Alberto Fernández: “Es el índice más bajo de mortalidad infantil de nuestra historia”

El Presidente de la Nación, Alberto Fernández, señaló durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso que “en el año 2021 la tasa de mortalidad infantil registró, a nivel nacional, un nuevo descenso llegando al 8 por mil. No es un número, es el índice más bajo de mortalidad infantil de nuestra historia”. 

Los datos confirman los dichos del Presidente. La tasa de mortalidad infantil de todo el país en 2021 fue de 8 decesos por cada mil nacidos vivos registrados (último dato disponible). De acuerdo con los datos oficiales a los que tuvo acceso Chequeado, se trata efectivamente de la cifra más baja de la historia. 

La tasa de mortalidad infantil mide la relación entre el número de defunciones de menores de 1 año y los nacidos vivos registrados en un mismo periodo, como explicamos en esta nota.

El indicador viene bajando de manera bastante sostenida en los últimos años. Hace 10 años, en 2011 era de 11,7 muertes cada mil nacimientos.

El total de defunciones infantiles registradas en 2021 se redujo en un 6% respecto al año anterior, alcanzando un valor de 4.238 muertes contra 4.505 de 2020.

Se trata de “un indicador duro e inobjetable del desarrollo humano de un país”, explicó en en este chequeo Gabriela Bauer, médica pediatra y presidenta del Consejo de Administración del Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan.

Dentro de la tasa de mortalidad infantil, la mayoría de los fallecimientos se registraron en la etapa neonatal; es decir, en los primeros 27 días de vida. Cabe destacar que la primera causa de muerte en el período neonatal es la prematurez, seguida por las malformaciones cardíacas.

Justamente, es en esta etapa en la que se registró la principal reducción de la mortalidad: se pasó de 3.303 decesos en 2020 a 3.029 en 2021. En tanto, para el período posneonatal se registró un leve aumento (1.209 versus 1.202 muertes).

Para Bauer, quien fue directora de Niñez y Salud Perinatal en el Ministerio de Salud nacional entre 2020 y 2021 -durante la gestión de Fernández-, este descenso es respuesta a una estrategia de trabajo “que no depende nada más de los servicios de salud” sino que precisa de la “integración de otros equipos como los de desarrollo social” y los “sistemas de seguridad social”.