Censo 2020 Argentina: qué es, para qué sirve y qué cambia
- El 28 de octubre de 2020 se hará el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas.
- Permite saber cuántos habitantes hay, dónde y cómo viven y eso ayuda a planificar políticas públicas.
- Se preguntará por primera vez la identidad de género, el DNI y la religión, entre otras cosas
El 2020 se realizará en la Argentina el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas. Será el miércoles 28 de octubre y prevé censar a más de 15 millones de hogares y 45 millones de personas, con el objetivo de llegar a todos los habitantes del país, incluidas las poblaciones de difícil acceso.
El Censo permite saber “cuántos somos, qué características tenemos y dónde vivimos”, explica Santiago Poy, sociólogo especialista en análisis de datos cuantitativos. El nivel educativo y la población ocupada, son algunos de los índices que muestra el Censo. A su vez, Poy explicó que al ser la única fuente universal que brinda información sobre cada uno de los hogares, como por ejemplo la cantidad y la localización de los hogares con acceso a la red de gas, de agua corriente y de cloacas, el Censo “es clave en el diseño de políticas públicas”.
El Censo también sirve para planificar otras encuestas, para definir cómo deben ser las muestras, las partes de la población a las que se les preguntará para que sean representativas del total. Es el caso, por ejemplo, con la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que el INDEC hace de forma trimestral con una muestra de 26.950 viviendas de 31 aglomerados urbanos y con la cual se mide el desempleo, los niveles de ingreso y la pobreza, entre otros.
En la Argentina, el Censo cuenta a las personas que pasaron la noche anterior en un hogar. Este procedimiento se usa en varios países del mundo, aunque en otros, como Noruega o Finlandia, no se hacen censos regulares, sino que se cruzan los datos de distintos registros administrativos, como los nacimientos o defunciones, para tener una idea de la situación de la población.
Qué cambia en 2020
En el Censo del año que viene se preguntará por primera vez la identidad de género, diferenciándola de la pregunta acerca del sexo. Mientras que en esta continúa la opción binaria de hombre/mujer y aclara que es el sexo al momento de nacer, la segunda pregunta permite contestar el género con el que la persona se autopercibe. Entre las opciones se encuentra mujer, hombre, mujer trans/travesti, varón trans u otro. Esta pregunta, además de habilitar el reconocimiento de identidades disidentes, permitirá visibilizar cuáles son sus condiciones de vida.
“Pueden ser muy relevantes para la elaboración de políticas públicas, sobre todo porque los servicios de salud sexual reproductiva tienen un componente heteronormativo bastante grande y no están preparados para la diversidad de género”, explicó a Chequeado Nicolás Sacco, investigador postdoctoral en Demografía y colaborador en el Observatorio Latinoamericano de Censos de Población (OLAC).
También se incluirá la categoría de autorreconocimiento étnico para pueblos indígenas y afrodescendientes dentro del cuestionario, que deja como pregunta abierta a qué pueblo pertenece el entrevistado. Por otro lado, se preguntará también por primera vez acerca de la religión de las personas encuestadas, movilidad por motivos laborales y por la tenencia de auto, moto y bicicleta, entre otros bienes.
Otra novedad es la pregunta por el documento nacional de identidad. Es decir que los encuestados podrán dar su número de DNI. Y, aunque será optativo, esto implicaría que el Censo ya no será más anónimo. La directora nacional de Estadísticas Sociales y de Población, Gladys Massé, apuntó a que el “objetivo es integrar la información con los registros administrativos, tales como de nacimientos, defunciones, etc, para poder comenzar de a poco a implementar otras metodologías para realizar el Censo”. Sin embargo, Massé aclaró que la idea está puesta a prueba en el cuestionario piloto, por lo que si existe un rechazo de los entrevistados a los que se les hagan pruebas previas, no se incluirá en el censo final.
Otra preocupación por la inclusión de esta pregunta es la seguridad de los datos personales. Sacco explicó que Argentina no se caracteriza por la seguridad de sus sistemas informáticos por lo que cree que las pocas mejoras que hubo en la infraestructura tecnológica del INDEC no permite confiar en que la seguridad e individualidad de los datos personales se mantenga.
El anterior Censo fue en 2010, el mismo día en que murió el ex presidente Néstor Kirchner.
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