Aníbal Fernández: “En el 2018 y el 2019 hubo más liberación de presos que en el 2020 y en el 2021”
- Efectivamente, el número total de egresos del Servicio Penitenciario Federal fue más alto en 2018 y 2019 que en 2020 y 2021.
- Esta tendencia se replicó en las cárceles de la Provincia de Buenos Aires.
- Sin embargo, en 2018 y 2019 la mayor proporción de egresos correspondió a personas que cumplieron su pena y, en cambio, en 2020 creció en más de un 85% el número de beneficios de arresto domiciliario a partir de las recomendaciones internacionales y locales de reducir la población penitenciaria en el contexto de la pandemia. Existen críticas al funcionamiento del Patronato de los Liberados.
En medio de la conmoción por el crimen de Roberto Sabo en La Matanza, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, fue consultado por la presunta vinculación del Gobierno nacional con la liberación de presos. “En el 2018 y el 2019 hubo más liberación de presos que en el 2020 y en el 2021. Con lo cual, es un verso que le instalaron y que muchos como loritos lo repiten”, respondió el funcionario.
Si bien Fernández no aclaró en la conferencia si se refería al Sistema Penitenciario Federal (SPF) o al Bonaerense, ante la consulta de Chequeado el Ministro compartió datos cuya fuente es el SPF, que depende del Ministerio de Justicia de la Nación. Estos datos reflejan que en 2018 y 2019 se registraron 26.250 egresos carcelarios, mientras que en 2020 y 2021 fueron 12.893.
Efectivamente, el número total de egresos del SPF fue más alto en 2018 y 2019 que en 2020 y 2021. Esta tendencia se replicó en las cárceles de la Provincia. Sin embargo, en 2018 y 2019 la mayor proporción de egresos correspondió a personas que cumplieron su pena y, en cambio, en 2020 creció en más de un 85% el número de beneficios de arresto domiciliario a partir de las recomendaciones internacionales y locales de reducir la población penitenciaria en el contexto de la pandemia. Existen críticas al funcionamiento del Patronato de los Liberados.
Cómo variaron los egresos
Los datos oficiales del SPF no permiten ver cuántas personas son liberadas o cuántas detenidas en determinado período de tiempo. Pero ante la “ausencia de información oficial acerca de las personas que egresan de las prisiones federales”, la Procuración Penitenciaria de la Nación elaboró su propia “Base de Datos sobre Egresos del SPF”, en base a consultas periódicas de este organismo a los distintos centros penitenciarios que dependen del sistema federal.
Esta base, de acuerdo con su informe más reciente, coincide con la tendencia señalada por el Ministro: entre 2020 y lo que va de 2021 salieron menos personas de los penales federales que entre 2018 y 2019. Por cuestiones metodológicas, los datos no son coincidentes con los del gráfico oficial. La suma de 2018 y 2019 arroja un resultado de 6.963 egresos y la de 2020 en conjunto con los primeros 9 meses de 2021 da como resultado 6.129 egresos.
Sin embargo, lo que cambió en 2020 es el tipo de egresos. Antes de la pandemia, la mayor proporción correspondía a salidas de prisión por agotamiento de la pena. Es decir, el cumplimiento de la condena. En 2018 representó el 35% y en 2019, el 43%. El ítem “arresto domiciliario”, por su parte, tenía una baja incidencia: 10% en 2018 y 15% en 2019.
Esta relación se modificó en 2020, producto de recomendaciones de distintos organismos internacionales y tribunales locales a los jueces para que adoptaran medidas alternativas a la prisión para reducir la población penitenciaria y proteger a las personas de riesgo en los penales en el contexto de la pandemia de COVID-19. El arresto domiciliario duplicó su participación: pasó del 15% en 2019 al 30% en 2021. En términos nominales, crecieron en un 91%: pasaron de 619 a 1.185. En lo que va de 2021 estas proporciones volvieron a los niveles previos a la pandemia.
Una vez que una persona obtiene la prisión domiciliaria, esta debe ser supervisada por el Patronato de Liberados de cada provincia, según la Ley 26.472. De acuerdo con un trabajo de la becaria del Conicet Malena García, la intervención de esta institución “como política de prevención del delito a través de la inclusión social resulta ineficaz”.
Y explica: “El desfinanciamiento del organismo lleva a que la supervisión del total de las personas que se encuentran en preegreso sea una tarea casi imposible. En el caso de las personas que son efectivamente alcanzadas por la institución, los programas destinados a resolver las situaciones de vulnerabilidad económica y social tienen una demora de más de 6 meses para ser adjudicados. A su vez, en base al monto de los subdisios, los programas se destinan a contribuir en la transformación de sus condiciones, aportando un dinero extra a un ingreso que las personas liberadas deberían garantizarse por su cuenta, con la carga de los antecedentes penales y la escasa formación laboral que existe en las unidades penitenciarias”.
La población carcelaria bajó
Si bien en 2020 salieron menos internos de los penales que en años anteriores, la población carcelaria se redujo. El año 2018 finalizó con 13.358 detenidos. Al año siguiente, en 2019, la cifra fue de 13.883, un incremento de más de 500 internos. Y en 2020, el último año con cifras completas disponibles, la cifra fue de 11.470, una baja de 2.413. Según la síntesis que publica diariamente el SPF, actualmente hay 11.280 detenidos en cárceles federales. Esto da cuenta de que la cifra continuó su descenso en el año en curso. La baja registrada en 2020 es la más marcada en las últimas 3 décadas.
Entonces, si se redujo la población carcelaria y no hubo una explosión de egresos penitenciarios, lo que varió principalmente fueron los ingresos. “El descenso de los ingresos acható la curva, que venía en ascenso desde hace muchos años por diversas reformas que hicieron que los condenados permanezcan más tiempo en prisión”, explicó a Chequeado Gustavo Platt, ex integrante de la PPN y especialista en ejecución penal.
Esto es atribuible a varios factores. “Por un lado, las restricciones ambulatorias, que alcanzaban a todos, incluso a los que salen a delinquir. Y otro factor menos medible son los climas de época judicial. Es probable que en contexto de pandemia los jueces hayan sido más reticentes a aplicar prisiones preventivas”, agregó el especialista. Estas hipótesis también están desplegadas en el informe de flujos de la PPN.
“Intuitivamente, puede relacionarse con una probable disminución de las detenciones policiales durante los meses de cumplimiento más riguroso por parte de la sociedad de las medidas del aislamiento obligatorio. Esto posiblemente haya limitado la circulación de personas y, por ende, las posibilidades de las fuerzas de seguridad de concretar detenciones por delitos. Pero, además, es posible señalar que uno de los factores más significativos, fundamentalmente a partir de la posterior relajación del aislamiento, haya sido el aumento del alojamiento de las personas detenidas en espacios de detención dependientes de otras fuerzas de seguridad”, señala la PPN.
¿Y la Provincia?
El Ministro de Seguridad de la Nación no aclaró en su diálogo con la prensa a qué jurisdicción se refería, aunque aportó a Chequeado datos del SPF. Sin embargo, el debate actual, cuyo disparador es el asesinato de Sabo, gira en torno a la Provincia de Buenos Aires y lo que ocurrió en los últimos años en las cárceles bonaerenses.
Los datos oficiales del Ministerio Público de la Provincia muestran una tendencia similar a la del SPF. ¿Se registraron más egresos en 2020? No, fueron 36.257, contra 42 mil en 2019. Sin embargo, concurren los otros 2 factores abordados a nivel federal, ya que esa cifra incluye todo tipo de egresos. Por un lado, las prisiones domiciliarias crecieron un 85% respecto de 2019 y un 132% respecto de 2018. Y, por último, como en el SPF, se produjo una fuerte reducción de los ingresos a los penales bonaerenses. Pasaron de 47 mil en 2019 a 37 mil en 2020. Por eso, también se redujo la población carcelaria de la Provincia.
Pese al debate, lo cierto es que lo ocurrido en los últimos días no tiene relación con arrestos domiciliarios, ni libertades anticipadas ni liberación de presos. Leandro Suárez, que está acusado por el homicidio de Sabo, estuvo 5 años en prisión por una condena dispuesta por la Justicia penal de la Ciudad de Buenos Aires y fue liberado luego de cumplir su condena, no por ningún tipo de beneficio procesal vinculado a la pandemia. Así lo confirmaron a Chequeado desde el Ministerio Público de la Provincia, del que depende el Registro Único de Detenidos.
Por lo tanto, lo que dijo Aníbal Fernández es engañoso. El número total de egresos del SPF fue más alto en 2018 y 2019 que en 2020 y 2021. Y esta tendencia se replicó en las cárceles de la Provincia. Sin embargo, en 2018 y 2019 la mayor proporción de egresos correspondió a personas que cumplieron su pena y, en cambio, en 2020 creció en más de un 85% el número de beneficios de arresto domiciliario a partir de las recomendaciones internacionales y locales de reducir la población penitenciaria en el contexto de la pandemia. Además, existen críticas al funcionamiento del Patronato de Liberados.
Fecha de publicación original: 11/11/2021
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