Lousteau, sobre el Presupuesto 2021: “No contempló partidas para atender los efectos de la pandemia”

El senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires, Martín Lousteau (UCR), aseguró que el Presupuesto 2021 “no contempló partidas para atender los efectos de la pandemia porque creía que iba a lograr amesetar la curva de contagios con la vacuna”.

La afirmación es verdadera: el proyecto de Presupuesto aprobado por el Congreso no contempla gastos relacionados con el impacto de la pandemia de la COVID-19 tanto a nivel social como laboral, que en 2020 se ejecutaron a través de los programas Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), como se describe acá.

El encargado de Prensa de Lousteau, Matías Méndez, indicó a Chequeado que la afirmación del senador nacional retoma “un debate que se dio cuando se trató el Presupuesto”. Y remitió a un intercambio entre el propio Lousteau y el senador oficialista Carlos Caserio (Frente de Todos) durante la sesión del 12 de noviembre último.

Allí Caserio reconoció que en el proyecto que el Senado aprobó ese día “no están incluidos los gastos del COVID” porque “pensamos tener la suerte -y los infectólogos argentinos piensan que es muy probable- de llegar a fin de año con la curva muy aplanada”.

Qué dice el Presupuesto 2021

En el Presupuesto 2021 no se contemplaron partidas destinadas a “atender los efectos de la pandemia”, como mencionó Lousteau. Ni en el texto de la ley ni en sus planillas anexas se incorporan programas especiales para atender al contexto extraordinario, como el IFE y el ATP.

Estos 2 programas fueron los más importantes en términos de paliativos a los efectos de la pandemia: según se informó oficialmente, representaron gastos por $ 494.124 millones en 2020, casi el 20% del total de las erogaciones vinculadas a prestaciones de la Seguridad Social.

En tanto, en el mensaje de elevación del Presupuesto enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso se precisó que en 2020 se destinó un total de $ 994.899 millones en “refuerzos COVID-19”, de los cuales $ 657.275 millones fueron para ayudas sociales a unidades familiares. Estos gastos no aparecen replicados en 2021, lo que implica que este año hubo una caída de $ 200 mil millones en transferencias corrientes, como se muestra en este cuadro oficial.

En este sentido, un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) destaca que las ayudas sociales a unidades familiares contempladas en el Presupuesto 2021 caen un 33,8% en relación con 2020, teniendo en cuenta que en ese último año se canalizaron “las asistencias otorgadas en concepto de ATP e IFE”.

Reconocimiento oficial

El ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, reconoció en enero último que el Presupuesto 2021 no incluyó este tipo de partidas porque “hay ciertas medidas que se adoptaron en el contexto de las restricciones más fuertes para la circulación. Esas restricciones hoy no están presentes, han cambiado. De modo que las medidas deben ser otras”.

En el mismo sentido, el ministro de Desarrollo Social nacional, Daniel Arroyo, expresó en declaraciones al canal de cable Todo Noticias (TN) que dichos programas “no están en el presupuesto”, aunque señaló que “si hay un rebrote y la situación sanitaria se complica vamos a tomar medidas excepcionales que vamos a analizar en el momento”.

Rafael Flores, economista y ex titular de la ASAP, indicó a Chequeado que “los grandes programas relacionados con la contención de la pandemia no están previstos en el Presupuesto 2021. No están el IFE ni el ATP, pero tampoco hay programas de asistencia social que estaban previamente en el Ministerio de Desarrollo Social y programas de Salud”.

Un análisis sobre el proyecto de Presupuesto 2021 confeccionado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) coincide. “No se incorporaron previsiones presupuestarias relacionadas a la atención de la pandemia y/o a una eventual necesidad de continuar durante 2021 con la aplicación de las medidas asociadas a la misma que dieron como resultado precisamente la necesidad de aquellos gastos”, sostiene el trabajo de la organización dirigida por el economista Nadin Argañaraz, ex subsecretario de Desarrollo en el Ministerio de Hacienda de la Nación entre 2016 y 2017.

Ariel Barraud, economista del IARAF, señaló a este medio que “en el presupuesto original enviado en septiembre de 2020 se destacaron los gastos por COVID, la mayor parte de los cuales consistió en transferencias corrientes a particulares (familias y empresas). No se proyectaba que se repitan estas transferencias en 2021, según lo que se desprende del presupuesto”.

En tanto, añadió: “Es probable que a través de decisiones administrativas de modificación del gasto se vaya haciendo lugar en el presupuesto para la vuelta de este tipo de transferencias en la medida en que resurja la necesidad”.

Este medio se contactó con el sector de Prensa del Ministerio de Economía de la Nación para consultarle si existían partidas presupuestarias destinadas a atender el impacto de la pandemia, que esta semana registró los 2 días con la mayor cantidad de casos registrados desde la llegada de la COVID-19 al país, pero hasta el cierre de esta nota no había obtenido respuesta.

Refuerzos para 2021

En tanto, desde el sector de Prensa del Ministerio de Trabajo indicaron a Chequeado que este año no se incorporaron en el presupuesto fondos para los ATP, pero que “el [programa] REPRO 2 es la herramienta que convivió durante noviembre y diciembre con el ATP y ahora es la que se utiliza para asistir en el pago de salarios de las unidades productivas”.

Respecto del REPRO, Guzmán manifestó en enero último que “ahora se continuará con este programa, que se ha ampliado para atender las necesidades de los sectores críticos, que son distintos del que constituía el conjunto de sectores críticos al principio de la pandemia”.

Se trata, en efecto, de un programa diferente, puesto que contempla el pago de una suma mensual de entre $ 9 mil y $ 18 mil -según la situación del sector- a trabajadores de empresas que hayan sufrido pérdidas en su facturación debido a la pandemia, y que el Gobierno considere que forman parte de una actividad crítica. “Es una herramienta que tiene muchísimos años y fue modificándose”, sostuvieron en el Ministerio de Trabajo.

El ATP, por su parte, consistió en el pago de una salario complementario para los trabajadores relación de dependencia cuyas empresas hubieran sufrido pérdidas en la facturación a raíz de la pandemia del coronavirus. Pero el monto otorgado equivalía al 50% del salario neto del trabajador correspondiente al mes de febrero de 2020, no pudiendo ser inferior a una suma equivalente a un salario mínimo, vital y móvil (SMVM), ni superar el doble de ese valor.

Tras la aprobación del Presupuesto 2021, este año el Gobierno realizó 2 ampliaciones presupuestarias (ver acá y acá), en las que incluyó partidas destinadas a la atención de la salud y también para el Programa de Recuperación Productiva (REPRO 2).

En tanto, el 16 de abril último la titular de la ANSES, Fernanda Raverta, anunció el pago de un bono de $ 15 mil por única vez para los titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y los titulares de las asignaciones familiares que sean monotributistas A y B y vivan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la zona alcanzada por las restricciones anunciadas por el presidente Alberto Fernández el 15 de abril último.

Finalmente, el lunes último Fernández anunció el otorgamiento de un bono de $ 6.500 por 3 meses al personal de salud, beneficio que, según aseguró, alcanzará a 740 mil personas.

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