Skip to content

Un estudio del Conicet detectó un aumento de la mortalidad durante las olas de calor en 15 ciudades argentinas

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • Un estudio del Conicet halló que en 15 de 21 ciudades argentinas aumentaron las muertes por causas cardiovasculares, respiratorias y renales durante episodios de calor extremo entre 2005 y 2019
  • Los efectos no se limitaron a zonas cálidas, ya que se observaron incrementos significativos incluso en la Patagonia. En Bariloche, las muertes por causas renales se incrementaron en un 213% respecto de los días sin ola de calor.
  • Las altas temperaturas pueden alterar funciones vitales y agravar enfermedades crónicas, por lo que los especialistas advierten sobre la necesidad de traducir las alertas meteorológicas en acciones concretas de prevención y respuesta.

Debido al cambio climático, las olas de calor son cada vez más frecuentes e intensas en todo el mundo, situación que se replica en Argentina. Esto hace que el número de personas expuestas al calor extremo esté aumentando, y con eso las muertes asociadas.

Ahora, un estudio publicado en la revista The Journal of Climate Change and Health por científicos del Conicet encontró que en 15 de 21 ciudades argentinas analizadas hubo un aumento de la mortalidad por enfermedad cardiovascular, respiratoria y renal durante olas de calor entre 2005 y 2019.

Los hallazgos son especialmente relevantes en un país donde las enfermedades no transmisibles constituyen la principal causa de enfermedad, discapacidad y muerte evitable, según el Ministerio de Salud de la Nación.

“Nuestro anhelo es que estos resultados contribuyan a políticas que aborden el problema del impacto de las olas de calor, que se están haciendo más frecuentes, más duraderas y más intensas por el cambio climático”, dice a Chequeado Francisco Chesini, magíster en salud pública, investigador del Grupo de estudios en salud ambiental y laboral de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) y becario de Conicet, autor del estudio junto a Matilde Rusticucci, investigadora principal del Conicet y profesora emérita de la UBA.

Aumento de la mortalidad en 15 ciudades argentinas

El estudio determinó el riesgo de mortalidad por causas cardiovasculares, respiratorias y renales (por enfermedades preexistentes) vinculado a las olas de calor en 21 ciudades argentinas, que representan aproximadamente un tercio de la población urbana nacional.

Para eso, aplicaron un método llamado de series temporales, que analiza cómo cambian los datos a lo largo del tiempo. Los investigadores compararon las muertes diarias durante las olas de calor con las registradas en otros días cálidos (de octubre a marzo) y ajustaron los resultados por factores como el mes o el día de la semana. Así pudieron aislar el efecto específico del calor extremo sobre la mortalidad.

Para ello, utilizaron cifras oficiales de mortalidad y datos meteorológicos del Servicio Meteorológico Nacional. El análisis abarcó ciudades de distintas regiones climáticas: Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Paraná, San Miguel de Tucumán, Resistencia, Formosa, Corrientes, Posadas, Salta, San Salvador de Jujuy, Catamarca, La Rioja, San Juan, Neuquén, Comodoro Rivadavia, Río Gallegos, Ushuaia y Bahía Blanca.

En 15 ciudades se observó un aumento significativo de la mortalidad por las causas analizadas durante los episodios de olas de calor y los días siguientes. Se constató que los efectos no están confinados a las zonas cálidas del país, sino también afectan a la región patagónica. En concreto, se identificaron aumentos en mortalidad cardiovascular en 13 ciudades, respiratoria en 10 y renal en 7.

En Tucumán, el riesgo de morir por causas cardiovasculares aumentó un 46 % durante las olas de calor en comparación con los días sin ola de calor.

En La Rioja las muertes por causas respiratorias aumentaron un 54 % durante las olas de calor, y ese incremento se mantuvo hasta dos días después.

En Bariloche, el riesgo de mortalidad por causas renales fue el más alto del país: las muertes se incrementaron en un 213% respecto de los días sin ola de calor.

“Argentina cuenta con un sistema de alertas tempranas por temperaturas extremas que ha sido pionero a nivel regional. Lo que queda pendiente es qué hace el sistema de salud con esa información. No es suficiente con que se emitan alertas meteorológicas si del otro lado los usuarios de esa información y quienes tienen que planificar las políticas no están informándose oportunamente y no están diseñando acciones de respuesta del sistema frente a esta amenaza climática”, expresó Chesini.

El impacto del calor (y del cambio climático) en la salud

Los golpes de calor son la primera causa de defunción relacionada con el clima y pueden agravar enfermedades como la diabetes, el asma, los trastornos mentales y las enfermedades cardiovasculares, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De acuerdo a Chesini, el calor “puede afectar la termorregulación y esto puede traer efectos agudos, como son el síncope por calor, calambres por calor, edemas por calor, todas manifestaciones que ameritan una intervención médica”.

El médico cardiólogo Pablo Gulayin, coordinador del Departamento de Investigación en Enfermedades Crónicas del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), explica: “Muchos de los mecanismos generales que contribuyen al aumento de la mortalidad cardiovascular asociada al cambio climático se relacionan de modo directo con lo que se denomina ‘ruptura de placa aterosclerótica’, lo que puede llevar a tener episodios coronarios agudos, como el infarto de miocardio o la muerte súbita”.

Si bien la evidencia científica disponible varía según la región geográfica, la duración e intensidad de las exposiciones al calor o la vulnerabilidad de las poblaciones afectadas, el especialista describe cuatro mecanismos que contribuyen al aumento de la mortalidad cardiovascular asociada al cambio climático:

  • Cambios fisiológicos directos: las temperaturas extremas pueden alterar la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la viscosidad sanguínea, el estado de hidratación, entre otros parámetros.
  • Disrupciones en la atención sanitaria: los fenómenos climáticos extremos pueden provocar cortes de energía o interrupciones en la cadena de suministro de medicamentos, afectando la continuidad de la atención médica.
  • Efectos sobre la salud mental: la exposición a eventos climáticos adversos puede favorecer la aparición de ansiedad, estrés y depresión.
  • Impacto sobre factores socioeconómicos indirectos: los fenómenos climáticos extremos pueden desencadenar crisis económicas que pueden alterar la prevención y atención de la salud. 

Fecha de publicación original: 01/11/2025

Temas

Comentarios

Valoramos mucho la opinión de nuestra comunidad de lectores y siempre estamos a favor del debate y del intercambio. Por eso es importante para nosotros generar un espacio de respeto y cuidado, por lo que por favor tené en cuenta que no publicaremos comentarios con insultos, agresiones o mensajes de odio, desinformaciones que pudieran resultar peligrosas para otros, información personal, o promoción o venta de productos.

Muchas gracias

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *