Mayans, sobre el aborto: “Es la causal de muerte número 74”

El senador por la provincia de Formosa y jefe de la bancada del Frente de Todos, José Mayans, declaró el último 10 de noviembre en una entrevista con el canal de noticias IP que el tratamiento del Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) del Gobierno es “absolutamente inoportuno” porque el aborto “es la causal de muerte número 74”.

El senador no se refirió a la fuente en la que fundamentó su afirmación ni a la población a la que hizo referencia; y su equipo de Comunicación no respondió a las repetidas consultas de este medio. Chequeado tampoco pudo encontrarlo de manera independiente, por eso no conocemos de dónde surge el dato al que se refirió Mayans.

Qué dicen los datos oficiales

El Ministerio de Salud de la Nación publica anualmente el anuario de “estadísticas vitales” con información sobre nacimientos y defunciones en todo el país, organizado por género, edad y jurisdicción, entre otras categorías. En la última edición de este documento, con datos de 2018, se encuentra una “lista básica de causas de muerte”, que incluye al aborto.

Si se analiza el primer listado, en donde se reflejan las defunciones de los fallecidos de todas las edades y de ambos géneros, el aborto es la causa de muerte número 98. Por su parte, si se analizan las causas de muerte, pero sólo de las mujeres de todas las edades, el aborto se posiciona en el puesto 92.

Estos indicadores son engañosos porque las personas con órganos reproductivos masculinos no pueden quedar embarazadas, ergo tampoco abortar; ni tampoco pueden hacerlo todas las mujeres; sino solamente las que están en edad reproductiva.

“Las muertes maternas se estudian y se evalúan por separado del resto de las muertes. En primer lugar porque sólo se presentan en mujeres y, en segundo lugar, porque ocurren en sólo algunos grupos de edad, no en todos”, explicó a Chequeado Mabel Bianco, médica, especialista en Salud Pública y presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM).

Si sólo incluimos en el análisis a las mujeres en edad reproductiva, entre los 14 y los 49 años, el aborto es la causa de muerte número 54, según los datos oficiales. Pero tampoco así nos estaríamos concentrando en la población de riesgo, que son las embarazadas.

Al respecto, Bianco señaló: “Las causas de muerte maternas se expresan como razones porque el denominador son todas las mujeres embarazadas que serían la población en riesgo. Como ese dato no se puede tener, se usa como aproximación el número de niños nacidos vivos [N. de la R: los datos estadísticos toman como insumo los ingresos a establecimientos de salud, de esta manera se pueden contar los nacimientos que se producen allí, pero no necesariamente todos los embarazos si estos no reciben atención médica]”.

Efectivamente, en el anuario oficial se informan específicamente las muertes maternas, por razón de la mortalidad y la edad de las fallecidas, por cada 10 mil nacidos vivos. En 2018, el total de muertes maternas fue 257, lo que resulta en 3,7 muertes cada 10 mil nacidos vivos.

De ese total de fallecimientos, 157 fueron por “causas obstétricas directas”, como hemorragia posparto o sepsis; y 65 por “causas obstétricas indirectas”, como enfermedades del sistema circulatorio, respiratorio o digestivo que complican el embarazo, parto o puerperio. Las 35 restantes corresponden a “embarazos terminados en aborto”.

De estas últimas 35 muertes, no todas fueron registradas como abortos inducidos: 13 fueron ingresadas como “embarazo ectópico, mola hidatiforme y feto muerto y retenido”; 3 como “aborto espontáneo”; y 19 como “aborto médico, otro aborto, aborto no especificado e intento fallido de aborto”.

Así, dentro de muertes maternas, “aborto médico, otro aborto, aborto no especificado e intento fallido de aborto”, se posiciona como como sexta causal de los fallecimientos después de los “trastornos hipertensivos, edema y proteinuria en el embarazo, parto y puerperio”, “otras causas directas”, “otras causas indirectas”, “sepsis y otras infecciones postparto” y “hemorragia postparto”.

Por lo tanto, depende el universo que se considere, el aborto se ubica en el puesto número 54 -si se consideran los abortos sobre las mujeres en edad reproductiva- o, bien medido, como sexta causa de muerte -si se consideran sólo los abortos médicos sobre las muertes maternas-.

Los problemas de registro de los abortos ilegales

En la actualidad, el aborto en la Argentina es ilegal, excepto si se dan alguna de estas dos causales: peligro de vida y salud de la mujer, o si el embarazo es producto de una violación. Esa ilegalidad también influye en el registro de las mujeres que mueren producto de una interrupción del embarazo: sólo se notifican las que ocurren dentro del sistema de salud y no en la clandestinidad.

“Una mujer que muere por un aborto lo hace por una infección o una hemorragia, y es posible que en distintos momentos se clasifique con distintas causas”, explicó en este chequeo Edgardo Ávalos, médico obstetra del Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva de la Argentina, que también agregó que “las muertes por aborto están siempre ligadas con los casos en los que se hace de manera insegura. Los abortos en hospitales, con todas las condiciones sanitarias correctas, tienen incluso menos mortalidad que un parto”.

Un estudio realizado por el Ministerio de Salud y publicado durante la gestión de Adolfo Rubinstein analizó la “omisión de registro de causa materna” en el país. Si bien el análisis identificó que los casos omitidos en informes estadísticos oficiales “se distribuyeron en general casi homogéneamente en las distintas causas de muerte materna”, también señaló que “el aborto fue la condición más frecuentemente detectada entre las causas obstétricas directas, aunque originalmente no se hubiera registrado como causa básica de muerte”.

“Es interesante remarcar que el aborto ha sido una de las principales causas de mortalidad materna en Argentina durante los últimos 20 años. No obstante, si se analiza el porcentaje de las muertes por aborto sobre el total de las muertes maternas, se observa una disminución del mismo en los últimos años”, añadió también el informe oficial.

Consultada sobre la afirmación de Mayans, Mariana Romero, directora ejecutiva e investigadora titular del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) e investigadora adjunta del Conicet, dijo en diálogo con Chequeado: “No me parece relevante discutir el argumento. La muerte de una mujer por complicación de un aborto inseguro es una muerte evitable. Existen intervenciones costo-efectivas para prevenir estas muertes. El impacto de la muerte de una mujer joven es importante, no sólo para ella sino para su entorno cercano. Por eso, el lugar en el ranking no me parece que sea lo que se debe mirar para priorizar”.

En la misma línea, Silvina Ramos, socióloga e investigadora titular del Área de Salud, Economía y Sociedad del CEDES, explicó que “estas muertes se producen por abortos inseguros, todas ellas evitables, y allí radica su relevancia: la diferencia entre 0 muertes y cual sea el número de muertes por aborto que se consideren según el año”.