LatamChequea cumple 10 años y se fortalece

Trabajar en red y de manera colaborativa es clave para poder contrarrestar la desinformación. Los falsos contenidos, que se replican y adaptan a la realidad de cada país, muchas veces vienen de actores transnacionales y siguen dinámicas que no respetan fronteras. LatamChequea, la red que formamos con chequeadores de la región y que ya reúne a 47 organizaciones de 21 países, es un espacio de colaboración central para enfrentar el problema desde diferentes perspectivas. Y con el apoyo de la Unión Europea (*), durante los próximos dos años impulsaremos nuevos procesos de trabajo en común que permitirán a la red fortalecerse y evolucionar en su institucionalización. 

LatamChequea comenzó en 2014 para promover el fact checking en América Latina  y generar un espacio para compartir experiencias y aprender entre pares. Desde un evento cada dos años, la red evolucionó a un espacio de colaboración constante para compartir información, herramientas y darse apoyo mutuo en momentos críticos, como la pandemia. A todo lo construido hasta acá, se sumará ahora una primera etapa de mayor institucionalización y diferentes líneas de trabajo a nivel regional y en tres países foco: Chile, México y Uruguay. 

A nivel regional, el trabajo se expandirá con el funcionamiento de nuevas líneas de trabajo, como LatamChequea Educación y LatamChequea Innovación, que se sustentan con la integración que desde Chequeado y otras organizaciones hacemos entre distintas disciplinas para generar valor en la conversación pública y en la formación de ciudadanía. Esto permitirá articular aún más el trabajo que organizaciones de la red ya hacen en estas áreas y colaborar con otras organizaciones que trabajan con el mismo objetivo desde otras perspectivas. También se avanzará en el trabajo conjunto sobre inteligencia artificial y sustentabilidad.  

A su vez, el proyecto permitirá tener un panorama sobre las tendencias de la desinformación regional, gracias a encuestas a partir de las cuales se elaborarán reportes periódicos, además de investigaciones en profundidad sobre las desinformaciones comunes en algunos temas específicos, como género o medioambiente.  

Comprender mejor los aspectos que hacen que ciertas poblaciones puedan ser más vulnerables a la desinformación también será una línea a profundizar durante estos años de trabajo, así como el análisis de la eficacia de distintas estrategias utilizadas para contrarrestar los falsos contenidos. Entre ellos se analizará, en particular, la eficacia de abordajes preventivos (prebunking) ante la desinformación. 

Se mantendrá también la continuidad de los eventos de la red, a lo que se sumarán intercambios entre organizaciones y otras iniciativas, y se avanzará en tener las herramientas necesarias para representar a la red ante terceros y abogar desde la perspectiva de los chequeadores por la libertad de expresión y derecho al acceso a la información frente a diferentes actores. 

En los tres países focos, el trabajo estará articulado por socios locales de cada país. En Chile será MalaEspina Check, en México Animal Político y Verificado, y en Uruguay Búsqueda. Cada una de estas organizaciones coordinará un trabajo con múltiples actores para aumentar el impacto del proyecto. 

Hay grandes líneas de acción que se desarrollarán en cada país, considerando el contexto de cada uno, y que girarán en torno a:

• Aumentar la conciencia pública del problema, a través de eventos y esfuerzos de alfabetización mediática para robustecer el pensamiento crítico.
• Formar a periodistas y estudiantes de periodismo para que tengan las herramientas del fact checking a mano para su trabajo cotidiano.
• Generar redes de trabajo para fortalecer los ecosistemas informativos, ya sea con otros medios de comunicación, universidades y otras organizaciones.
• Profundizar el conocimiento sobre las tendencias de la desinformación.
• Fortalecer a las organizaciones de fact checking para que su trabajo pueda tener un mayor impacto.

Estas líneas de trabajo se traducirán en una serie de actividades que se desarrollarán durante los siguientes dos años en estos países. 

Esperamos que este ambicioso proyecto que comenzamos gracias al apoyo de la Unión Europea nos permita fortalecer las redes de trabajo ya existentes, generar nuevas alianzas y espacios de colaboración, y producir mayor conocimiento sobre muchos de los fenómenos alrededor de la desinformación. Todo esto con el objetivo de mejorar nuestras estrategias para contrarrestar la desinformación y fortalecer los ecosistemas informativos para simplificar el acceso a buena información por parte de los ciudadanos. Un aspecto clave para el funcionamiento de nuestras democracias.