La Nación: “Los hospitales públicos gastan un 10% de su presupuesto en los inmigrantes”

“Sin política inmigratoria”, tituló La Nación su editorial del sábado 12 de marzo, en la que exige “sustraer del control de la política clientelista” el control de las migraciones y vincula a los ciudadanos de países limítrofes directamente con el delito. Asimismo, el diario destaca “el impacto que sufre el sistema de salud” por la atención de los inmigrantes ya que, según datos que el propio medio brinda, el 10% del presupuesto de los hospitales públicos se destina para atender a extranjeros.

El editorial no cita ni menciona la fuente de ese porcentaje sino que habla de “diferentes estudios”. Chequeado.com pudo comprobar que la afirmación es insostenible, porque los especialistas consultados negaron la existencia de informes que permitan chequear ese dato.

“No menor resulta el impacto que sufre el sistema de salud en la atención de inmigrantes. Si bien muchos de ellos son residentes y se enferman en nuestro país, otros se desplazan exclusivamente para acceder a los beneficios de una atención de calidad a la cual no tienen acceso en sus países de origen. Diferentes estudios han demostrado que los hospitales públicos gastan hasta un 10% de su magro presupuesto para la atención de pacientes provenientes de países limítrofes”, dice el editorial.

Sin embargo, consultado por Chequeado.com, el consultor internacional en temas de salud, Federico Tobar, afirmó: “No hay ninguna fuente fidedigna que confirme ese dato”, y agregó que “lo cierto, es que comparado con los países desarrollados, e incluso con Brasil, la razón de pacientes extranjeros que se atienden en Argentina todavía no es significativa”.

Al tratarse de un asunto presupuestario, quien tiene a cargo el seguimiento del gasto en atención pública de la salud es la Secretaría de Política Económica (SPE). Según puede verse en su página web, precisamente en el apartado de la Dirección de Análisis de Gasto Público y Programas Sociales, la SPE sólo cuenta con el gasto público del Gobierno nacional, los gobiernos provinciales, los municipales y el consolidado, pero no discrimina dentro de ellos cuánto significan los pacientes extranjeros en esa erogación.

“El Ministerio de Economía no debería por qué contar con el gasto presupuestario en salud desagregado por nacionalidad porque podría ser acusado de discriminatorio” (ver recuadro), remarcó a este sitio Lucía Díaz Frers, directora del Programa de Política Fiscal del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC). Por lo tanto, “ese dato sólo puede ser obtenido por la encuesta de una institución privada que se realice en la puerta de un número representativo de hospitales públicos y donde se pregunte qué servicio de salud recibió la persona de nacionalidad extranjera, para lo cual hay que contar con una gran capacidad de operatividad en todo el país”, explicó Díaz Frers.

En la Argentina funciona la Universidad ISALUD, una institución educativa y de investigación relacionada con la atención sanitaria de la población. Ante la falta de estadísticas sobre el tema, un ejemplo que permite tener un acercamiento a la dimensión del asunto es el estudio -de próxima publicación- realizado en forma conjunta entre la universidad y el Ministerio de Salud de Jujuy. Si bien el trabajo no es representativo para todo el país, la provincia del norte limita con Bolivia y es considerada como uno de los puntos de entrada de inmigración a la Argentina.

Entre sus conclusiones, la investigación -que estuvo a cargo de un equipo de investigación de ISALUD- demuestra que sobre una muestra de 1830 planillas diarias “donde se constató nacionalidad” en los hospitales de Palpalá, San Pedro, Tilcara y El Carmen, sólo “el 1,7% corresponde a ciudadanos extranjeros, en su mayoría de origen boliviano, y todos tienen residencia estable radicada y declarada en la provincia, o sea que fundamenta de más el derecho a la atención sin limitaciones”.

Desde el lunes, Chequeado.com se comunicó con el área de Editoriales y con tres periodistas de La Nación para obtener los “diferentes estudios” que se mencionan en el editorial. Hasta el momento este sitio no ha obtenido datos al respecto.