Qué es la infección por legionella, cómo se transmite y qué hacer para prevenirla
- La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, confirmó que la bacteria legionella causó el brote de neumonía bilateral en la provincia de Tucumán que afectó hasta el momento a 22 personas, de las cuales 6 fallecieron.
- Se trata de una bacteria que se transmite por inhalación de aerosoles generados a partir de fuentes de agua contaminadas, como sistemas de aire central o flujos de agua.
- Durante la pandemia, la cartera sanitaria advirtió sobre el riesgo de colonización de legionella en sistemas de agua de edificios, hoteles y clínicas que permanecieron cerradas por varios meses durante el confinamiento.
Última actualización: 05/09/2022
El brote de neumonía bilateral que hasta el 5 de septiembre causó 5 muertos y 22 casos en total en una clínica privada de la provincia de Tucumán tiene su origen en una bacteria llamada legionella, confirmó la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, en una conferencia de prensa de la que también participó su par provincial, Luis Medina Ruiz, y la representante en la Argentina de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Eva Jané Llopis.
“El agente etiológico causante del brote se llama legionella y es una bacteria que se está tipificando. Es posible que sea una legionella pneumophila, por lo que no se trata de ningún virus desconocido”, dijo la titular de la cartera sanitaria nacional tras dar a conocer los resultados de los análisis realizados en el laboratorio ANLIS-Malbrán.
En esta nota te contamos qué es la infección por legionella (o legionelosis), cómo se transmite y qué hacer para prevenirla.
Qué es y cómo se transmite
La legionelosis (también conocida como enfermedad del Legionario) es un tipo de neumonía (infección de los pulmones) potencialmente grave causada por la bacteria llamada legionella pneumophila. Este microorganismo se describió por primera vez en 1977 como causa de un brote de neumonía grave registrado un año antes en una convención de la Legión Americana (de allí deriva su nombre) en Filadelfia, Estados Unidos.
La forma de transmisión más frecuente de legionella es la inhalación de aerosoles generados a partir de fuentes de agua contaminadas por la bacteria, como torres de enfriamiento para aire acondicionado, sistemas de agua fría y caliente, humidificadores e instalaciones de hidromasajes. También, aunque mucho menos frecuente, por aspiración de agua contaminada. A la fecha, solo se ha reportado en el mundo un caso de probable transmisión de persona a persona.
La legionelosis puede tener presentaciones clínicas leves o graves que incluyen fiebre, tos, dolor de cabeza, dificultad para respirar y neumonía. Requiere un tratamiento con antibióticos. Cualquier persona puede contraer la infección por legionella, sin embargo los cuadros de neumonía severa y la mayor mortalidad están asociados a grupos vulnerables como personas con inmunocompromiso, adultos mayores, individuos con problemas pulmonares crónicos y fumadores o ex fumadores.
Casos en la Argentina y en todo el mundo
Las infecciones por este microorganismo registran un aumento de casos en los últimos años y han originado brotes tanto en la comunidad como asociados a hospitales y hoteles, principalmente en los Estados Unidos y en Europa. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) notificó aproximadamente 10.000 casos de enfermedad del legionario en 2018.
Según el Ministerio de Salud de la Nación, en la Argentina es una enfermedad subdiagnosticada (es decir que hay más casos que los que se conocen), debido a que la confirmación de un caso de legionelosis puede representar un desafío diagnóstico. “Dado que es una enfermedad infrecuente, muchos laboratorios de centros de salud no cuentan con la metodología para el diagnóstico”, explicaron.
Sin embargo, existen antecedentes de brotes de legionelosis en el país, como el ocurrido en el hospital de la ciudad de Carmen de Areco, provincia de Buenos Aires, en 2011 y durante el año 2019 y 2020, se han estudiado casos en hospitales en 2 instituciones, aislando legionella pneumophila en la ducha de una de las instituciones.
De hecho, debido a la situación de la pandemia de COVID-19, la cartera sanitaria emitió en marzo de 2021 un comunicado sobre el riesgo de colonización de legionella en sistemas de agua de edificios, hoteles, instalaciones de ocio, spa, gimnasios, clínicas estéticas y peluquerías que permanecieron cerradas por varias meses durante el confinamiento.
“El cierre temporal o el funcionamiento reducido en el uso normal del agua pueden favorecer el estancamiento de agua en un sistema de cañerías lo cual puede aumentar el riesgo de crecimiento y propagación de legionella y otras bacterias”, explicaron desde el Ministerio.
Y agregaron: “El agua estancada también puede provocar niveles bajos o indetectables de desinfectante, como el cloro. La bacteria legionella crece mejor entre temperaturas de 20°C a 45°C, siendo la temperatura óptima de crecimiento 35°C a 40°C. Las altas temperaturas bactericidas deben ser superiores a 60°C”.
Medidas de prevención
La prevención de la legionelosis depende de la aplicación de medidas de control que minimicen la proliferación de la bacteria y la difusión de aerosoles. Esas medidas incluyen un buen mantenimiento de las instalaciones (duchas, canillas, bañeras de hidromasaje, fuentes de agua, sistemas de rociadores, torres de enfriamiento de edificios) mediante su limpieza y desinfección. Para eso la Organización Mundial de la Salud recomienda:
–Mantener, limpiar y desinfectar periódicamente las torres de enfriamiento, utilizando de manera frecuente o sistemática agentes biocidas como el cloro; instalar separadores de gotas para reducir la difusión de aerosoles de las torres de enfriamiento
-Mantener una concentración idónea de agentes biocidas, por ejemplo cloro, en las instalaciones de hidromasaje, asegurando el vaciado y la limpieza completos de todo el sistema por lo menos una vez a la semana.
-Mantener limpios los sistemas de agua fría y caliente, asegurando al mismo tiempo que el agua caliente se mantenga por encima de 50°C (lo que significa que debe salir de la unidad de calentamiento a 60°C o más) y el agua fría por debajo de 25°C o bien tratar las instalaciones con un biocida adecuado para limitar el crecimiento bacteriano, sobre todo en hospitales y otros centros sanitarios y geriátricos.
-Reducir el estancamiento de agua abriendo semanalmente las canillas no utilizadas de viviendas y edificios.
-Los sistemas de aire acondicionado de los automóviles y de las casas no usan agua para enfriar el aire; por lo tanto, no presentan un riesgo de multiplicación de legionella.
Actualización 05/09/2022: se actualizó la nota con la última información disponible
Fecha de publicación original: 03/09/2022
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