Javier Milei y su promesa a un año como presidente: “Vamos a hacerle cargar el ajuste al Estado”

En el debate presidencial por el balotaje 2023, el entonces candidato de La Libertad Avanza y actual presidente de la Nación, Javier Milei, aseguró: “Vamos a hacerle cargar el ajuste al Estado”. 

A un año de asumir como presidente, esta promesa se encuentra “incumplida”. Al realizar un desglose de los datos oficiales de ejecución presupuestaria, se ve que hasta octubre de 2024 el 72,3% del recorte del gasto público afectó al sector privado, mientras que el restante 27,7% recayó sobre lo que podrían considerarse gastos del Estado. 

Además, los especialistas consultados consideraron que el ajuste a las cuentas públicas también afecta al sector privado, ya sea por la caída de los fondos destinados al sistema previsional o por la suspensión de las obras públicas. 

Según la metodología de Chequeado, una promesa está “incumplida” cuando “tenía un plazo establecido que no se cumplió o los resultados muestran que la situación avanzó en la dirección contraria a lo previsto”.

Qué dijo Javier Milei sobre “cargarle el ajuste al Estado”

Durante el debate presidencial, el candidato del Frente de Todos, Sergio Massa, le preguntó a Milei si aumentaría las tarifas en caso de resultar electo. 

El actual presidente respondió: “Primero vamos a hacerle cargar el ajuste al Estado”. Y luego agregó: “Cuando se recupere la economía, vamos a tocar tarifas”. 

Posteriormente, en su discurso de asunción, Milei prometió realizar “un ajuste fiscal en el sector público nacional de 5 puntos del PBI, que a diferencia del pasado caerá casi totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado”.

También en la apertura del período de sesiones ordinarias del Congreso, el 1° de marzo, el Presidente se refirió al ajuste, al indicar que “ha sido realizado mayormente sobre el sector público nacional”. 

En este sentido, precisó que “dicho resultado surgió de eliminar la obra pública, reducir el 98% de las transferencias a las provincias, reducir los ministerios a la mitad, echar empleados públicos fantasmas, eliminar planes sociales a personas que no lo necesitaban, terminar con los intermediarios de la pobreza y reducir al mínimo la flota de autos, asesores y teléfonos celulares”. 

Chequeado consultó al área de Prensa del Ministerio de Economía de la Nación para conocer cuáles fueron los criterios utilizados por el presidente para definir qué gastos corresponden al Estado y cuáles al sector privado y saber qué resultados se lograron hasta ahora, pero al cierre de esta nota no había obtenido una respuesta. 

Siete de cada 10 pesos del ajuste afectaron al sector privado

De acuerdo con los datos de la ejecución presupuestaria registrados hasta octubre de 2024 (último dato disponible), el Gobierno nacional acumuló en los primeros 10 meses del año un superávit primario (es decir, la diferencia entre los ingresos y los gastos, sin contar el pago de intereses) de $ 10,3 billones y un superávit financiero (el resultado fiscal menos los pagos de intereses) de $ 2,9 billones.

Durante 2024, los ingresos cayeron un 8,6% real (es decir, contemplando el efecto de la inflación). Esto implica que, para lograr el superávit de las cuentas públicas, los gastos tuvieron que caer a un nivel mayor. 

Efectivamente, los gastos primarios cayeron un 28,1% interanual real en los primeros 10 meses del año (es decir, la suma de los gastos corrientes -por ejemplo, el pago de sueldos y gastos de funcionamiento, entre otros- y de capital -las inversiones como la obra pública-, excluidos los pagos en concepto de intereses de la deuda pública). 

¿Cómo se distribuyó este ajuste? La participación en el ajuste de los gastos destinados al sector privado representó el 72,3% del total, mientras que el sector público lo hizo en un 27,7%, según el cálculo de Chequeado en base a datos del Ministerio de Economía de la Nación. 

Por el sector privado, las prestaciones sociales representaron el 36,2% del total del ajuste (de los cuales el 22,2% se explicó únicamente por la caída real en los fondos destinados a las jubilaciones y pensiones); los gastos de capital, el 24,1%; y los subsidios económicos (energía y transporte), el 11,9%.

En cuanto al sector público, los gastos de funcionamiento aportaron el 12,9% del recorte total; las transferencias a provincias, el 8,3%; las transferencias a universidades, 2,3%; y otros gastos corrientes, el 4,1%. 

Ante la consulta de Chequeado, Rafael Flores, economista de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), recomendó medir el destino del ajuste fiscal según la finalidad del gasto público (una agrupación presupuestaria que nuclea las erogaciones en grandes categorías), teniendo en cuenta la función Administración Pública como los gastos identificados con el Estado y los Servicios Sociales, los Servicios de Defensa y Seguridad y los Servicios Económicos como destinados al sector privado. 

Considerando este análisis, sólo el 8,5% del ajuste fue aportado por la finalidad Administración Gubernamental, mientras que el restante 91,5% corresponde a las variables identificadas con los privados, destacándose los Servicios Sociales, que fue destinatario del 64,2% del ahorro generado en los primeros 10 meses del año. 

Orlando Ferreres, presidente de la consultora OJF & Asociados, señaló a este medio que “es evidente que una baja del gasto se inicia con una reducción de gastos en el sector privado (jubilados). Pero también bajan los impuestos como el PAIS, que ya se redujo en 10 puntos y ahora va a bajar otros 7 puntos”. 

Para especialistas consultados, los recortes al Estado también recaen en el sector privado

Especialistas pusieron en duda la forma de considerar el destino del ajuste, dado que consideran que todo gasto del Estado es destinado al sector privado. 

Guido Zack, director de Economía del think tank Fundar -que preside el matemático Sebastián Ceria-, dijo en esta nota que “todo gasto del Estado, directa o indirectamente, termina impactando en el sector privado. Y, por ende, toda reducción termina afectándolo”. 

Por su parte, Lucio Garay Méndez, analista de la consultora Eco Go -que dirige Marina Dal Poggetto, subgerente de Análisis Macroeconómico del Banco Central durante la gestión de Mauricio Macri- señaló a este medio que “una parte de esos recortes de gastos del Estado va a impactar en el sector privado”, y enumeró entre los sectores alcanzados a “las familias que reciben ingresos del Estado: jubilados, pensionados, trabajadores, becarios y profesores, entre otros”.

En el mismo sentido, Flores indicó a Chequeado que “es muy difícil acotar la parte de gastos del Estado. Por ejemplo, con la plata que va a provincias, en las transferencias corrientes, tenés mucha cantidad de planes de salud que son de llegada directa a la sociedad”. 

Por todo lo expuesto, la afirmación de Milei está “incumplida”. Según datos oficiales, hasta el mes de octubre el 72,3% del ajuste afectó al sector privado, mientras que solo el 27,7% impactó en el Estado. Las prestaciones sociales representaron el 36,2% del ajuste total. Esto incluye un 22,2% que corresponde a recortes en jubilaciones y pensiones.

INCUMPLIDA: la promesa tenía un plazo establecido que no se cumplió o los resultados muestran que la situación avanzó en la dirección contraria a lo previsto.