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¿Qué es la COVID-19 persistente: síntomas que duran meses porque la enfermedad sigue activa o secuelas de la infección?

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • Algunos pacientes que atravesaron la enfermedad del nuevo coronavirus sufren de tos, falta de aire o cansancio durante meses.
  • Los síntomas fluctúan entre días con más intensidad y otros con menos, lo que constituye una característica que identifica a la COVID persistente.
  • Es difícil establecer la diferencia entre la COVID persistente y una enfermedad curada con secuelas ya que depende de la duración y de si estos síntomas terminan desapareciendo.

Algunos pacientes que han padecido la COVID-19 siguen con tos, falta de aire o cansancio meses después. ¿Se trata de síntomas persistentes o son más bien secuelas que experimentan una vez pasada la enfermedad? Les contamos lo que sabemos al respecto.

La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) utiliza un nuevo término para definir la presencia de síntomas que comenzaron en la fase aguda y se mantienen durante meses: la COVID-19 persistente

La SEMG define este concepto como “el complejo sintomático multiorgánico” que afecta a aquellos pacientes que han padecido la COVID-19 (con diagnóstico confirmado o sin él) y que permanecen con síntomas tras la fase aguda de la enfermedad, persistiendo estos pasado un tiempo. Estos síntomas son muy variados: van desde tos o falta de aire a fatiga, dolor de cabeza, pérdidas de memoria o diarrea.

Aunque la SEMG ha sido la primera sociedad científica que ha acuñado una definición de COVID-19 persistente, los que primero empezaron a utilizar este término fueron los propios afectados. 

“Pasamos las primeras semanas en casa esperando que en unos 15 días los síntomas desaparecieran, pero no lo hicieron”, cuentan a Maldita Ciencia desde los colectivos autonómicos de afectados por la COVID-19 persistente

Lorenzo Armenteros del Olmo, portavoz COVID-19 de la SEMG, explica a Maldita Ciencia que se trata de una enfermedad nueva en la que aún faltan por definir y conocer muchos de sus términos. 

Mientras tanto, en un artículo de la revista científica British Medical Journal se utiliza el término long COVID (COVID prolongado) para describir la enfermedad en personas que se han recuperado de la COVID-19 “pero que aún informan de efectos duraderos de la infección o que han tenido los síntomas habituales durante mucho más tiempo de lo esperado”.

La SEMG, en colaboración con diferentes colectivos autonómicos de pacientes afectados de Madrid, Cataluña, País Vasco, Andalucía y Valencia (Long Covid ACTS) está llevando a cabo una investigación al respecto. En su fase inicial, han recopilado más de 2.000 respuestas con una encuesta anónima y estiman que las cifras de afectados podrían estar entre el 10% y el 30% de los que padecieron la enfermedad. Armenteros calcula que en España podría haber más de 50.000 afectados.

La difícil diferenciación entre síntomas persistentes y secuelas

Pero, ¿qué diferencia hay entre la COVID-19 persistente y una enfermedad curada pero con secuelas largas? Según Armenteros, “en la COVID-19 persistente no podríamos considerar que los síntomas se convierten en secuelas”. El experto indica que las secuelas aparecen como una alteración duradera o permanente de una lesión o como consecuencia de una enfermedad, un traumatismo o una intervención quirúrgica.

Pero en la COVID persistente lo que ocurre es diferente: “Los síntomas propios y que caracterizan la enfermedad permanecen con la misma intensidad e incluso pueden aparecer otros nuevos, una vez que ha transcurrido el tiempo considerado como el habitual en este proceso (entre 11 y 14 días). En este caso no se cumple este tiempo y permanecen durante meses”.

Por su parte, José María Molero, portavoz de enfermedades infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), cuenta a Maldita Ciencia que es difícil establecer una diferenciación entre la COVID persistente y una enfermedad curada con secuelas: “La diferencia va a depender de la duración y de si finalmente estos síntomas acaban desapareciendo”.

Según cuenta, cuando unos síntomas que estaban desde el principio de la infección no desaparecen en un tiempo se empiezan a considerar secuelas. ¿Ese tiempo cuánto es? “No se ha establecido todavía”, responde Molero.

La PCR negativa no tiene por qué indicar que los síntomas pasen a ser secuelas

Para detectar si estamos ante un caso de COVID-19 la prueba que suele emplearse es la PCR, que detecta la presencia del coronavirus SARS-CoV-2. Molero explica que la PCR no es un marcador de COVID-19 persistente ni de secuelas. Coincide con él Armenteros, que indica que no podemos considerar la PCR negativa como inicio de la COVID-19 persistente. 

Además, recuerda que un porcentaje de afectados comenzó con síntomas en los primeros momentos de la pandemia, cuando las PCR escaseaban. “Fueron diagnosticados y cumplieron el aislamiento como enfermos sin haberles realizado pruebas confirmatorias de la enfermedad. Actualmente, algunos siguen padeciendo síntomas y, en la gran mayoría de casos, la PCR se ha negativizado hace mucho tiempo y muchos de ellos tienen una serología negativa, es decir, no tienen anticuerpos de la enfermedad”, indica. 

Pero entonces, ¿cómo se sabe que la COVID-19 sigue activa y no son secuelas lo que presentan? “Por el propio hecho de seguir con síntomas, y que estos síntomas, por su propia definición, no podemos llegar a clasificarlos como secuelas”, responde el portavoz de la SEMG. 

Tos, falta de aire o cansancio: los síntomas más persistentes

Juan María Herrero, médico internista y vocal de comunicación del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), explica a Maldita Ciencia que entre los síntomas persistentes más frecuentes están la fatiga o el dolor de cabeza. 

“La falta de aire también es frecuente, pudiendo ser ocasionalmente grave, impidiendo realizar las actividades de la vida diaria que antes de la infección se realizaban sin dificultad. Incluso hay quienes necesitan tratamiento con oxígeno en domicilio”, añade.

La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia ha elaborado una infografía que recopila los síntomas persistentes más frecuentes. Entre ellos están la tos y también síntomas neurológicos (pérdidas de memoria o niebla cerebral) circulatorios (hipertensión o taquicardias) o digestivos (diarrea o reflujo).

Además, Armenteros subraya que suele ser común el cansancio “casi extremo”. Este síntoma “imposibilita la realización de cualquier actividad ordinaria, alterando su vida desde el entorno familiar hasta el laboral, lo que agrava el problema ya que a las manifestaciones sintomáticas se añade el efecto sobre su esfera emocional, provocando estados ansiosos e incluso depresión”.

Estos síntomas pueden ocurrir incluso en gente previamente joven, sana y deportista y llegar a ser realmente incapacitantes durante semanas o meses, según Herrero. Por el momento, se desconoce el tiempo que pueden durar estos síntomas: “Si determinadas alteraciones funcionales u orgánicas en algunos pacientes son permanentes solo lo sabremos con un seguimiento y estudio de los pacientes a más largo plazo”. 

La experiencia con pacientes es muy variada, según Armenteros. “Por lo general los síntomas tienden a la curación y van desapareciendo en número e intensidad. Pero en algunos casos esto no ocurre y el proceso que iniciaron en marzo o abril continúa, estando sintomáticos, y con síntomas que fluctúan. Es decir que unos días se muestran con más intensidad y en otros se reduce la misma. Esta fluctuación de los síntomas es una característica que identifica a la COVID persistente”, indica.

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Comentarios

  • Yeraldy16 de julio de 2021 a las 12:45 pmtengo 26 años y fui positiva para covid el 10 de octubre 2020, presente vomito, fiebre, escalofrío, dolor en el cuerpo insoportable, mucha tos y 3 días de dificultad para respirar. hoy 9 meses después la tos persiste unos días mas que otros es desesperante y angustiante en ocasiones me duele el pecho y espalda por la misma tos, no es una vida normal, se me dificulta realizar cualquier actividad física por que me empieza la tos, no puedo tomar bebidas frías y los días en que hace frió la tos es mas intensa.
  • Mónica18 de julio de 2021 a las 7:25 pmHace 4 meses me dió covid y aun sigo con náuseas y vomitos e inapetencia. También me decían que era psicológico pero me doy cuenta que no es así. Gracias
  • seila22 de julio de 2021 a las 3:23 pmYo me siento igual como mareada sin estarlo van a cumplirse 3 meses de que tuve covid y ahora empecé a sentir como falta de aire ya fui al medico md mandó estudios post covid pero en el hospital tardan en darnos turno para hacer ecografía de pulmón y eso Dios queria me pase rápido y no a mayores porque tengo un bebé de 3 meses
  • seila22 de julio de 2021 a las 3:26 pmtambién tengo dolo de espalda a veces del izquierdo o comohoy el lado derecho
  • Silvia30 de julio de 2021 a las 3:50 pmHola hace un mes q me contagie de covid, yo solo perdí el olor y sabor por 4 días y mi nariz tapada... (mis únicos sintomas) pero sigo con nariz tapada veo q nadie más publica q tenga ese síntoma... ya me desespero el estar así (por lo regular es por las noches... )Alguien más tiene este síntoma?
  • Ana belen31 de julio de 2021 a las 7:12 amHola me dieron de alta por covid el 26 lunes y sigo cansada y con dolor de garganta eso es normal?
  • Nancy Treviño5 de agosto de 2021 a las 9:37 pmHola, tengo covid hace 9 días, y aun tengo congestion nasal, tos, no huelo ni tengo sabor, ahora me doy cuenta que esto puede durar más tiempo como secuela. Yo me preguntaba hasta cuando estaría así. Gracias por la información.
  • Virginia López Ramos11 de agosto de 2021 a las 5:03 pmDios los bendiga por preocuparse en informarnos??
  • Kirenia11 de agosto de 2021 a las 9:25 pmYa pasados los 14 días sigo con dolor de garganta y tos seca. No he recuperado el olfato ni el paladar
  • Isolina19 de agosto de 2021 a las 3:52 pmMe dió covid 12/12/2020 y quedé con molestia en la garganta más no es dolor

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