Bolivia: cuál es la situación y cómo se llegó ahí
- El domingo 10 de noviembre Evo Morales renunció a la Presidencia de Bolivia.
- Cuáles fueron los eventos que llevaron al golpe de Estado.
- Casi 14 años en el poder, con una reforma de la Constitución y varios referéndums en el medio.
El gobierno de Evo Morales: casi 14 años, tres referendums y una reforma de la Constitución
Evo Morales ganó su primera elección presidencial en diciembre de 2005, cuando sacó el 54% de los votos, por lo que asumió en enero de 2006 la Presidencia de Bolivia por 5 años. En agosto de 2008, Morales ganó un referéndum para continuar en el poder con casi el 68%.
En enero de 2009, más del 60% aprobó en un referéndum una nueva Constitución. En esta nueva Constitución, que declaraba a Bolivia como un Estado Plurinacional, se aseguraba que el período del mandato presidencial sería de 5 años y que los mandatarios podrían ser “reelectos por una sola vez de manera continua”. Además, aclaraba que “los mandatos anteriores a la vigencia de esta Constitución serán tomados en cuenta a los efectos del cómputo de los nuevos periodos de funciones”.
Morales se presentó en las elecciones de diciembre 2009 para su segundo mandato y ganó con el 64%. En 2013, la Justicia boliviana admitió que Morales se presentara en las elecciones de 2014 aunque fuese su tercer mandato, ya que se lo consideró como el segundo mandato con la nueva Constitución de 2009. En esas elecciones de diciembre de 2014 ganó con más del 63%.
En febrero de 2016, con poco más del 51%, Morales perdió un referéndum con el que buscaba modificar la Constitución de 2009 para poder presentarse a las elecciones presidenciales de 2019. Sin embargo, en diciembre de 2018 la Justicia boliviana aprobó que Morales se presentara a dichas elecciones con el argumento de que el derecho a ser elegido está previsto en la Convención Americana de Derechos Humanos, y que eso está por encima de la ley boliviana que limita la reelección. Finalmente las elecciones se realizaron de este año y lo tuvieron como candidato.
Las elecciones del 20 de octubre: acusaciones de fraude
El 20 de octubre último se realizaron las elecciones presidenciales, que elegirían al presidente que tenía que asumir en enero de 2020. Ese hubiera sido el cuarto mandato para Morales, en caso de ganar. La tensión comenzó cuando el Tribunal Supremo Electoral suspendió la carga del sistema rápido de conteo, cuando la diferencia entre Morales y el segundo candidato, Carlos Mesa, era estrecha, de 45% para Morales y 38% para Mesa, lo cual según las leyes bolivianas implicaba que habría una segunda vuelta.
23 horas después el Tribunal Supremo Electoral volvió a cargar los resultados, con una ventaja de más de 10 puntos para Morales, lo cual significaba que no habría segunda vuelta.
El informe de la OEA: recomendación de nuevas elecciones
Desde entonces la tensión fue creciendo y Morales pidió a la Organización de Estados Americanos (OEA) que hiciera una auditoría vinculante de la elección: con el compromiso de que si el resultado era negativo se haría una nueva elección.
El domingo 30 de octubre último, la OEA publicó un informe preliminar en el que cuestionó la “integridad de los resultados” y recomendó “otro proceso electoral” con nuevas autoridades electorales. Aunque señaló que era probable que Morales hubiese ganando, la diferencia de 10 puntos parecía “improbable estadísticamente”. Ese mismo día Morales convocó a nuevas elecciones con otras autoridades.
La renuncia: con protestas, sin apoyo policial ni militar
A las protestas en las calles que se dieron después de las elecciones, se sumó un motín policial que dejó sin seguridad al país. Como explica la BBC “los agentes de diversas unidades, primero en Cochabamba (centro) y luego en todas las capitales departamentales, comenzaron a declararse en rebeldía uniéndose así a las protestas contra el gobierno”.
A esta tensión, que llevaba al menos 3 muertos, se sumaron las declaraciones el domingo último de Williams Kaliman, jefe de las Fuerzas Armadas: “Ante la escalada de conflicto que atraviesa el país, velando por la vida y la seguridad de la población, sugerimos al presidente del Estado que renuncie a su mandato presidencial permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad por el bien de nuestra Bolivia”.
Después de eso, Morales renunció a la Presidencia, junto con su vicepresidente, Álvaro García Linera. Tras el golpe de Estado, ambos se encuentran en México, donde recibieron asilo. En el medio de denuncias por persecución, renunciaron diversos ministros (algunos incluso se refugiaron en embajadas extranjeras), así como también varias autoridades que seguían en la línea de sucesión. La vicepresidenta segunda del Senado, Jeanine Áñez, opositora al gobierno de Morales, se autoproclamó Presidenta hasta que se convoque a nuevas elecciones, en una sesión en la Asamblea Legislativa donde no hubo quórum.
Fecha de publicación original: 12/11/2019
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