Presupuesto 2026: el gasto en educación crece, pero la participación dentro del PBI continúa en valores mínimos históricos
- El proyecto de Presupuesto 2026 prevé un aumento del gasto en educación en términos reales con respecto a 2025, aunque su participación dentro del Producto Bruto Interno (PBI) continúa en valores mínimos históricos.
- Los datos surgen del informe “Presupuesto educativo nacional 2026”, elaborado por el Observatorio de Argentinos por la Educación
- Si bien el presupuesto de la Secretaría de Educación para 2026 aumenta con respecto a 2025, no recupera lo perdido en los últimos 2 años: si se lo compara con los gastos registrados en 2023 (último año de la gestión del Frente de Todos) se evidencia una caída real del 49%.
El proyecto de Presupuesto 2026 presentado por el Poder Ejecutivo Nacional prevé un aumento del gasto en educación en términos reales (es decir, considerando el efecto de la inflación) con respecto a 2025, aunque la participación del sector dentro del Producto Bruto Interno (PBI) continúa en valores mínimos históricos. Por tercer año consecutivo, el gasto en educación quedaría por debajo del 1%, algo que no había ocurrido al menos en la última década.
Los datos surgen del informe “Presupuesto educativo nacional 2026”, elaborado por el Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Javier Curcio, María Sol Alzú y Martín Nistal. El estudio analiza tanto el presupuesto de la Secretaría de Educación del Ministerio de Capital Humano como los gastos incluidos en la función “Educación y Cultura”, que agrupa partidas de distintas áreas del Estado destinadas a la educación.
La evolución de la inversión en Educación sobre el PBI sigue cayendo
En 2026, el Gobierno nacional prevé aumentar un 23% los recursos para la función “Educación y Cultura”: destinará $ 6,8 billones, según el proyecto de Presupuesto 2026. La cifra supondría un crecimiento real de entre 4,4% y 8% con respecto a 2025, dependiendo de si se considera la inflación promedio anual estimada en el proyecto de ley (13,8%), o la calculada por el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central de la República Argentina (17,8%), según el informe.
De acuerdo con lo previsto en el proyecto, Educación recibirá más recursos que en 2025, pero su participación en el PIB sigue disminuyendo.
La inversión nacional en educación pasó de un máximo de 1,59% del PBI en 2015 a una reducción sostenida en los años siguientes: fue de 0,88% en 2024, y las estimaciones para 2025 (0,82%) y 2026 (0,75%) confirman la tendencia descendente.
Además, el proyecto oficial –según el informe– prevé derogar el artículo 9 de la Ley de Educación Nacional, que desde 2006 exige destinar al menos el 6% del PBI a educación (sumando los aportes de Nación y provincias). Esa meta se cumplió sólo en el año 2015 durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner.
Consultado por Chequeado, Nistal señaló: “En el Presupuesto 2026, hay una recomposición del gasto educativo. Sin embargo, los niveles siguen siendo muy bajos. Lo que se espera para 2026 sigue estando muy por debajo de 2023”.
Es decir, si bien el presupuesto de la Secretaría de Educación para 2026 aumenta con respecto a 2025, no recupera lo perdido en los últimos 2 años: si se lo compara con los gastos registrados en 2023 (último año de la gestión del Frente de Todos) se evidencia una caída real del 44%, según los datos de Argentinos por la Educación.
La evolución del gasto educativo nacional (medido en pesos constantes de 2025) muestra una etapa de estabilidad entre 2013 y 2017, seguida de una caída sostenida desde 2018 hasta 2020, una recuperación parcial entre 2021 y 2023, y una nueva contracción en 2024 y 2025. Es decir que la recomposición prevista para 2026 –que depende del cumplimiento de los supuestos asumidos por el Poder Ejecutivo Nacional– configuraría un comienzo de recuperación frente al ajuste acumulado en los años anteriores, señalan los autores.
¿Cuál es el destino de los fondos?
Dentro del presupuesto de la Secretaría de Educación, la educación superior universitaria concentra el 77% de los recursos (con una caída de 2,1 puntos con respecto a 2025), seguido por el “Plan Nacional de Alfabetización” con 9,2% (3,1 puntos más que en 2025) y “Gestión y Asignación de Becas a Estudiantes” con 5,8% (0,5 puntos más que en 2025). La porción del presupuesto destinado al sector universitario es más grande de lo que fue históricamente.
“La participación del sector universitario en el presupuesto de la Secretaría está en niveles muy altos en comparación a niveles históricos, pero cuando se comparan en términos reales las partidas están casi empatadas o con una reducción de 2 puntos con respecto a 2025, según la inflación que tomes”, explicó Nistal a Chequeado.
En 2026, los recursos del Plan Nacional de Alfabetización estarán destinados centralmente a la ampliación de la jornada extendida: esa política recibirá el 82,1% de los fondos. Esto refleja un cambio en las prioridades del plan.
“Luego del financiamiento universitario, el segundo programa en importancia de la Secretaría de Educación será el Plan Nacional de Alfabetización, que se concentrará en actividades tendientes a extender la jornada escolar, pero sin atender la capacitación docente”, sostuvo el economista y docente Jorge Lo Cascio.
“Por otro lado, la caída muy fuerte de la inversión en infraestructura y equipamiento (-63% en términos nominales) profundiza las desigualdades educativas y potencia las escasas posibilidades de lograr una alfabetización digital acorde con los umbrales de ciudadanía del siglo XXI para amplios sectores sociales”, concluyó el especialista.
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