Radiografía de Tucumán, la provincia gobernada por el nuevo jefe de Gabinete, Juan Manzur

Tras la derrota en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), el presidente de la Nación, Alberto Fernández, realizó importantes cambios en su equipo ministerial y designó a Juan Manzur como Jefe de Gabinete.

Hasta su designación, Manzur se desempeñaba como gobernador de la provincia de Tucumán, cargo para el que había sido electo en 2015 y que revalidó en 2019. En 2003 había sido designado ministro de Salud provincial por José Alperovich, y entre 2007 y 2009 fue su vicegobernador. A partir de ese año y hasta 2015 Manzur ocupó el Ministerio de Salud de la Nación, manteniendo su cargo provincial en licencia.

En esta nota, repasamos las principales variables de la provincia durante su gestión como gobernador, entre 2015 y 2021, cargo que Manzur mantendrá dado que solicitó licencia.

Pobreza y desocupación

Entre el segundo semestre de 2016 -primer dato disponible luego de la normalización del INDEC- y el mismo período de 2020, la pobreza en el Gran Tucumán-Tafí Viejo (el principal aglomerado urbano de la provincia y en donde se realiza la Encuesta Permanente de Hogares) aumentó del 27,7% al 43,5% de la población. Por su parte, la indigencia avanzó desde el 3,1% al 7,7% en el mismo período, lo que implica una suba del 148%.

Comparado con otras jurisdicciones, el aumento del índice de pobreza en Tucumán (15,8 puntos porcentuales) fue superior al promedio nacional (11,7 puntos) y a la Ciudad de Buenos Aires (7 puntos), pero inferior a la suba en el Gran Buenos Aires (16,4 puntos).

En tanto, el desempleo aumentó en Tucumán 5 puntos porcentuales entre el segundo trimestre de 2016 y el mismo período de 2021, pasando del 7,4 al 12,4% de la población económicamente activa. En el mismo período, el promedio nacional varió en apenas 0,3 puntos (de 9,3 a 9,6%) y el de la Ciudad de Buenos Aires, 0,5 puntos porcentuales, mientras que en el Gran Buenos Aires cayó 0,7 puntos.

Eduardo Robinson, economista tucumano y director de la consultora Robinson & Asociados, dijo a Chequeado que el aumento de la desocupación y la pobreza en Tucumán “van en línea con los efectos de la pandemia y 3 años consecutivos de desaceleración económica y recesión”, si se consideran los últimos 2 del gobierno de Mauricio Macri (Cambiemos) y el primero de Alberto Fernández (Frente de Todos).

Mortalidad infantil

De acuerdo con un documento de la Organización Panamericana de Salud, “el nivel de la mortalidad infantil [N. de la R.: cuya tasa se mide a través de las muertes de bebés cada mil nacidos vivos] es considerado como un indicador del grado de desarrollo de las condiciones de vida prevalecientes en una población y se utiliza en la evaluación de la situación de la infancia y de la salud de un país”.

En 2001, la tasa de mortalidad infantil en Tucumán era de 24,5 cada mil nacidos vivos, pero en los años siguientes descendió hasta llegar al 16,2 por mil en 2005, 2 años después de que Manzur asumiera en el Ministerio de Salud provincial. Según los últimos datos disponibles -que llegan hasta 2018-, actualmente la mortalidad se ubica en el 11,2 por mil.

Sin embargo, los datos sobre Tucumán fueron cuestionados y diferentes partidos de la oposición realizaron ante el Congreso nacional pedidos de informes en los que se habla de manipulaciones estadísticas (ver acá y acá) a partir de computar como “muertes fetales” (es decir, producidas antes del nacimiento) a los casos de niños nacidos con muy bajo peso (menos de 500 gramos). Estos pedidos no fueron aprobados (ver acá y acá) por la Cámara de Diputados.

Según se indica en el libro A su salud de los periodistas Irene Benito, Indalecio Sánchez y Fernando Stanich, en 2009 el dirigente peronista disidente Oscar López presentó una denuncia contra Manzur por la supuesta manipulación de las estadísticas, pero la presentación no prosperó. Los autores también señalaron que en 2008 se inundaron los sótanos de la Maternidad de Tucumán, en donde se encontraban más de 60 mil historias clínicas de niños recién nacidos.

Según las definiciones del Ministerio de Salud de la Nación, la tasa de mortalidad infantil es la cantidad de muertes de niños cada mil nacidos vivos. Dentro de esta categoría, se considera mortalidad neonatal cuando el deceso se produce antes de cumplir los 28 días de edad, y postneonatal cuando ocurre antes del primer año de vida.

En tanto, una defunción fetal es aquella que ocurre “con anterioridad a la expulsión completa o extracción del cuerpo de la madre de un producto de la concepción, cualquiera que haya sido la duración del embarazo”.

En 2013, un estudio del Ministerio de Salud nacional -entonces a cargo de Manzur- publicó un informe en el que aseguraba que entre 2005 y 2009 se detectó en 14 provincias, entre ellas Tucumán, “un subregistro de defunciones infantiles de magnitud inferior a los nacimientos”.

En tanto, un informe del Ministerio de Salud de Tucumán destacó que “entre los años 2000 y 2012 se observó que el descenso de la mortalidad infantil fue principalmente a expensas del componente neonatal”. Es decir, en las muertes que ocurren entre el nacimiento y los 28 días de vida.

Sin embargo, ninguno de los 2 documentos oficiales antes mencionados aclaran las razones por las que se dieron el subregistro o el descenso de la mortalidad, y si pudieron estar relacionados con contabilizar como muertes fetales a los nacidos vivos de bajo peso.

Performance educativa

Entre 2015 y 2019, la tasa de sobreedad en Tucumán -cantidad de estudiantes con una edad superior a la que le correspondería al curso- bajó del 4,4% al 2,7% en el nivel primario y del 25,2% al 23,7% en el secundario. 

En tanto, entre 2015 y 2018 la tasa de promoción -la cantidad de estudiantes que pasaron de año en relación al total de la matrícula inicial- se mantuvo en niveles estables en primaria y cayó levemente en secundaria, mientras que la tasa de repitencia -la proporción de estudiantes que no lograron promocionar- aumentó un 137% en primaria (pasó del 0,53 al 1,26%) en el mismo período.

Finalmente, la tasa de egresos -el porcentaje de estudiantes que se recibe en relación con la matrícula inicial) aumentó en el nivel primario (pasó del 95,9% al 97,9% entre 2015 y 2017 -último dato disponible-), y cayó en el secundario, pasando del 48,4% en 2015 al 43,1% en 2017.

Seguridad

Durante la gestión de Juan Manzur al frente de la Gobernación de Tucumán (entre 2015 y 2020 -último dato disponible), la tasa de homicidios dolosos (es decir, los asesinatos cometidos con intención) pasó de 5,4 a 8,6 casos cada 100 mil habitantes, un incremento del 60,6%.

Por el contrario, en el mismo período la tasa de homicidios dolosos cayó un 19% a nivel nacional (pasó de 6,5 a 5,3 casos cada 100 mil habitantes). También hubo descensos significativos en la Ciudad de Buenos Aires (bajó de 5,4 a 4 homicidios cada 100 mil habitantes) y en la Provincia de Buenos Aires (de 7,2 a 5,2 homicidios cada 100 mil habitantes).

Según los datos de la Dirección Nacional de Estadística Criminal del Ministerio de Seguridad de la Nación, en 2015 se cometieron en Tucumán 86 homicidios dolosos, número que ascendió a 147 en 2020. 

Corrupción y justicia

En 2018, una investigación realizada por Chequeado junto al diario La Gaceta de Tucumán reveló que en 13 años se habían presentado en la provincia 219 denuncias por corrupción y que sólo 1 había llegado a condena firme. En 4 de estos años Manzur estuvo al frente de cargos ejecutivos en Tucumán.

El trabajo -realizado en base a la revisión de más de 4.700 ediciones de La Gaceta y el cotejo de la información recolectada con otras fuentes judiciales- determinó que el funcionario tucumano más denunciado fue el ex gobernador José Alperovich (Frente de Todos), quien había recibido hasta la publicación del informe 29 denuncias en su contra.

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