Alberto Fernández: “La producción de petróleo tuvo el mejor diciembre desde 2011 y la de gas, el mejor diciembre desde 2008”

En su discurso de apertura del nuevo año legislativo, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, hizo referencia a la situación del sector de la energía y destacó los niveles de producción de petróleo y gas: “La producción de petróleo tuvo el mejor diciembre desde 2011 y la de gas el mejor diciembre desde 2008”. Repasamos los datos del sector.

[NUEVO] Alberto Fernández: “La producción de petróleo tuvo el mejor diciembre desde 2011 y la de gas, el mejor diciembre desde 2008”. Es #VERDADERO.

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— Chequeado (@Chequeado) March 3, 2022

La situación del petróleo

Los datos oficiales de la Secretaría de Energía de la Nación, que depende del Ministerio de Economía y se basa en las declaraciones juradas de las propias productoras, indican que en diciembre último se produjeron en el país 548.778 barriles por día. En sintonía con lo dicho por el Presidente, el último registro con una cifra similar fue en 2011, cuando se llegó a 568.616 barriles por día. La base cuenta con datos desde 1999 y registra su pico en diciembre de 2001, con 766.815 barriles diarios para luego iniciar un largo periodo de reducción de la producción y las reservas.

Si Vaca Muerta fuera una provincia, en diciembre hubiera sido la única que incrementó su producción en 2 dígitos: tuvo una producción de 206.947 barriles por día, que significaron un 66,5% más que hace un año y un salto de 152,5% frente a la producción registrada en noviembre. Neuquén, la provincia cabecera de los proyectos de este yacimiento, creció un 49,2% interanual y un 3,3% intermensual. El resto de las provincias tuvieron una caída o un aumento ínfimo.

El shale oil, el petróleo no convencional de Vaca Muerta, está tomando cada vez más presencia en la matriz energética. El 39% del petróleo que consume la Argentina es de la roca de esquisto ubicada en el subsuelo de la Cuenca Neuquina. Por este motivo, Neuquén está migrando hacia una industria completamente orientada al shale, dado que representa el 85% del crudo extraído en esa provincia. Las empresas con desarrollos masivos (como YPF, Shell o Pan American Energy) están construyendo plantas de procesamiento para aumentar su capacidad de producción y prestando atención al crudo no convencional.

En este contexto, las tensiones entre las productoras y las provincias con el gobierno nacional se hacen más notorias. El techo de esta producción es la infraestructura de oleoductos, refinerías y plantas de procesamiento; las compañías tienen como prioridad el mercado interno, al que abastecen con un “barril criollo” que cotiza entre 50 y 55 dólares por unidad. Esto implica una rentabilidad inferior para las empresas y una menor liquidación de regalías para las provincias.

Las exportaciones son un beneficio para estas empresas, que pusieron en el exterior 7,7 millones de barriles de crudo en 2021 que salen principalmente desde Puerto Rosales, al sur de la provincia de Buenos Aires.

Gas: en busca (urgente) de reemplazar importaciones

La invasión rusa a Ucrania está provocando una suba de los commodities, tanto del petróleo como del Gas Natural Licuado (GNL). Este combustible es clave para garantizar el suministro de energía en la Argentina para el invierno, cuando el consumo crece y la capacidad de transporte de la producción local resulta insuficiente.

Antes del conflicto en Europa del Este, el Gobierno nacional avanzó con los pasos administrativos para construir un nuevo gasoducto troncal que permitirá el aumento de la producción de gas en Neuquén -tanto gas de Vaca Muerta como de otras formaciones geológicas para tight gas o gas convencional- sin cuellos de botella.

En este escenario, la producción argentina de gas natural tuvo su mejor diciembre desde 2008, de acuerdo con los datos disponibles en la Secretaría de Energía de la Nación. El Plan Gas.Ar, un sistema de precios estímulo a la producción, alentó a las compañías a sostener la actividad de extracción, incluso en el verano -periodo en el que se cerraban pozos por la baja demanda-, con ventas al exterior con destinos como Chile y Brasil.

La caída de la producción en Bolivia, mientras se renegocia el contrato de abastecimiento que está vigente desde 2006, y el escenario de precios elevados del GNL y otros combustibles líquidos llevó al Gobierno nacional a acelerar la burocracia en torno al nuevo gasoducto para Vaca Muerta y promover la producción gasífera con precios y demanda asegurada a largo plazo.

Es así que muchas compañías comenzaron a cumplir esos contratos e incluso a ofrecer un excedente, que mensualmente el Mercado Electrónico del Gas (MEGSA), bajo la órbita de la Bolsa de Buenos Aires, subasta para las centrales térmicas a cargo de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA).

Por eso, la frase de Fernández es verdadera. La producción de petróleo tuvo el mejor diciembre desde 2011, mientras que la de gas registró su mayor producción desde 2008.