Por la pandemia, las coberturas de vacunación en menores no alcanzaron el 50%

La pandemia de coronavirus impactó fuertemente en los servicios de inmunización de todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef advirtieron que se produjo una alarmante reducción del número de niños que reciben vacunas para salvar sus vidas, “lo que amenaza con revertir los avances logrados”. La Argentina no es la excepción. 

En promedio, la tasa de cobertura de las vacunas en menores incluidas en el Calendario Nacional alcanzó el 49,6% hasta noviembre de 2020, según los últimos datos disponibles de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud de la Nación a los que accedió Chequeado tras un pedido de acceso a la información pública. Esta cifra está muy lejos del 90% de cobertura recomendado por la OMS.

En los recién nacidos, la vacunación contra la tuberculosis (BCG) y contra la hepatitis B alcanzó al 30 de noviembre un 46,7% y 46,4% de cobertura, respectivamente. Durante 2019 fue del 77,6% y 76,7%. Además, hay fuertes contrastes entre provincias:  mientras la BCG en Salta tiene un nivel de cobertura del 70,7%, en Corrientes alcanza únicamente el 10,7%.

En cuanto a los menores de un año, la cobertura de la vacuna contra la Poliomielitis fue del 47,9% y de la vacuna quíntuple -que protege contra la difteria, el tétanos, la tos convulsa, la hepatitis B y la bacteria Haemophilus influenzae tipo b (Hib)- alcanzó solo el 48,1%. En 2019 esos porcentajes habían sido del 83,2% y del 82,8%, respectivamente. 

El nivel más bajo de cobertura se da con la última dosis de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) que se aplica a los 11 años. Mientras que la primera dosis en mujeres llega al 48,6%, la segunda dosis -que debe darse con un intervalo de 6 meses- solo alcanza el 28,2%. Lo mismo ocurre en los varones: 43,5% la primera dosis y 23,7% la segunda.

Las coberturas más altas hasta el 30 de noviembre de 2020 se dan con la vacuna antigripal. En niños y niñas de 6 a 24 meses la tasa fue del 79,2% en la primera dosis y 63,6% en la segunda dosis que se aplica con un intervalo mínimo de 4 semanas. En las mujeres embarazadas, la cobertura de la vacuna antigripal fue del 69,5%.

Impacto de la pandemia

“La disminución en las coberturas de vacunación es un fenómeno que preocupa a nivel mundial. Con el inicio de la pandemia y las medidas de aislamiento, en un principio se puso en pausa todo lo que tenía que ver con los controles de salud y la vacunación pensando tal vez que esa situación iba a tener una menor duración. Cuando se fue prolongando el aislamiento en muchos casos se retomaron los controles de salud y la vacunación y en otros no”, dijo a Chequeado Florencia Cahn, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología e Epidemiología (SAVE). 

“Creo que en gran parte esto se debió, por un lado, al miedo de la gente de asistir a las instituciones de salud, aunque desde el principio se explicó que eran circuitos de atención diferentes. Y una segunda barrera fueron los propios profesionales de la salud que tal vez no fueron tan efectivos en recomendar la vacunación, teniendo en cuenta que es un servicio esencial y que se podía sacar un permiso para trasladarse y vacunar a los niños y niñas”, agregó. 

Para Gabriela Ensinck, secretaria del Comité de Infectología de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), el miedo a concurrir a los centros de salud y vacunatorios, las dificultades con el transporte y la circulación y, en gran medida, la confusión por mensajes poco claros desde el propio sistema de salud, son algunos de los motivos que permiten explicar esta disminución en la cobertura de vacunación. La SAP emitió en junio un documento advirtiendo sobre esta situación. 

Ambas especialistas advirtieron que la disminución de las tasas de cobertura de las vacunas incluidas en el Calendario Nacional gratuito y obligatorio pueden traer consecuencias a mediano y largo plazo con la reemergencia de enfermedades. “Con coberturas que no llegan al 90% para algunas enfermedades como puede ser el sarampión, hay riesgo. No olvidemos que hay casos de sarampión en Brasil y en Venezuela. También hubo casos de difteria en Latinoamérica”, sostuvo Ensinck. 

Recuperar esquemas

Desde el Ministerio de Salud de la Nación indicaron a Chequeado que las coberturas de vacunación se relacionan con múltiples factores: planificación, adquisicion, distribucion, perdida, oportunidad, registro y confianza. “A lo largo de la historia, los factores que influyeron en la caída de las coberturas fueron variando. Las causas son múltiples por lo que la solución debe enfocarse desde diversos puntos al mismo tiempo”, explicaron.

“Desde el Ministerio se trabaja en la optimización de los circuitos de adquisición y distribución, así como en la mejora de los sistemas de registro y en la construcción o recuperación de la confianza de la población en las inmunizaciones”, señalaron. 

Para las especialistas consultadas, es clave recuperar lo antes posible los esquemas de vacunación. “La recomendación es que los padres lleven a sus hijos a vacunar, sobre todo a los menores de 2 años que tienen más riesgo de enfermedades infecciosas”, indicó Ensinck.

“Todos los niños y niñas que no hayan recibido las vacunas que deberían haber recibido deben consultar al pediatra o al médico de cabecera para poner el calendario de vacunación al día. Si algo nos enseñó la pandemia de COVID-19 es de la importancia que tienen las vacunas para proteger la salud individual y colectiva”, concluyó Cahn.

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