Investigación académica Chequeado-UDESA

¿En qué medida sabemos los argentinos diferenciar hechos y datos de opiniones y sesgos?

Diferenciar qué es un dato y qué no lo es constituye un punto de partida fundamental para tener una participación crítica en el debate público, y también un gran primer paso para comenzar a mirar el mundo con ojos científicos, haciéndonos preguntas sobre la realidad y buscando evidencia que nos ayude a tomar decisiones informadas.

Sin embargo, la investigación muestra que la capacidad de distinguir hechos y datos contrastables de opiniones y sesgos pareciera ser un reto enorme para buena parte de la población (Kuhn, 2010). Así, los especialistas se preguntan acerca de los mejores modos de formar esta capacidad central a la participación ciudadana que nos permite interpretar de manera más rigurosa la información que recibimos a diario, ayudándonos a comprender cuán confiable es dicha información y cómo se construyó para poder establecer conclusiones más robustas (Gil y Vilches, 2004).

Durante 2015 se ha realizado una actividad llamada “Discurso público, una historia de amor” en diferentes espacios educativos con el fin de entrenar la capacidad de adolescentes en la diferenciación de hechos y datos de opiniones y sesgos. Durante la implementación de la actividad ha quedado claro que la mayoría de los estudiantes y docentes que la realizaban no conocían la diferencia ni eran capaces de distinguir estos diferentes tipos de contenido en el diálogo cotidiano y, menos aún, en el debate público.

Si bien podría pensarse que la enorme influencia de las opiniones y sesgos que existe en el diálogo cotidiano sobre la cosa pública está íntimamente relacionada con la dificultad en diferenciar las opiniones y sesgos de los datos y hechos contrastables, no existe en la Argentina una investigación que permita conocer con base científica cuál es el nivel de dicha dificultad en nuestra población.

Esta investigación conjunta entre Chequeado y UDESA aporta evidencias diagnósticas de la capacidad de distinguir hechos de opiniones de nuestra población, así como una mirada más profunda sobre la relación entre dicha capacidad y distintos factores socioeconómicos y culturales, con el fin de comprender mejor nuestro punto de partida  como sociedad y, eventualmente, diseñar capacitaciones y programas educativos que permitan fortalecer esta capacidad central en la participación ciudadana.

Como resultado del trabajo de investigación, además del paper se produjo y difundió material periodístico con un fuerte componente infográfico.

Paper presentado en MESO_ Furman – Merpert – Anauati – Zommer