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¿Qué es la inmunidad de rebaño?

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • Es la protección que se genera para una población cuando un porcentaje significativo tiene anticuerpos contra una enfermedad, dado que no se sigue propagando.
  • En el caso del nuevo coronavirus hay una discusión científica en torno a cuál es la proporción de la población que tendría que tener anticuerpos antes de contar con la inmunidad de rebaño.
  • Normalmente se alcanza gracias a la vacunación y los especialistas señalan que es probable que también sea el caso de la COVID-19.

Durante las últimas semanas varios medios y funcionarios públicos, como el ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, y el de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, hablaron de la inmunidad de rebaño. ¿Qué es y cómo funciona?

Qué es la inmunidad de rebaño

“La inmunidad de rebaño es la protección indirecta que le proveen las personas que tienen anticuerpos contra una enfermedad, ya sea porque tuvieron la enfermedad natural o porque fueron vacunados, a quienes no están vacunados o a quienes no tuvieron la enfermedad”, explicó a Chequeado Florencia Cahn, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE) y una de las integrantes del Comité de expertos sanitaristas que asesoran al presidente Alberto Fernández.

Al haber una proporción significativa de personas que están protegidas frente a una determinada enfermedad, actúan como barrera para impedir que el virus alcance a los que no están protegidos.

Generalmente este tipo de protección se busca a través de la vacunación. Pero en el caso del nuevo coronavirus, al no disponer de vacunas, el objetivo es que haya tantas personas que han superado la enfermedad que el SARS-CoV-2 no encuentre fácilmente individuos susceptibles a los que infectar y se ralentice o se frene la transmisión del virus.

Para poder saber cuál es el umbral de inmunidad de rebaño (también llamada inmunidad colectiva o de grupo) se hace un cálculo en base al ritmo al que una enfermedad se propaga. En el caso del nuevo coronavirus, los especialistas estiman que se necesitaría que el 60% o 70% de la población tenga anticuerpos contra el SARS-CoV-2 para frenar la circulación del virus. No se trata sin embargo de un número establecido y hay discusión aún sobre cuál sería el umbral.

Cuál es el porcentaje de personas que tienen anticuerpos en las distintas ciudades

En varios estudios realizados sobre el nivel de seroprevalencia, es decir el porcentaje de la población que ha estado expuesta al virus y ha desarrollado anticuerpos, grandes ciudades del mundo que tuvieron altas tasas de contagios de COVID-19 muestran que están lejos del 60%.

Una de las ciudades con mayores tasas de contagios es Nueva York (Estados Unidos) en la que se estima que un 23.2% de la población tiene presencia de anticuerpos. Por otro lado, Madrid tiene un estimado de 11.7%, siendo la ciudad de España con mayor porcentaje de seroprevalencia.

En la Argentina, el único estudio que se realizó fue en el Barrio 31, uno de los barrios porteños que más cantidad de casos tuvo, y se calculó que alrededor de la mitad de la población había transitado la enfermedad. Por otro lado, el Gobierno porteño anunció que en estos días se realizará un estudio para determinar la seroprevalencia en la Ciudad de Buenos Aires, que calculan que estará entre el 12 y el 14%.

Las discusiones respecto al umbral de la inmunidad colectiva

El porcentaje de personas que tienen que tener inmunidad antes de que se genere una protección grupal varía según la enfermedad y cuán contagiosa es y, en general, se estima para los esquemas de vacunación, no por la exposición de las personas a las enfermedades. Esto genera algunas discusiones dentro del ámbito científico con respecto al valor RO -la cantidad de personas que en promedio se contagian a partir de un caso- y al umbral de la inmunidad de rebaño.

En muchas ciudades europeas, se observó una disminución en el ritmo de contagios, que algunos asociaron a un posible efecto de inmunidad de rebaño. Sin embargo, una investigación publicada en la revista científica The Lancet concluyó que esa no fue la causa, sino que “los datos epidemiológicos sugieren que ningún país ha visto todavía tasas de infección suficientes para prevenir una segunda ola de transmisión”. La causa para las bajas en las curvas de contagio estarían dadas por las medidas de distanciamiento social y de higiene.

Una de las estimaciones de cuál sería el porcentaje de personas que tendrían que tener anticuerpos antes de alcanzar la inmunidad de rebaño es que sería el 60%. Esto se estima según los niveles de contagio observados con el nuevo coronavirus. Sin embargo, algunas investigaciones señalan que también debería tenerse en cuenta la heterogeneidad de la población, es decir que hay personas con más riesgos de contagio que otras. En esa línea una de ellas, basada en un modelo matemático, estima que el umbral sería más bajo, alrededor del 43%.

Sin embargo, hay una discusión sobre estas teorías. Natalie Dean, profesora de Bioestadística en la Universidad de Florida, en los Estados Unidos, explicó en este hilo de Twitter que todavía hay muchas incertidumbres respecto a varios aspectos de la enfermedad, desde los distintos valores de R0 -la cantidad de personas promedio que se contagian a partir de una- hasta las consecuencias del relajamiento de las medidas de distanciamiento e higiene, como para confiar en un umbral de inmunidad de rebaño. “No veo ninguna forma realista de alcanzar ningún umbral sin muchas, muchas más muertes”, concluyó Dean.

Por otro lado, otro punto importante es que todavía no se sabe si existe la posibilidad de reinfección. “No hay garantía de que una persona que se haya infectado no se pueda volver a infectar pero tampoco hay reportes en el mundo que hayan demostrado reinfección”, explicó Cahn y agregó que “es un tema que está siendo investigado porque lo que todavía no se sabe es si los anticuerpos que se generan cuando una persona se enferma son neutralizantes para futuras infecciones y tampoco se sabe cuánto duran esos anticuerpos en circulación”.

En este sentido, Eva Acosta Rodríguez, doctora en Ciencias Químicas e investigadora en inmunidad frente a infecciones de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba, explicó a Chequeado que las últimas investigaciones mostraban que las personas infectadas desarrollan anticuerpos y/o inmunidad celular, aunque aún no se sabe cuánto tiempo dura esta protección y si puede desaparecer naturalmente.

Distanciamiento e higiene, las mejores estrategias hasta que llegue la vacuna

En conclusión, varios expertos rechazan la idea de pensar en los umbrales de inmunidad colectiva para diseñar posibles estrategias de salud pública, como en un primer momento analizó el Gobierno de Reino Unido, enfoque que luego fue descartado. “Para esta patología hay que esperar el desarrollo de una vacuna para poder lograr una protección colectiva”, aseguró Cahn.

“La principal ventaja de la vacunación es que la persona no se infectó y, por lo tanto, cualquier consecuencia de la infección, que puede ser desde la muerte a otro tipo de enfermedades o afecciones transitorias o permanentes, no ocurre e igualmente la persona está protegida“, añadió Acosta.

A pesar de los esfuerzos para conseguir la vacuna contra la COVID-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no espera que se podrá comenzar con las vacunaciones hasta principios de enero de 2021. Según explicó Mike Ryan, jefe del programa de emergencias de la entidad, “las vacunas tienen que ser seguras y efectivas, y por más que se aceleren los tiempos, recién en la primera parte del año que viene vamos a ver a personas siendo vacunadas”.

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Comentarios

  • Mónica7 de septiembre de 2020 a las 6:14 pmFernán Quirós y Daniel Gollán están definiendo, en forma poco científica, la FUNCIÖN de la inmunidad de rebaño, pero no qué es. Es la inmunidad que adquiere un porcentaje alto de una población, sea en forma natural (por contacto fortuito con una enfermedad) o artificial (por vacunación) que al generar anticuerpos contra una enfermedad A medida que la población aumenta sus defensas, disminuye la probabilidad que la enfermedad entre en encuentre con una pèrsona no inmune y la contagie. En este momento eìesa a romperse la cadena de propagación.
  • Mónica8 de septiembre de 2020 a las 11:46 amEl encabezado de la nota me llevó a una equivocación: No han sido Fernán Quirós y Daniel Gollán sino Florencia Cahn (presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología) quien definió torcidamente la "inmunidad de rebaño" como una "protección indirecta" a los no inmunes pues, dicha inmunidad determinará la protección DIRECTA del "rebaño" y con ello el fin de la propagación de la enfermedad. Obviamente los no inmunes van a quedar beneficiados indirectamente, pero no es lo esencial ni el objetivo buscado.
  • Diego2 de junio de 2021 a las 8:52 pmhttps://www.vacunas.org/las-cinco-razones-por-las-que-es-casi-imposible-alcanzar-la-inmunidad-de-rebano/ No solo con vacuna, también con padecimiento se logra inmunidad comunitaria

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