinión pública y aceleraron la salida de Alemania de la opción nuclear. Estados Unidos, por otro lado, aunque no ha tomado una postura formal sobre el tema, no está desarrollando activamente el sector nuclear.

Los defensores de esta fuente de energía la ven como una alternativa a otras que producen gases de efecto invernadero (las energías tradicionales: carbón, gas y petróleo), y por ende una posible respuesta al dilema de cómo mantener el desarrollo económico sin aumentar los niveles de CO2 que generan el cambio climático. Argumentan que las energías renovables, como la eólica o la solar, no son competitivas en volumen de producción y precio.

Para los detractores de la energía nuclear, se trata de una actividad peligrosa, cuyos costos totales no se han tomado en cuenta, puesto que si bien la producción es relativamente barata, no existen soluciones definitivas para disponer de los residuos radioactivos que genera.

Según esta óptica, las energías renovables no se han desarrollado lo suficiente por falta de inversión en el sector. Un informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA) muestra que en 2008 a nivel mundial, “la fisión y fusión nuclear atrajeron el 40% del presupuesto gubernamental destinado a investigación y desarrollo de energías (78% del cual fue destinado a reactores de fisión tradicionales)”. Entre 1975 y 2005, los gobiernos de los países miembros de la organización, gastaron aproximadamente 5 veces más en la investigación de la energía nuclear que en las renovables.

George Monbiot, periodista y especialista británico en temas energéticos, publicó en una columna sus razones para apoyar a la industria nuclear, después de haberla combatido. En ella explica que lo peor que podría pasar es que se vuelva a las energías fósiles para reemplazarla. “Sí, preferiría que todo el sector (nuclear) cerrara, si hubiera alternativas menos perjudiciales. Pero no existen soluciones ideales. Todas las tecnologías energéticas implican un costo, al igual que la ausencia de tecnologías energéticas”, argumentó. El debate sigue abierto.

Nota: El parlamento suizo acaba de votar la salida progresiva del país de la energía nuclear para 2034.

Temas

Comentarios

  • Rodrigo4 de octubre de 2011 a las 5:32 pmBuen informe,
    yo creo que en este tema es mas la desinformación, quiero agregar que lo nuclear no solo aplica a energía, actualmente me encuentro en desarrollos de investigación nucleares, existen muchísimas mas aplicaciones, por ejemplo en mi caso utilizamos los isotopos radiactivos generados por una central nuclear de investigación para detectar cáncer, esto se hace con emisión de positrones por medio del un isotopo radiactivo, se encuentra dentro de los diagnósticos no invasivos (No afectan al usuario).
    Ahora también hay que tener en cuenta, SOMOS ARGENTINA!!! no podemos copiar los modelos de Alemania ni de Suecia, estamos en desarrollo, como dijo George Monbiot: no es ni nuclear o nada, pero mejor nuclear que de fósiles.
  • Enzo6 de octubre de 2011 a las 4:24 pmMe gustaría saber con qué reemplazará Alemania la generación nuclear que sacará de servicio en los próximos años.
  • Gaby17 de octubre de 2011 a las 4:36 am[quote name="Enzo"]Me gustaría saber con qué reemplazará Alemania la generación nuclear que sacará de servicio en los próximos años.[/quote]

    Idem
  • Pablobd25 de octubre de 2011 a las 7:12 pmalemania va a tener que importar energia de sus vecinos como francia o belgica, que sera producida en reactores nucleares, va a tercerizar el átomo
  • matfern25 de octubre de 2011 a las 9:02 pmBrasil tiene en proyecto construir 5 centrales nucleares mas, esta terminando Angra3 con una historia similar a Atucha2.
    China tiene en construccion 28 centrales nucleares. Rusia 11, Corea del Norte e India 5. Asi que es parcial la afirmacion "la energia nuclear esta en retroceso en otros paises".

    Por ejemplo Alemania "dice" que no generara mas un MW de energia nuclear para 2022, como reemplazara la demanda de eneriga de su creciente industria? con carbon? fuel? gas? yo me permito creer que es una decision politica que le permite al Gobierno de turno sacarse la presion de la sociedad influenciada por greenpeace y su desconocimiento sobre la energia nuclear.

    Sobre la afirmacion "ARG lider en materia nuclear" estan errando nuevamente, Argentina es pionera en muchisimos campos en materia nuclear, no solo en generacion electrica si no en uso medicinal. Sin ir mas lejos el CAREM es un proyecto revolucionario en materia de energia nuclear en el mundo.
  • nsanchez16 de febrero de 2012 a las 5:46 pmBasta con insistir con el CO2 y su supuesta relación con el calentamiento global!

    http://www.youtube.com/watch?v=QcsImZaYMac
  • Ruben Kalmbach10 de marzo de 2012 a las 4:19 amSoy aleman (vivo en Argentina). En mi país desde hace décadas se viene invirtiendo en materia de energías renovables. Hay pueblos donde todas las casas poseen paneles solares en sus techos y así venden más energía al sistema eléctrico del que consumen. Es solo un ejemplo de varios. Argentina podría ser líder mundial en energía eólica y solar, pero en lugar de invertir en estas tecnologías se derrochan en la nuclear. Alemania esta cambiando su sistema de distribución energético de tal modo que ya no deberá depender del extranjero. Estoy muy orgulloso que hayamos dado el primer paso hacia un futuro no nuclear, y me cuesta entender que en Argentina aun se vea como "avance" "moderno" y "orgullo" el hecho de apostar por este tipo de energías. Realmente la población no esta para nada informada sobre estos temas.
    • LeonardoF10 de marzo de 2012 a las 10:04 pmFalta en este informe y en tu comentario, tener en consideración que los tan mentados paneles solares no son tan buenos para el medioambiente.

      http://www.fp-es.org/los-paneles-solares-emiten-gas-de-efecto-invernadero
  • arielsk3 de octubre de 2014 a las 2:19 amdeveriamos alternarnos por distintas formas de producir energia innovar con otras fuentes de produccion de electricidad
  • Roberto Peccia1 de abril de 2016 a las 7:27 pmINAMISTOSA FUKUSHIMA Roberto Peccia , autor de "Energía Nuclear, réplocas humanas y urbanas" 2013 Transcurridos tres años de la catástrofe nuclear japonesa -y lejos de haber finalizado- el debate no sólo es aconsejable, sino absolutamente necesario.. Aún con su opacidad informativa y externalidades ausentes; la inseguridad colectiva, la población involucrada y su prospectiva espacial deben ser cuidadosamente atendidas. Japón tercera economía mundial, en un hinterland de alta friccionaiidad geopolítica, con intensa, sistemática y recurrente actividad sísmica (Anillo de Fuego del Pacífico), crecimiento de su presupuesto y bases militares, y ubicada en la región más poblada del planeta que se ha duplicado desde 1950. De las 10 áreas urbanas del mundo que superaban los 10 millones de habitantes, Asia en 1960 sólo aportaba 3, para el 2000 fueron 6 y para el 2015 totalizarán 8 de las 10 megaciudades en la lista. En el 2050 la ONU estima para el continente asiático, un crecimiento poblacional superior al 60 por ciento, disparando aún más su población urbana. Japón como sociedad ordenada, del selecto grupo de países centrales, relevante rango científico tecnológico, significativa urbanización del archipiélago en la región y con una dependencia de la energía nuclear superior al 30 por ciento (intentaba alcanzar el 40% de su matriz para el 2017 y el 50% para 2030), debe importar carbón, gas y petróleo que sólo refina, a un costo de 22.000 millones de euros anuales. En ese marco, la Directora del Organismo Internacional de Energía Atómica (AIEA-ONU) María van der Hoeven, afirmaba el año pasado: “..la energía nuclear puede jugar un rol muy importante a la hora de reducir los gastos en la compra de hidrocarburos..” y constataba, “..además de ser fundamental para mejorar su posición competitiva..”. El violento terremoto y posterior tsunami del 11.03.11 afectó tres reactores nucleares en la planta Fukushima Daichi I, (superando el accidente nuclear de octubre 1999 en la usina de Tokaimura). Ocurrido en cercanías de la ciudad capital, con miles de muertos y desaparecidos, el 80 por ciento de la infraestructura hospitalaria afectada, 45 millones de escombros y basura radioactiva, 340 mil refugiados nucleares, etc etc; reimpulsando el pánico colectivo en una sociedad con su historia nuclear a cuestas. La fragilidad del parque de usinas niponas por contingencias geológicas ya había sido advertido al Gobierno por la Agencia Internacional de Energía Atómica, al que también le cuestionó desde el 11.03 (junto con las principales potencias nucleares) por ocultar y minimizar información crucial con datas confusas y contradictorias (obligatorias de transparencia y veracidad como estado parte del Agencia). China (cercana y el más poblado del mundo) manifestó en la ONU su inquietud ante el derrame de aguas cont­aminadas de más de300 toneladas/día que registran niveles récord del radioactivo estroncio-90, tritio y cesio, (en subsuelos y barreras de la central nuclear), exhortando a Japón “..a ofrecer información oportuna, integral y precisa a la comunidad internacional..”. También expertos internacionales invitados por el Gobierno nipon reclamaron un carácter más transparente en estas decisiones políticas. Es que todo accidente nuclear de magnitud, se convierte de escala global. Desde el 11.03 han crecido los movimientos antinucleares, hasta incluso, el drástico cambio de posición del ex Primer Ministro Naoto Khan (Jefe de Gobierno durante la catástrofe): "...Mi posición antes de marzo 2011 era que mientras nos aseguráramos de que funcionaran en forma segura, las plantas nucleares podían y debían existir. Sin embargo, tras haber vivido el desastre del 11 de marzo, cambié radicalmente de opinión. Los accidentes, como un accidente de avión, pueden ocurrir. Y a veces, cientos de personas mueren en un accidente, pero ningún otro accidente o desastre podría afectar a 50 millones de personas. Tal vez una guerra, pero no hay un accidente similar que pueda provocar tal tragedia..". ([email protected]). El reconocido experto y asesor japonés de la ONU Akio Matsumura ya había señalado en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, (World Economic Forum, WEF): “...un accidente semejante podría significar la evacuación de los 35 millones de personas en Tokio, el cierre de medio Japón y comprometer la soberanía de la nación. Una catástrofe humanitaria y medioambiental semejante es inimaginable..”. Estas expresiones pueden parecer intempestivas para la desinformación reinante, aunque resulten una de las pocas, con una visión humanitaria, en contexto y perspectiva. No sólo nos ubicamos en la región más numerosa en habitantes del globo, sino que, el Área del Gran Tokio es precisamente la de mayor población del planeta y a sólo 150 Km. de Fukushima (junto a otras millonarias ciudades niponas en sus cercanías). En sus proximidades, Seúl (Corea del Sur), segunda Área Metropolitana del mundo. El informe oficial sobre el 11.03 a cargo de una Comisión de doce expertos y la presidencia del Profesor Emérito de la Universidad de Tokio Yotaro Hatamura es de interesante lectura: descoordinación, incompetencia, falta de previsión, plagada de irregularidades y donde nadie había previsto planes de evacuación y/o emergencia, etc, etc. (Prensa Cancillería, dic 2011). En tanto, la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina (UNR) publicaba un relevamiento realizado (por la Universidad de Columbia y la revista Nature, EEUU) en 211 plantas nucleares en actividad y su relación de proximidad (30. 75. 100 y 150 Km de distancia) con ciudades bi-millonarias en habitantes de China, India y Pakistan, etc. etc. No es un dato menor, que junto con Tokio figure Nueva York (con su planta nuclear Indian Point y 17,3 millones de habitantes), cuando ambas forman parte del reducido y exclusivo grupo de “ciudades globales con capacidad para suministrar los servicios más avanzados y nodos de interconexión de flujos transnacionales superiores..”(Sassen y Usach-Yerte). Con respecto a estas letales cercanías territoriales, Jean Zieggler académico suizo Relator de DDHH de la ONU las calificó “..como bombas de espoleta retardada linderas a nuestras ciudades.”.En la publicación de la UNR no figuran las usinas atómicas de ALyC, veamos el aporte local. Entre los considerandos de la Declaración ante el Acuerdo YPF-Chevron (coincidentes con la Declaración Final del Congreso de Salud Socioambiental), el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario, Argentina (23.07.13), se sostiene que “..el retorno de la apuesta a la energía nuclear (entre otras) amenaza irresponsablemente la integridad genética de nuestra especie..”. Zieggler había incluso denunciado que: “.. el lobby nuclear ha conseguido que la Organización Mundial de la Salud (OMS) renuncie a ocuparse de las víctimas de las catástrofes nucleares” (Acuerdo WHA 12-40 entre AIEA-OMS) Es posible que puedan existir propuestas en defensa de plantas nucleares, e incluso afirmar que no se han producido muertes por causas del accidente nuclear el 11.03. Es oportuno entonces, hacer visible lo invisible. y que, desde una valoración humanitaria, ética y situacional, iniciar el debate colectivo obligándonos a evitar el reduccionismo y/con disponible información veraz. Todos somos los involucrados directos. El accidente del 11.03 se ha instalado como un potencial urbanicidio, en espacios colectivos que no dejan de crecer. También existió desde el 11.03 renuencia del gobierno y la empresa propietaria TEPCO en asignarle el rango correcto al desastre atómico, (nivel 7 -Accidente Mayor-, finalmente adoptado), de acuerdo la Escala Internacional de Eventos Nucleares (INES por sus siglas en ingles). Es de recordar que con este nivel 7 (el máximo rango), sólo había calificado la catástrofe nuclear en Chernobyl, Ucrania 1986. (meses antes ésta había sido inspeccionada por la AIEA, cuyas ponderaciones y dictámenes sobre medidas de seguridad resultaron -increiblemente- auspiciosas). Transcurridos 28 años de la explosión que afectó veinte países, miles de kilómetros cuadrados y emisiones a la atmósfera superiores a Hiroshima, la planta ucraniana prosigue su marcha letal para con los seres vivos. Se le construye un segundo sarcófago de hormigón (el primero con severas fugas consecuencia de la radiación) a un costo de 1.500 millones de euros (mediante donaciones internacionales por su premura), protección que los expertos estiman de una vida útil de 100 años (luego se espera que habrá disponible nuevas tecnologías para su aislamiento seguro y definitivo). En tanto la limpieza periférica del Chernobyl contaminado necesitará 20 años más (deben retirarse 30 cm. de tierra contaminada en un radio de 400 Km2, de transportación compleja y destino final incierto). Pero Chernobyl y Fukushima son cualitativamente diferentes y no pueden desagregarse en abstracto. Semejantes catástrofes no disparan en un no lugar, en espacios ausentes, desterritorializados y sin seres vivos de por medio. Confrontar de manera aislada y binaria, datos inconexos resulta una discusión miserable. Hablamos de nuestro único habitat común y un desafío urbano global sin precedentes. Chernobyl explotó, estaba ubicado en una próspera zona agrícola, con pequeñas aldeas y poblados y (hoy) poblaciones fantasmas como Chernobyl y Pripiat. La planta japonesa es totalmente diferente y puede resultar peor que la de Ucrania. Japón en su reducido y urbanizado territorio posee 54 plantas activas y la comunidad científica no se explica aún como no se produjo la explosión ( que podría haber afectado en cadena los 10 reactores del Complejo Fukushima y otros). Se ha podido tener acceso sólo a uno de los tres reactores dañados por carencia de instrumental idóneo, 1500 barras de combustible gastado en compleja situación, el reactor 4 en piscinas sin protección, líquidos imparables con mediciones récord de radiación. El peligroso desmantelamiento llevará 40 años. El anuncio (otra vez) de revisión de medidas precautorias y/o imputarlo a fallas humanas, demuestra la inmadurez (o el poder) para calibrar las reiteradas catástrofes. Europa, con su dependencia energética, segunda región con plantas nucleares (tras de Asia), nos ofrece singulares paradojas. Francia entre los más avanzados científicamente, 58 plantas activas y la mayor participación nuclear en el total de su matriz, 75,3 por ciento. Italia realizó un referendum pos Fukushima prohibiendo futuras construcciones y con España, cuestionadas por su ubicación en zonas sísmicas y la extensión de un mayor plazo en su vida útil y de funcionamiento. En tanto, Alemania potencia manufacturera, cuarta economía mundial y segunda exportadora global de bienes, desconectará definitivamente sus plantas atómicas en el 2022, (participa con el 26,1 por ciento). Suiza, Bélgica y Austria rechazan su uso. Al respecto el Ministro de Asuntos Exteriores austríaco, Goerg Oberreiter, denunciaba: “..los costos de desmantelamiento de las plantas nucleares se estiman en alrededor de un billón de euros por cada gigawat instalado”, y proseguía “..los desechos peligrosos que generen permanecerán por milenios sin solución”. EEUU es el país con mayor número de plantas nucleares (104), con un aporte de la fisión atómica menor al 20 por ciento. Tanto Bush como Obama apoyaron y apoyan la energía nuclear para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero , pero hasta la fecha, los EEUU (con China los dos mayores contaminadores globales) no adhirieron al compromiso efectuado en Kioto (Japón) en 1997. Mal que nos pese, el lobby nuclear no permanece inactivo. Una vez más la tendencia, como en accidentes anteriores es: luego de una pausa estratégica, más controles y menor información, reactivan las construcciones de plantas nucleares en todo el mundo. Actualmente funcionan 434 reactores en 29 países y en cuatro décadas habrán superado los 900. China, Rusia, India, Finlandia, Bulgaria, Iran, Japón. Corea del Sur, Eslovaquia, Ucrania, Bielorusia, Reino Unido, etcétera. Incluso EEUU que no los construía desde el accidente de Three Mile Island, Harrisburg, Pensilvania (INES nivel 5), en 1979, tiene cinco proyectos en marcha.”..Los países que son serios han dado pasos hacia adelante en sus planes..” (afirmaba enfáticamente anunciando nuevas construcciones, Anne Starz, alta funcionaria de la AIEA, 13.02.14). Resultará pertinente, claro, el crecimiento exponencial de gravísimos riesgos y desechos. Nuestra región con suficiente acopio de energía, doblaría su población a mediados del siglo y cuyo aporte nuclear representa solamente el 2,79 por ciento en el total del producido eléctrico, Sus tres gigantes territoriales Brasil, Argentina y México, alcanzarán en 2050 una población de 223, 58 y144 millones respectivamente. Con dos reactores en actividad cada uno, reiteran la vecindad con sus ciudades mayores: Angra do Reis a100 Km de Río de Janeyro (12,1 millones de habitantes); Atucha a106 Km del AGBA (11,3 millones de hab.)/Embalse a 120 Km del Gran Córdoba (1,2 millones de hab.) y en México, Laguna Verde a 290 Km del DF. (20,4 millones de habitantes, la tercera Área Metropolitana más poblada del mundo). Tpdos ellos con plropuestas de expansión, y los dos primeros con submarinos y reactores en construcción. (En una hipótesis de máxima, “..si Atucha y Embalse sufrieran accidentes, nivel 7 de la escala INES –el peor posible- sus efectos podrían extenderse sobre ciudades y provincias de Argentina, e incluso afectar a Uruguay y Chile” FUNAM). En Argentina más del 60 por ciento de su población vive agrupada en el 2,5 por ciento del territorio. La nefasta historia de Ucrania y la pesadilla nuclear japonesa están lejos de ser tranquilizadoras. En las últimas tres décadas han ocurrido tres “accidentes mayores o de amplias consecuencias” y cada tres años se producen accidentes o incidentes. Las usinas fueron proyectadas para 25/30 años de vida útil, y ampliadas a 60 años. Sus desechos sin solución, con una vida activa mayor de 1000 años y un pasivo de 270 mil toneladas. El aporte nuclear al total energético en el mundo es irrelevante, aunque colabora en la producción del (denominado) uranio empobrecido. Todo esto fue ejecutado por los hombres, ellos deben ser los encargados de analizar sus implicancias sistémicas, en interacción amistosa con la vida, en clave local, regional y planetaria.
  • rocichapa17 de septiembre de 2016 a las 7:09 pmalguien sabe que tipo de energia nuclear usa la argentina es para una tarea del cole

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