Binner: “Hay más de 5 millones de trabajadores que no están registrados”
En su cuenta de Twitter, el diputado del Frente Amplio Progresista (FAP) y ex gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, señaló: “Hay más de 5 millones de trabajadores que no están registrados. ¿Esto es una economía real? Acá lo único real es la exclusión”.
Si se toma en cuenta a todos los ocupados, incluyendo otras categorías como cuentapropistas, hay más de seis millones de personas con un trabajo informal. Si se considera, en cambio, a los asalariados no registrados, que es a quienes se alude en general cuando se habla de “trabajadores no registrados”, el número es un poco inferior al citado por Binner: se encuentra alrededor de 4,5 millones.
En general, se considera que los trabajadores no registrados son los asalariados que no tienen aportes jubilatorios: tienen un vínculo endeble con su empleador y no están protegidos por el Estado. “Puede haber otras situaciones de trabajadores desprotegidos, como cuentapropistas, pero en general cuando se habla de trabajo en negro se refiere al asalariado cuya protección depende del empleador y no de sí mismo. Los asalariados representan alrededor del 75% de los ocupados”, precisó Javier Lindenboim, director del Centro de Estudios de Población, Empleo y Desarrollo.
“Considerado así, con los últimos datos disponibles (de mediados de 2013), los trabajadores no registrados son un poco más de cuatro millones de personas”, agregó utlizando como fuente a la Encuesta Permanente de Hogares.
El Ministerio de Trabajo de la Nación, en un documento publicado en septiembre de 2013, estimó que “la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU) correspondiente al tercer trimestre de 2012, contabiliza alrededor de 4,5 millones de trabajadores asalariados no registrados”.
Y luego desglosa que “de ese total, más de 2,4 millones se concentran en el trabajo doméstico, el comercio y la construcción. Asimismo, cerca de 2,8 millones de asalariados se concentran en los establecimiento de hasta 5 trabajadores”.
Aunque esta medición excluye a los trabajadores rurales, donde existen altos índices de trabajo no registrado, en términos de población representan un número muy bajo, ya que menos del 7% de la población vive en zonas rurales.
Sin embargo, algunos estudios que tratan de manera más general la informalidad, como este trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), incluyen a otras categorías y estiman una informalidad del 44% sobre el total de los ocupados, lo que los llevaría a más de seis millones.
La investigadora María Marta Formichella, investigadora del Conicet y del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur, detalla que el trabajo en negro afecta más a mujeres que a hombres, es mayor cuando el nivel educativo es menor y tiene mayor prevalencia entre los jóvenes entre 14 y 24 años.
El trabajo en negro disminuyó desde los niveles más altos que alcanzó en 2003 cuando llegó a representar el 49% del trabajo asalariado. Hoy está en 34,6%, un nivel en el que oscila desde hace varios años (en 2010 era de 33,7%). La magnitud de este fenómeno ubica a la Argentina por encima de países como Chile y Brasil, donde es de 17,7% y 24,7%, respectivamente, según los últimos datos relevados en 2011 por el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales de la Universidad de La Plata.
Sobre la permanencia del trabajo no registrado, Lindenboim explica que está relacionado con una economía en negro, que va mucho más allá del mundo laboral. Una muestra de ello son los resultado de los controles de la agencia impositiva de la Provincia de Buenos Aires (ARBA) en los balnearios de la Costa bonaerense, donde se encontraron muchas irregularidades (acá y acá).
Además, “la posibilidad de tener unidades productivas más chicas ayuda a invisibilizar partes del proceso. Un ejemplo son los talleres textiles que muchas veces emplean trabajo en negro. Hoy son pequeños talleres que trabajan para grandes marcas. Antes esas grandes marcas tenían sus propias fábricas, donde era mucho más difícil esconder trabajo en negro”.
Fecha de publicación original: 20/02/2014
Comentarios
Este tipo es un sinvergüenza que se ampara en el silencio complice de los principales medios periodísticos de la ciudad, que incluso ocultan las causas penales que tiene en su contra.
Y no creo que sea imposible, aunque no fácil.
Pero de este modo (como hasta hoy) se sigue apelando a manipulaciones tales como relativización, tergiversación, extracción de contexto, etc. En suma, las mismas técnicas que usan los que tienen algún poder para exponer (imponer) lo que les sirve.
Habrá temas más o menos fáciles de definir en los que consensuar reglas para observarlos, pero es preferible conocer de antemano cuales son esa reglas.
Chequeado.com es un paso importante. Pero, en mi criterio, se quedaron ahí. Falta algo más.
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