Barañao: “En el Conicet fijamos un tope de 14 mil investigadores, más alto que los consejos de investigación de Francia o España”
El ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, al ser consultado por el conflicto científico en el Conicet, señaló en el programa Intratables que el organismo “venía creciendo en la etapa inicial para corregir el envejecimiento de la pirámide a un ritmo acelerado”, y detalló que se fijó un tope de 14 mil investigadores “que es más alto que el número de investigadores que tiene el consejo de investigadores en Francia o España”. En la misma línea, agregó que “lo que tenemos como déficit es investigadores en distintos sectores”.
El Conicet es el principal organismo dedicado a la investigación científica en el país. Lo integran 9.236 investigadores, según datos oficiales, el triple de la cantidad que había en 2003. En 2013 la síntesis ejecutiva del Plan Argentina Innovadora 2020 elaborado por el Ministerio apuntaba a incrementar el personal “a un ritmo del 10% anual” aunque Barañao señaló que el crecimiento será en una proporción menor. El objetivo, precisó, es llegar a un máximo de 14 mil investigadores.
Ese número, efectivamente, es mayor que la cantidad de investigadores que tienen los consejos de España y Francia, como dijo el Ministro. En el primer caso, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) español cuenta con 4.105 científicos, mientras que en el segundo el Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS, por sus siglas en francés) tiene 11.106.
Dicho esto, la importancia de estas instituciones dentro de cada país no es la misma. “La comparación no tiene sentido, porque se trata de sistemas de ciencia y tecnología completamente diferentes. Tanto en Francia como en España hay muchísimos otros institutos públicos que hacen investigación. Por otro lado, hay mayor investigación en empresas y, sobre todo, en universidades”, explicó a Chequeado Pablo Kreimer, investigador principal del Conicet.
Kreimer, doctor en Ciencia, Tecnología y Sociedad por el Centro STS de Francia, agregó que “en la Argentina, salvo algunas pocas excepciones, las universidades en donde no hay grupos de Conicet son muy débiles en la investigación científica, y además cuentan con muy poco financiamiento y poquísimos docentes con dedicación exclusiva”.
“En España y Francia hay sistemas de ciencia más fuertes, con mayor inversión, y se invierte en muchos centros y universidades. Es una red de instituciones, entre las que también están las empresas”, coincidió en diálogo con este medio el investigador del Conicet y miembro del Centro Redes, Mario Albornoz.
Si se compara la cantidad total de investigadores -no sólo de los tres institutos mencionados- en relación con la población económicamente activa, la Argentina queda detrás de ambas naciones. En el país hay casi 3 investigadores cada 1.000 personas en edad de trabajar, contra 5,3 en España y más de 9 en Francia.
Los datos recolectados por la OCDE muestran que en la Argentina hay en total 23.400 investigadores en el sector gubernamental, 23.200 en las universidades y 4.500 en las empresas. En España son 20.200 en el área gubernamental, 57.200 en universidades y 44.700 en empresas, y en Francia 29.400, 73.400 y 162.700, respectivamente.
Ambos especialistas coincidieron en la necesidad de prever el crecimiento del Conicet y de sus lineamientos. “Actualmente no hay una función ni una estrategia definidas. Por eso el número de 14 mil investigadores es arbitrario, hay que discutir por qué y para qué. El organismo posee líneas de investigación demasiado autónomas”, sostuvo Albornoz.
En sintonía, Kreimer consideró que “el Conicet no puede crecer eternamente, pero falta definir cuál es el plan. Es correcto que se debe formar investigadores para que después puedan aplicar sus conocimientos en diversas instituciones, tanto públicas como en empresas, pero durante los últimos años no hubo ninguna planificación al respecto, y eso continúa”. La forma en la que se evalúa a los becarios, concluyó, “está pensada con una lógica de investigación pura (papers) y no de inserción para hacer tecnología (por ejemplo, en una empresa)”.
Fernando Peirano, ex subsecretario de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva entre 2011 y 2015, detalló que la expansión propuesta del 10% anual “fue el reflejo del análisis estratégico realizado por las gerencias del Conicet y el acuerdo alcanzado entre el Conicet y el Ministerio”, y agregó que “aún hay amplio margen de acción por el número bajo de investigadores como proporción de la población y porque somos uno de los países que menos invierte en Investigación y Desarrollo de los países de ingresos medios”.
De acuerdo con Peirano, la postura de Barañao “siempre fue promover un Conicet grande y, además, centralizado, pero ahora parece favorecer que comience a perder peso relativo dentro del sistema”. Este cambio, criticó, “no se presenta en el marco de un plan explícito y entonces no queda en claro de qué forma y en qué instituciones se van a insertar los doctores”.
Este chequeo contó con la colaboración de Joaquin Caudeli Fasciolo.
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