Para La Nación, la inseguridad es más urgente que el aborto
En una columna titulada “Más ideología que necesidades concretas”, publicada el último viernes 24, La Nación postula que los temas relevantes quedan relegados en el Congreso, porque no son objeto de movilizaciones sociales activas. En cambio, otros temas, como el del matrimonio igualitario y el aborto, se logran imponer en la agenda gracias a la “fuerte presión de agrupaciones sociales”. Según esta visión, el Congreso está “conducido por aquellos que logran gritar más fuerte”, dice el matutino.
El aborto vuelve a ser centro del debate a raíz de un proyecto de ley que propone el derecho a abortar durante las primeras doce semanas de gestación, sin requerir ninguna justificación. Actualmente, la ley sólo lo permite en caso de violación o de peligro para la madre. El proyecto, presentado por organizaciones feministas, está apoyado por más de 50 legisladores, y podría debatirse pronto en el Congreso.
La Nación en su nota establece una suerte de ranking de importancia de los temas y se queja de que el Congreso prioriza “debates de moda”, como el aborto, y no trata temas relevantes: “Mientras los problemas de seguridad crecían los legisladores se enfocaban en el matrimonio homosexual. Ahora que se procuran leyes para poner freno a la delincuencia, irrumpe el aborto. […] Paralizado por cuestiones que no llegan al común de la gente, el Congreso deja abierta así la puerta para que un Ejecutivo vigoroso absorba posiciones, con superpoderes o sin ellos”.
No está claro con qué criterios La Nación define que un tema es más urgente que otro. Pero considerar el tema del aborto como algo secundario, o una cuestión que “no llega al común de la gente”, es arbitrario. Se calcula que hay unos 1200 abortos cada día, la gran mayoría de ellos en dudosas condiciones sanitarias, que han provocado más de 60 muertes en 2008 (primera causa de muerte materna, según el Ministerio de Salud).
Si el criterio para seleccionar los temas importantes fuera el número de muertos, la seguridad vial debería ser la prioridad absoluta del Congreso, ya que según las últimas cifras, las muertes en accidentes de tránsito duplican a las de homicidios dolosos. Y eso sin considerar que sólo un 25% de los homicidios dolosos se da en concordancia con otros delitos (robos, violaciones, etc).
Según esta óptica, las leyes sobre retenciones u otros temas económicos se volverían irrelevantes, ya que no afectan directamente a la mayoría de la población, y no hay muertes de por medio.
El debate sobre el aborto no es algo nuevo, ni “un debate de moda” como lo califica La Nación. Tampoco “irrumpe” de pronto. Es un proyecto que está en el Congreso desde 2007, y que volvió a ser presentado este año porque había perdido su estatus parlamentario, al no ser tratado en el plazo correspondiente.
Sin duda, qué temas deben ser tratados primero en el Congreso es materia de discusión. Pero asegurar que el matrimonio igualitario -que establece la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos- o el aborto, son ideológicos, y no necesidades concretas, como sugiere el título del artículo de La Nación, parece más un juicio de valor que una evaluación objetiva de la situación.
Fecha de publicación original: 29/09/2010
Comentarios
Los temas de fondo casi nunca son temas prioritarios en política; y, cuando lo son, es sólo por algunos días hasta que el desentendimiento y la superficialidad de los medios se encargan de disolverlos.
Y, "todas y todos", en la lengua española cuando se dice "todos", son TODOS, sin diferencias de género, porque no hace falta. Estos son conocimientos de escuela primaria.
Totalmente de acuerdo con Ricardo.
En cuanto a la "igualdad ante la ley" que menciona el artículo, los ahora casados hombre con hombre y mujer con mujer ya eran iguales ante la ley: Podían casarse hombre con mujer y mujer con hombre, como todo el mundo, sobre todo el civilizado.
el "todos y todas", si bien redundante en la lengua castellana, es un recurso político, para darle un lugar central a las mujeres.. al igual que con el aborto.. y si un salame como vos se puede casar con quién quiera pero una persona homosexual no, entonces no son iguales ante la ley, salame...
entonces, no hay que ser tan ingenuo como para pensar que estos tipos realmente buscan fuentes o tienen fundamentos cuando están haciendo un plnateo de su postura ideológica y política...
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