Javier Milei y su promesa a 2 años de asumir: “Implementar esquemas tarifarios realistas que no afecten el bolsillo de los argentinos”

El presidente Javier Milei prometió “implementar esquemas tarifarios realistas que no afecten directamente el bolsillo de los argentinos” en el Plan de Gobierno presentado por La Libertad Avanza antes de las elecciones de 2023.

Esta promesa se encuentra “en proceso, demorada”. El Gobierno anunció un nuevo esquema de subsidios y avanzó en las revisiones quincenales de tarifas (un procedimiento que define el plan de inversiones que tienen que cumplir las empresas y un mecanismo de ajuste de tarifas para ese período). 

No obstante, los cambios aplicados sí tuvieron un impacto en el bolsillo de los usuarios, dado que provocaron un aumento significativo en las tarifas de luz y gas, que en los últimos 2 años subieron por encima de la inflación. 

En 2024, Chequeado calificó la promesa como “incumplida”, ya que no se habían implementado cambios en los subsidios energéticos ni avanzado en la “recalibración de los contratos” ni en la revisión integral de las tarifas. Pero con las modificaciones al esquema de subsidios y la renegociación de los contratos, la promesa cambió a “en proceso, demorada”.

Según la metodología de Chequeado, una promesa se encuentra en este estado cuando “se avanzó poco o nada en las medidas necesarias para cumplir con el compromiso, pero todavía podría lograrse en el resto del período de mandato”.

Nuevo esquema de subsidios a partir de 2026

En 2024 la gestión de La Libertad Avanza mantuvo el sistema de subsidios ideado por la gestión anterior, pero eliminó los topes de aumento de tarifas que limitaban las subas a un porcentaje del Índice de Variación Salarial. También estableció límites al consumo subsidiado, lo que redundó en un aumento de las facturas  de luz y gas. 

En tanto, a fines de noviembre de 2025 el Gobierno nacional anunció un nuevo esquema de subsidios a partir de enero de 2026. Algunos usuarios dejarán de recibir el beneficio y pagarán el precio pleno de la energía, y aquellos que lo mantengan pagarán  un porcentaje mayor por sus consumos.

Santiago Urbiztondo, economista jefe de la Fundación FIEL y especialista en temas energéticos, señaló a Chequeado que la nueva medida “es un avance positivo en lo central, focalizando el subsidio fiscal en usuarios de ingresos bajos”. “La estacionalidad en los descuentos en los momentos de más alto consumo es correcta”, completó.

Por su parte, Julián Rojo, economista especializado en Energía y director del Departamento Técnico del Instituto Argentino de la Energía (IAE) General Mosconi, dijo a este medio que “el nuevo esquema de subsidios va en el camino de tener esquemas más sostenibles en el tiempo”. 

Y añadió que la reforma implementada por el Gobierno “recoge algunas cosas que están bien, como una mayor focalización en los subsidios, más simpleza en la implementación que respecto a la segmentación, y va en la misma línea que las buenas prácticas de otros países del mundo”.

Cambios en la estructura de los contratos de distribución

Tras suspender durante 2024 la realización de una Revisión Tarifaria Integral (RTI) (un procedimiento que debe realizarse cada 5 años y que define el plan de inversiones que tienen que cumplir las empresas y un mecanismo de ajuste de tarifas para ese período), el Gobierno finalmente avanzó con una revisión quinquenal de los servicios de luz y el gas. 

Al respecto, Rojo aseguró que este proceso (que ahora debe pactarse con cada empresa en particular) “va a ir lento hasta que no se acomode la cadena de pagos del sector, pero aparentemente hay una mejora en las condiciones del mercado”. 

En julio de 2025, en tanto, la actual gestión modificó el sistema de generación eléctrica al permitir que las empresas generadoras comercialicen entre sí, sin pasar por Cammesa (un ente integrado por privados y el Estado), y que los grandes usuarios elijan libremente a sus proveedores de electricidad. 

Aumento de tarifas y reducción del gasto en subsidios

Con los cambios aplicados en los topes al consumo subsidiado, el Gobierno redujo un 60,9% real (es decir, considerando la inflación) el gasto en subsidios a la energía. En este sentido, las erogaciones destinadas a los subsidios a la luz y el gas pasaron de representar el 1,5% del PBI en 2023 al 0,6% en 2025. 

De acuerdo con datos del Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), entre diciembre de 2023 y noviembre de 2025 el costo de la energía eléctrica aumentó 330% y el gas natural, 534%, frente a una inflación (para el mismo período) del 178%. 

Con estos aumentos, el peso de las facturas de luz y gas pasó de representar el 2,9% del salario en diciembre de 2023 al 3,8% en noviembre de 2025. 

Los aumentos se concentraron en el primer año de gestión: según datos del Observatorio, en lo que va de 2025 las tarifas de luz y gas subieron por debajo de la inflación, y su peso relativo en el salario cayó del 4,4% en noviembre de 2024 al 3,8% actual.

Al respecto, Rojo aseguró que “no hay forma de bajar subsidios sin afectar al bolsillo, menos aún cuando se venía de un atraso tarifario tan importante”. No obstante, indicó que “hay una especie de transición. En 2024 hubo mucho ruido, pero este año los aumentos fueron más o menos a la par de la inflación, con lo cual hay cierta progresividad”.

Por su parte, desde el área de Prensa de la Secretaría de Energía de la Nación señalaron a Chequeado que “la tasa de cobrabilidad de las distribuidoras de gas y energía eléctrica se mantuvo alrededor del 97%, con algunos casos puntuales en donde no bajaba del 90%”. 

Por esto, la promesa de Milei de “implementar esquemas tarifarios realistas que no afecten directamente el bolsillo de los argentinos” se encuentra “en proceso, demorada”. El Gobierno anunció un nuevo esquema de subsidios a la energía y avanzó en las revisiones quincenales de las condiciones del servicio. Pero estos cambios tuvieron un impacto en el bolsillo de los usuarios. 

EN PROCESO, DEMORADA: se avanzó poco o nada en las medidas necesarias para cumplir con el compromiso, pero todavía podría lograrse en el resto del período de mandato.