Magario: “[La Provincia de Buenos Aires] aumentó su deuda provincial en un 113%”

La intendenta de La Matanza, Verónica Magario (Frente para la Victoria), criticó en su discurso de apertura de las sesiones del Concejo Deliberante que durante la gestión de María Eugenia Vidal (Cambiemos) el Gobierno bonaerense “aumentó su deuda provincial en un 113%”. ¿Qué muestran los datos?

Según los datos oficiales de la Provincia de Buenos Aires, la deuda provincial pasó de $122 mil millones en diciembre de 2015 a $260 mil millones en septiembre de 2017, último dato disponible. Este aumento nominal es del 113%, como marcó Magario, pero estas cifras no tienen en cuenta la inflación que hubo durante este período.

Si se incluye en el cálculo la inflación (inicialmente la calculada por el Banco Central y, desde su republicación en mayo de 2016, la del INDEC), la deuda bonaerense en pesos creció cerca de un 32% en el análisis real.

En temas de deuda los especialistas recomiendan medir la deuda en relación al Producto Bruto Geográfico (PBG), lo que sería el PBI provincial, ya que ayuda a comparar la situación entre las distintas jurisdicciones y porque, además, refleja en alguna medida la capacidad de repago de la provincia en cuestión.

En este sentido, la deuda bonaerense pasó de 5,8% del PBG a fines de 2015 a 7,3% en septiembre de 2017: esto significa un aumento del 26 por ciento.

Lo mismo sucede si se analizan los pasivos sobre el porcentaje de recursos provinciales: a finales de 2015 este porcentaje llegaba al 44,5% de la recaudación, mientras que el endeudamiento alcanzó el 53,5% de los recursos en septiembre de 2017. Esto muestra un aumento del 20 por ciento.

Estos tres indicadores (la deuda real en pesos, en porcentaje del PBG y en porcentaje de los recursos) muestran un crecimiento de la deuda provincial bajo la gestión de Vidal, pero mucho menor a lo marcado por Magario.

Chequeado consultó al equipo de Prensa de la intendenta Magario y no recibió respuesta hasta la publicación de esta nota. Desde el Gobierno de la Provincia, en tanto, aseguraron a este medio que la manera indicada de analizar la deuda es su evolución como porcentaje del PBG y que ese indicador no se duplicó, como apuntó Magario.

“Tomar deuda no es en sí mismo positivo o negativo, sino que es relativo al uso que se le dé al préstamo. Si se destina para cubrir los gastos corrientes [N. de R.: como, por ejemplo, pagar sueldos] es un problema, pero es diferente si sirve para inversiones a mediano o largo plazo, que puedan tener alguna tasa de retorno”, distinguió la economista Luciana Díaz Frers en este chequeo.

Este aumento, al igual que en la deuda, también se vio en la inversión pública provincial. La inversión real directa (IRD) (sobre todo, obra pública) pasó de representar el 2,9% del gasto total en 2015 al 6,4% en 2017. En este sentido, mientras que durante la gestión de Daniel Scioli entre fines de 2007 y 2015 se vivió un fuerte desendeudamiento y también cayó la inversión en obra pública, en los primeros años de la gestión de Vidal aumentó tanto la deuda (y el pago de servicios de la deuda) como la inversión pública en infraestructura.

La crítica de la intendenta matancera se enmarca dentro del debate por la Ley de Responsabilidad Fiscal. La Provincia busca que los municipios se adhieran a esta norma, promulgada a fines de 2017, que busca aumentar el control en las cuentas municipales a cambio de que la Provincia les permita endeudarse para inversiones y recibir asistencia provincial. Esta norma plantea que la contratación municipal de personal no debe superar el crecimiento poblacional, limita la deuda del municipio y sostiene que, en los municipios con déficit fiscal, el gasto corriente no podrá aumentar más que la inflación.

La frase que impulsa esta nota fue buscada de manera automática, y luego seleccionada por periodistas, a través de “Chequeabot”, el nuevo sistema de automatización en el que trabaja Chequeado.