Cafiero: “El Presupuesto en términos reales del 2021 crece en 8 puntos”

El jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Santiago Cafiero, señaló durante una entrevista con elDiarioAR que “el Presupuesto en términos reales del 2021 crece en 8 puntos”. La afirmación es falsa.

Si se compara el gasto realizado en 2020 con el Presupuesto 2021 aprobado por el Congreso nacional, éste cae un 7,4% en términos reales (es decir, descontando el efecto de la inflación).

Al aumento indicado por Cafiero sólo se llega si a lo ejecutado en 2020 se le descuentan las partidas destinadas a atender la emergencia del coronavirus -que el propio Poder Ejecutivo Nacional calcula en aproximadamente $ 1 billón-. Sin embargo, economistas consultados por Chequeado afirmaron que esta es una forma “muy rebuscada” de comparar ambos presupuestos, y que “el Presupuesto 2021 está construido sobre la hipótesis de que no hay pandemia”.

Los datos oficiales muestran caídas del Presupuesto en términos reales

El Presupuesto 2021 aprobado por el Congreso preveía gastos por $ 8,3 billones. En tanto, en 2020 los gastos totales ejecutados ascendieron a $ 7,03 billones.

Vale la pena recordar que en 2020 el Estado funcionó con el Presupuesto 2019, elaborado en 2018 por el entonces ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne (Cambiemos), porque el Presupuesto 2020, presentado por su sucesor, Hernán Lacunza -también del gobierno de Cambiemos-, nunca fue debatido por el Parlamento.

Según el mensaje de elevación del Presupuesto 2021 enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso, ya durante la gestión como ministro de Economía de Martín Guzmán (Frente de Todos), en 2020 se destinaron un total de $ 1.019.921 millones en concepto de “refuerzos COVID-19”, de los cuales $ 657.275 millones fueron para ayudas sociales a unidades familiares.

Este año, la mayoría de esos programas no fueron incluidos en la ley original, como se explica en esta nota. Sin embargo, el Gobierno introdujo en los meses siguientes a la aprobación del Presupuesto 2021 nuevas partidas por $ 480 mil millones, destinadas a gastos relacionados con paliativos de la pandemia del coronavirus.

De ese total, $ 227.364 millones ya fueron incorporados a través de diversas Decisiones Administrativas (ver acá, acá, acá y acá), mientras que el resto, según se informó, se agregarán durante el año.

De este modo, si se compara lo efectivamente gastado por el Gobierno durante 2020 ($ 7,03 billones) con las erogaciones proyectadas en el Presupuesto 2021 ($ 8,3 billones) la caída es del 7,4% en términos reales, considerando la inflación del 29% prevista por el Ejecutivo para este año.

Si se tienen en cuenta los $ 480 mil millones incorporados por el Gobierno nacional luego de la aprobación del Presupuesto 2021, la comparación sigue siendo negativa, con una caída del 2,1% en términos reales.

Una comparación que no contempla los “gastos COVID”

Desde el área de Prensa de la Jefatura de Gabinete de Ministros indicaron en un documento de respuesta enviado a este medio que, “al elevar el Proyecto de Presupuesto de la Administración Nacional para el Ejercicio Fiscal 2021 (septiembre de 2020), se previó un crecimiento del gasto primario del 7,6% en términos reales, respecto de los valores estimados a devengar en 2020, sin considerar las asignaciones vinculadas a la pandemia COVID-19 en dicho año”. Y agregaron: “En el presupuesto vigente dicho crecimiento es del orden del 8%”.

Efectivamente, si la comparación se realiza excluyendo de la ejecución presupuestaria de 2020 los gastos destinados a la emergencia de coronavirus, se registra un aumento del 8,2% en términos reales. Sin embargo, en la entrevista a Cafiero no se aclara si la cifra expresada contemplaba o no esas erogaciones.

Claudio Lozano, actual director del Banco Nación, consideró en diálogo con Chequeado que esta forma de presentar los números “no tiene mucho sentido”. “El Presupuesto 2021 está construido sobre la hipótesis de que no hay pandemia, de que se controló. Y consecuentemente eliminaron todo lo que sería los refuerzos en el gasto social vinculados a la atención de la primera ola de la pandemia”, indicó.

El economista sostuvo que “todo lo que es refuerzo vinculado a la pandemia lo sacaron. Y, en ese contexto, lo que hay es una rebaja sustancial del gasto social”. Y agregó: “Es un presupuesto de ajuste, y de ajuste de gastos más que de aumento de recursos. Luego, el aumento de recursos ejecutado hasta el momento permite que la reducción del déficit haya sido aún mayor todavía”.

Rafael Flores, economista y ex titular de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), aseguró a este medio que esta es “una forma muy rebuscada” de comparar los presupuestos, y agregó: “Con ese criterio habría que contabilizar también aquellas partidas que no se pudieron ejecutar en 2020 por la pandemia. Si restás de la ejecución 2020 el gasto que tuviste que ejecutar de más por la pandemia, tendrías que contar también lo que no pudiste ejecutar por la misma razón”.

Ariel Barraud, economista del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), dijo a Chequeado que en un análisis presupuestario “se puede ver el gasto contra el gasto efectivo o total, y de hecho así se presenta el presupuesto”. Sin embargo, señaló que el Gobierno “al momento de presentar el Presupuesto 2021 separó lo que fue excepcional de 2020 respecto a los gastos habituales”.

“En los últimos meses, cuando se presenta la ejecución comparada 2021 contra 2020, se viene haciendo hincapié en el crecimiento del gasto 2021 vs. ‘2020 sin COVID”, dijo Barraud.

Por lo tanto, lo afirmado por Cafiero en la entrevista es falso, puesto que si se considera el total de gastos realizados en 2020, incluidos aquellos relacionados con el coronavirus, el Presupuesto 2021 cae un 7,4% en términos reales, teniendo en cuenta la inflación del 29% que prevé el Poder Ejecutivo Nacional. Al aumento mencionado por el Jefe de Gabinete se llega sólo si no se contemplan los gastos realizados en el contexto de la emergencia sanitaria, que el propio Gobierno nacional estima en $ 1 billón.

Sin embargo, los economistas consultados sostienen que el cálculo realizado por el funcionario es “muy rebuscado”, puesto que elimina de la variable los gastos realizados en 2020 para afrontar las consecuencias económicas y sociales de la pandemia.

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